La Parroquia
La Parroquia
La creación de la Parroquia San Cristóbal tiene su antecedente en un convenio celebrado en 1869 entre el Gobierno Nacional del Presidente Mitre y la autoridad eclesiástica ejercida por el Obispo Dr. Mariano José de Escalada, el cual había tomado posesión de la Diócesis de Buenos Aires el 18 de noviembre de 1855, dependiente hasta entonces de la Arquidiócesis de Charcas (Bolivia).
Dicho convenio contemplaba aumentar las jurisdicciones eclesiásticas y los juzgados de Paz -que databan de 1769- atento al incremento demográfico que se apreciaba en los distintos lugares de la ciudad, que había mas que duplicado su población en el siglo transcurrido. Se agregaron, en consecuencia, a las seis parroquias fundadoras las de San Telmo, Santa Lucía, Nuestra Señora del Pilar, San Miguel, Balvanera, San Cristóbal y Catedral al Sur. Pero la norma legal disponía en su artículo 4º "no considerar erigidas las nuevas parroquias hasta tanto no se construyeran los respectivos templos". O sea, eran “Parroquias en expectativa”.
La futura Parroquia comenzó con una Capilla, a cuyo efecto fueron destinadas dos habitaciones de una antigua casa de la zona cuyo dueño era el Coronel Juan Antonio Garretón, originario donante de las tierras donde se construiría el Templo Parroquial definitivo. Se agregó un campanario al costado del frente y empezó a funcionar el 10 de octubre de 1870 bajo la advocación de "Nuestra Señora del Carmen" en Avenida San Juan 968 (hoy 2416, entre Matheu y Alberti).
El 8 de octubre de 1872 la autoridad eclesiástica eleva la Capilla a la categoría de Vice-Parroquia. O sea, actuando como si fuese una Parroquia pero sin territorio propio, dependiendo del titular de la jurisdicción, que en este caso era de Balvanera. Generalmente ostentan dicha categoría lugares de culto que carecen aún de infraestructura edilicia o población estable suficiente como para ser erigidas en Parroquias.
El domingo 10 de febrero de 1884 el templo es inaugurado después de más de doce años de ardua labor e innumerables donaciones. Muchas personas habían contribuido a su construcción, sobresaliendo entre ellos Miguel Navarro Mola —propietario de la antigua quinta de los Escalada en la zona- quien, independientemente de su apoyo financiero, obtuvo del presidente Roca una donación oficial de diez mil pesos.
Concurrieron al solemne acto el Presidente de la Nación de la época, el Gral. Julio A. Roca, y la esposa del Ministro de Guerra, Sra. Ana Urquiza de Victorica, quienes actuaron de padrinos, contando con la presencia del entonces Arzobispo, Dr. Federico Aneiros, y la del Párroco, Padre Juan de Dios Arenas.