Es la propuesta del IES Albalat por trabajar por la cultura de la paz y la no violencia. Se trata de aglutinar en una misma semana dos conmemoraciones muy significativas: la celebración pedagógica del Día de la Paz, y la conmemoración de la liberación, el 27 de enero, de la liberación de los campos de concentración nazis. Este curso, además, se cumplía el 75 aniversario de dicha efeméride, por eso hemos empleado el hashtag #Auschwitz75 en todas las publicaciones de redes sociales vinculadas a esta Semana.

Como se puede ver en este cartel, la Semana de la paz ha tenido tres grandes actividades: la celebración del día 27 de enero, en la que contamos con una violinista excepcional, Andreana Yaradzhieva; la visita a la exposición sobre la "Literatura del Holocausto" que han realizado todos los grupos del IES, y los talleres sobre noviolencia que ha impartido nuestro compañero Jesús Castañar.

¿Por qué no recrear el espacio en el que vivió Anna Frank escondida durante dos años y medio? Esa fue la propuesta del grupo de profesores que ha organizado la Semana de la Paz. Pero decidimos que, en lugar de recrear su habitación, resultaba mucho más sugerente construir la estancia desde la que se accedía al hogar de los Frank y de dos familias más.

Como se puede ver en el vídeo que acompaña a este texto, hemos reproducido con total fidelidad el espacio de la casa, tal y como se mantiene hoy y se puede visitar en el Museo Anna Frank de Amsterdam. Tan solo hay dos elementos anacrónicos: el primero, un mapa de Extremadura en vez de el de los Países Bajos (para explicar que la represión puede aparecer en cualquier territorio), y el segundo, que la estantería que da acceso está lleno de obras diversas sobre el Holocausto. También novelas y novelas gráficas, porque la literatura salvó a Anna de la locura, y ese es el mensaje que hemos pretendido transmitir.

Tras dos años y medio encerrados en "La casa de atrás", el final de Anna Frank y su familia pasó por los campos de concentración de Auschwitz y Bergen-Belsen, donde murió. Para que los chicos entiendan qué significa esto, hemos simulado en el pasillo del IES un recorrido por Europa, de forma que termina en los murales que representan la deshumanización y el horror del exterminio nazi a través de Auschwitz.

En las puertas de las aulas, hemos ido realizando las distintas paradas que seguramente hizo el tren desde Amsterdam a Auschwitz. En este "tríptico del horror", se representan los campos de concentración con el número de asesinados en cada uno, la famosa puerta de Auschwitz, y la simbología de los triángulos que tenían todos los prisioneros que llegaban deportados.

Los historiadores cuentan que para llegar al proceso de deshumanización que puso en marcha el nazismo fue necesario despojar a los deportados de todo aquello que les diferenciara: para trabajar la empatía, el 28 de enero de 2020 entregamos a los alumnos de 2º de bachillerato, por segundo año consecutivo, una chapa conmemorativa con el número del Deportado 5943, que corresponde al ciudadano de Navalmoral que acabó en el campo de concentración de Mauthausen.