Este gas, el carbono es esencial para la vida, pero su exceso en la atmósfera, principalmente como CO₂, impulsa el cambio climático. El compostaje transforma residuos orgánicos en un fertilizante rico, evitando la liberación de gases como el metano y ayudando a almacenar carbono en el suelo. Así, contribuye a mitigar el cambio climático y promueve un ciclo de carbono más sostenible.
Anteriormente existía un equilibrio en el ciclo del carbono. Sin embargo, en la actualidad, aproximadamente tres cuartas partes del carbono se concentran en la atmósfera, mientras que solo una cuarta parte permanece en la litosfera. Esto ha intensificado el efecto invernadero, provocando el calentamiento global y un aumento promedio de 1,5 °C en la temperatura global. Es fundamental reducir las emisiones para mitigar estos efectos.
FIJACIÓN DEL CARBONO: Principalmente, las plantas absorben el dióxido de carbono (CO₂) de la atmósfera a través de un proceso llamado fotosíntesis. Este proceso ocurre en los cloroplastos de las hojas, donde se utiliza la luz solar como fuente de energía. Durante la fotosíntesis, el CO₂ se combina con agua (H₂O) y se transforma en glucosa (C₆H₁₂O₆), un glúcido que las plantas utilizan como base para su crecimiento y desarrollo. De esta forma, el carbono atmosférico queda "fijado" en las estructuras de las plantas, como hojas, tallos, raíces y frutos, pasando a formar parte de su biomasa.
FERMENTACIÓN Y RESPIRACIÓN: Cuando el carbono se encuentra en una planta, pueden darse distintos procesos. Por ejemplo, cuando las hojas caen al suelo, comienza el proceso de fermentación. En esta etapa, los descomponedores, como bacterias y hongos, se alimentan de las hojas y consumen el carbono almacenado en ellas. Mientras esto ocurre, los descomponedores realizan la respiración, un proceso metabólico que permite liberar energía y, al mismo tiempo, devuelve el carbono a la atmósfera en forma de dióxido de carbono (CO₂). De esta manera, el carbono continúa su ciclo en el ecosistema.
FOSILIZACIÓN: En algunos casos, los árboles pueden morir y quedar enterrados en el suelo. Con el paso del tiempo, el carbono que contienen puede fosilizarse o transformarse en compuestos como las rocas carbónicas o carbonatadas, formando parte del ciclo geológico del carbono.
REGRESO A LA ATMÓSFERA: Las rocas carbonatadas tienen la capacidad de liberar el carbono nuevamente a la atmósfera en forma de dióxido de carbono (CO₂), completando así el ciclo del carbono. Este proceso puede ocurrir, por ejemplo, a través de la erosión o la actividad volcánica.