Cambiar la escuela se traduce en efectuar un cambio real en la metodología que utilizan los profesores a la hora de trabajar con sus alumnos. Podemos cambiar las estructuras organizativas, la arquitectura del centro, actualizar las instalaciones o los libros, pero sin actualizar la forma en la que trabajamos con nuestros alumnos la escuela seguirá siendo la misma.
Apostamos por las metodologías activas de aprendizaje en las que los alumnos son los protagonistas reales de su proceso de aprendizaje y en las que los profesores nos convertimos en guías del aprendizaje, creemos que el rol del docente ha de cambiar y adaptarse a la forma de aprender de los alumnos de nuestro siglo.
OFRECEMOS: