En el apartado de recursos podréis encontrar diferentes herramientas, prácticas, ejercicios,... que pueden ayudar a disminuir la intensidad de las emociones, y algunas de ellas nos ayudarán también a gestionarlas.
Los ejercicios de escritura nos pueden ayudar a gestionar nuestras emociones porque nos ayudan a expresar y dar palabras a aquello que sentimos, también nos pueden ayudar a observar qué nos provoca esas emociones.
Algunos ejemplos serían:
Escribir sobre como eras emocionalmente cuando eras un niño/a, como eres en ese aspecto en el presente, y cómo te gustaría ser en un futuro.
Escribir un diario de emociones, donde registres qué emociones has sentido, con qué intensidad, cómo te sentiste en esos momentos, cómo bajó la intensidad de la emoción (qué o quién te ayudó).
Escribir un diario de gratitud, donde cada día recojas todas las cosas por las que te sientes agradecido (familia, amigos, no pasar necesidad,...)
Es importante que estos ejercicios se escriban y no queden en pensamientos.
Conectar con la naturaleza puede ayudar a reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y aumenta la producción de serotonina, conocida como la hormona de la felicidad.
Para conectar con la naturaleza podemos dar un paseo por el campo; bañarte en espacios naturales; pasar un día de campo; practicar deporte, leer, pintar,... en un entorno natural;...
Estar con estas personas, y realizar diversas actividades con ellas (comer, salir, pasear, jugar, ...) también nos ayuda a desengancharnos de esos pensamientos que nos generan emociones intensas. Además, podemos pedir ayuda a todas aquellas con las que nos sintamos en confianza, o simplemente charlar nos vendrá bien.
En este caso, depende de la actividad que hagamos nos puede ayudar a reducir la intensidad de la emoción, o gestionarla, en el caso de hablar como te sientes y porqué,...
La lectura también nos puede ayudar a desconectar y a reducir la emoción, para eso podemos elegir libros como las novelas. Por su parte, los libros de autoayuda también nos pueden ayudar en la gestión de las emociones.
En el desplegable de recursos de esta web encontraréis un apartado con lecturas que os pueden ayudar en la gestión emocional.
Dibujar, colorear, moldear arcilla, hacer manualidades,...
Son actividades que nos pueden ayudar a centrar nuestra atención en eso que estamos haciendo y quitar el foco de los pensamientos que nos están generando una emoción demasiado intensa.
Además, dibujar, entre otros, nos puede ayudar a gestionar las emociones si lo utilizamos como una herramienta para plasmar eso que se está sintiendo.
La música también puede ser de mucha ayuda para ayudarnos a encontrarnos mejor. En este caso te recomendamos te hagas una lista de canciones con las que te hacen sentir contento/a cuando las escuchas, y te las pongas en el momento que lo necesites.
La meditación es una herramienta que nos mantiene en el presente y que evita que nos anclemos en los pensamientos. Es muy importante su práctica para que pueda ser así y consigas mantenerte en el aquí y el ahora.
En el desplegable de recursos de esta web encontrarás un apartado de meditaciones para que puedas comenzar a practicar. No olvides que dejar la mente en blanco es casi imposible, lo importante es no engancharse a los pensamientos. Te recomendamos empieces por meditaciones cortitas y guiadas, que podrás alargar y cambiar con el tiempo.
Pranayama significa control de la respiración. La práctica de ejercicios de este tipo nos puede ayudar en los momentos en los que sentimos ansiedad o agobio.
Es importante que para que estos ejercicios te puedan ayudar los practiques a menudo.
Puedes encontrar vídeos que te ayuden en Internet.
Contar con unos hábitos saludables también nos puede ayudar a sentirnos mejor. Destacamos: tener una buena y equilibrada alimentación; darle al cuerpo un descanso de calidad y el tiempo necesario (dormir al menos 8 horas); y practicar deporte, si no eres muy deportista el yoga o el pilates pueden ser una buena opción.
Se trata de crear una cajita con cosas que puedan modificar nuestro estado de ánimo, mejorándolo. Podemos guardar fotos de momentos felices, frases motivadoras, una lista de canciones que suben el ánimo, un perfume que me recuerde a alguien que me hace sentir especial, un libro que me guste, un cuaderno y bolis para escribir, colores para dibujar,...
Reducir la intensidad de las emociones es bueno, pero es muy importante gestionarlas, porque cuando no lo hacemos es como si tenemos una bolsa de basura que en vez de tirarla la escondemos en un lugar de casa. Esa bolsa con el tiempo olerá y volverás a ver la basura, y así continuamente hasta que no la tires. Lo mismo pasa con las emociones si no las gestionamos. Por lo que os animamos a que con paciencia y cariño os pongáis a ello.