Las células de nuestro cuerpo necesitan recibir los nutrientes procedentes del aparato digestivo y el oxígeno que llega a través del aparato respiratorio, para producir energía (respiración celular).
Del transporte de estas sustancias, a través de la sangre, se encarga en Aparato Circulatorio, que al mismo tiempo recoge el dióxido de carbono y otras sustancias de desecho, para llevarlas hasta los órganos que las eliminan.
El aparato circulatorio está formado por la sangre, los vasos sanguíneos y el corazón.
Las funciones principales de la sangre son, transportar los nutrientes y el oxígeno hasta las células, llevar las sustancias de desecho hasta donde se eliminan y defender nuestro cuerpo de las infecciones.
La sangre humana es un líquido rojo y espeso compuesto por:
• El plasma, que está formado por agua y sustancias disueltas en ella. Transporta nutrientes y sustancias de desecho.
• Las células sanguíneas, que son de tres tipos:
― Los glóbulos rojos. Son las más abundantes y las que dan el color rojo a la sangre. Su función consiste en transportar oxígeno y el dióxido de carbono.
― Los glóbulos blancos. Son células que cumplen una función de defensa de nuestro cuerpo contra las infecciones.
― Las plaquetas. Ayudan a cerrar las heridas cuando se produce una hemorragia.
Los vasos sanguíneos son los conductos por los que circula la sangre, impulsada por el corazón. Son de tres tipos:
• Las venas son vasos por los que circula la sangre desde los órganos hasta el corazón.
• Las arterias son vasos por los que circula la sangre desde el corazón hasta los órganos.
• Los capilares son vasos muy finos que conectan las venas y las arterias y llegan a todas las células de nuestro cuerpo.
El corazón es un órgano musculoso y hueco que late continuamente para impulsar la sangre por todo el cuerpo. Está situado en la caja torácica, entre los dos pulmones.
El interior del corazón está dividido en dos mitades incomunicadas, separadas por un tabique continuo. A su vez, cada parte se divide en dos: la zona superior se llama aurícula, a la que llegan las venas y la inferior se llama ventrículo del que parten las arterias.
Cada aurícula se comunica con el ventrículo de su lado a través de una válvula, que permite que la sangre circule siempre desde la aurícula hasta el ventrículo y no en sentido contrario.
El corazón realiza un movimiento continuo y rítmico, llamado latido cardiaco, mediante el cual impulsa la sangre. El movimiento del corazón se realiza en dos fases:
1. El corazón se dilata y la sangre pasa a las aurículas. Después, se abren las válvulas y la sangre pasa a los ventrículos. Este movimiento se llama diástole.
2. El corazón se contrae y la sangre sale de los ventrículos. Este movimiento de contracción se llama
Sístole.
El conjunto de vasos sanguíneos forma un circuito cerrado, que la sangre recorre continuamente impulsada por el corazón.
La circulación sanguínea es el recorrido que la sangre realiza por el aparato circulatorio, impulsada por el corazón y comprende la circulación pulmonar y la circulación general.
La circulación pulmonar es el circuito que sigue la sangre entre el corazón y los pulmones.
1. La sangre que ha cogido los desechos de todo el cuerpo y los nutrientes obtenidos en la digestión, entra, por las venas cavas, a la aurícula derecha, y pasa al ventrículo derecho.
2. La sangre sale del ventrículo derecho por la arteria pulmonar, y va a los pulmones. En los alvéolos pulmonares, deja el dióxido de carbono, y se carga de oxígeno.
3. Desde los pulmones, a través de las venas pulmonares, la sangre rica en nutrientes y oxígeno llega a la aurícula izquierda.
La circulación general es el recorrido que realiza la sangre por todo el cuerpo, excepto por los pulmones.
1. La sangre rica en oxígeno y nutrientes pasa de la aurícula izquierda al ventrículo izquierdo, y, de este, a la arteria aorta. Esta arteria, la principal del cuerpo, se ramifica en otras arterias más pequeñas que se distribuyen por el cuerpo.
2. Las distintas arterias se ramifican, a su vez, en capilares, que reparten la sangre oxigenada y los nutrientes por todos los órganos del cuerpo y recogen las sustancias de desecho que estos han producido. En las vellosidades intestinales, además, los capilares recogen los nutrientes obtenidos en la digestión.
3. Los capilares se conectan a venas que desembocan en las venas cavas. Estas llegan a la aurícula derecha, donde vuelven a comenzar el circuito pulmonar.