del Obispo y del Cabildo de la catedral de Plasencia. Fue entonces cuando la gran finca se arrendó a varias familias de ganaderos, que se convirtieron en los primeros pobladores del lugar.
Unas décadas después, el destacado crecimiento del número de habitantes hizo que, en 1338, el obispado placentino ordenara la construcción de la primitiva iglesia de Santiago Apóstol, que fue administrada inicialmente por el párroco de la vecina localidad de Escurial.
Hacia 1452, el rey Juan II nombró I Conde de Medellín a su repostero mayor, D. Rodrigo de Portocarrero y Monroy. Comenzó entonces un pleito por el control de Miajadas entre el conde y el obispado. Aquella disputa concluyó con la victoria del señor del condado y Miajadas pasó a ser un Lugar dependiente de la Villa de Medellín. Quizás fue en aquel momento cuando se construyó una casa-fuerte cuyos restos se conservaron hasta 1931. Desaparecida en la actualidad, su memoria perdura en el nombre de la calle y plaza del Castillo.
Durante los siglos siguientes, la población miajadeña experimentó un crecimiento continuado; una tendencia permanente, a pesar de padecer también los episodios catastróficos de hambrunas, epidemias y guerras que jalonaron la Historia de Extremadura durante la Baja Edad Media y la Edad Moderna. Muestra del florecimiento de la localidad es la ampliación de la parroquia de Santiago, la construcción de varias ermitas y la fundación de algunos conventos.
El siglo XVIII fue una época de gran esplendor. El 28 de enero de 1734, durante el reinado de Felipe V de Borbón, Miajadas se emancipó de Medellín y adquirió el título de Villa. Como símbolo de su autonomía municipal, se erigió el Rollo jurisdiccional o Picota de Justicia.
Miajadas se enclava en el itinerario del antiguo Camino Real que, desde Madrid, llega hasta Badajoz y prosigue hasta Lisboa, la capital de nuestro país hermano. Para facilitar las comunicaciones entre las dos capitales ibéricas, entre 1779 y 1782 se construyeron los Puentes del Romero sobre el río Búrdalo y el arroyo del Saltillo. Por aquellas mismas fechas, el que fuera Obispo de Badajoz D. Alonso de Solís Grajera y Marroquín, hijo ilustre de Miajadas, ordenó la edificación de un palacio para sus descansos estivales.
El 21 de marzo de 1809, tuvo lugar la Batalla de la Degollada, en las inmediaciones de la localidad. En este episodio de la Guerra de la Independencia española, el general Henestrosa y la guerrilla local derrotaron a un destacamento del ejército napoleónico. Siete días después, las tropas españolas sucumbieron ante las armas francesas en la Batalla de Medellín.
El último acontecimiento reseñable fue la segregación del municipio de Miajadas con respecto a la histórica Comunidad de Villa y Tierra de Medellín. El 3 de diciembre de 1833, el nuevo ordenamiento territorial, creado por el ministro Javier de Burgos, supuso la adscripción de Miajadas a la provincia de Cáceres mientras que el resto de localidades del condado metellinense quedaron en la provincia de Badajoz. Meses después, en abril de 1834, Miajadas pasó a formar parte de Partido Judicial de Trujillo.
