La Tregua de Dios

La llamada «Tregua de Dios», que originalmente se basaba en principios como la protección de los eclesiásticos, viajeros y mujeres, el respeto a la propiedad ajena y a la lucha contra el bandolerismo, fue drásticamente modificada en el año 1027.

Desde entonces, consistía en detener la guerra - cuando la había- desde la noche del miércoles hasta la mañana del lunes, y los días festivos. En la «Tregua» solo se permitía batallar durante 90 días al año.

La observancia de estas normas llevaba implícita la absolución de todos los pecados, mientras que su incumplimiento suponía la excomunión. La Tregua de Dios se extendió muy pronto a Francia, Italia y Alemania, y el Concilio Ecuménico de 1179 la aplicó a toda la cristiandad occidental.

Foto: La Tregua de Dios