EL RODABALLO DE "EL MARIANO"

El Paseo Marítima de Carboneras es un sitio ideal para dejarse llevar por ese “no hacer nada” que tanto deseamos cuando salimos de vacaciones.


Ya sea  con los pies en la arena como con tacones caminando por la acera,  el lugar invita a disfrutar. Una serie de playas se extienden hasta el puerto mismo y hoy nos detenemos frente a una de las playas más coquetas de Carboneras, digo coqueta porque las palmeras y las barquitas sobre la arena le dan un matiz especial…. tanto que lleva el nombre de éstas, playa de los Barquicos.


Nos preguntamos el motivo de la denominación, aunque vemos las barquitas que cada tanto dan color a la arena por sí solas tal vez no llegaran bautizar una playa, entonces nos enteramos de algo más.

La ubicación resulta esencial ya que el lugar fue tradicionalmente refugio de embarcaciones y, al llegar allí con las capturas recién realizadas, en sus arenas se realizaba la compra-venta de pescado aún en algunos casos, vivo.

Muchos comercios de hostelería que hoy abren sus puertas sobre el Paseo Marítimo fueron en otra época casa de pescadores, ahora remozadas para su nuevo cometido se han convertido en nombres de referencia cuando buscamos lo mejor de la gastronomía carbonera.


También en el Paseo Marítimo frente a esta playa se ubica el Monumento al Pescador, homenaje a los hombres que desafían un día sí y otro también a la mar. Es obra del escultor Roberto Manzano Hernández y representa un pescador sentado, llevando un pez espada a la espalda y con una red de pesca a los pies.

Y frente mismo hay otro monumento, éste natural, declarado como tal es uno de los lugares más representativos de Carboneras: la Isla de San Andrés, con su peculiar forma de ballena y una hectárea y media de extensión, si es hermoso verla más aún, y sumamente recomendable, es bucear a su alrededor.

La isla es un cono volcánico (un domo) y la profundidad alrededor de la misma puede llegar a los cuarenta metros o más, con unas cuevas y refugios para peces, algo más que espectaculares para el humano que se aventure en sus dominios.

En realidad son dos islas, la Isla Grande, la que todos reconocemos como la de San Andrés, y la chica, un islote más cercano a la costa que se ubica frente mismo a la playa de La Puntica (nombrada así por estar precisamente en la misma punta que forma la costa)

En Carboneras hay varios clubes de buceo que organizan desde paseos para expertos a bautizos para neófitos. Son muchos los visitantes que prueban esta modalidad.


EL RODABALLO DEL CHIRINGUITO EL MARIANO


Hablar de “El Mariano” como de un chiringuito es quitarle mucho de su esencia, yo diría que es un restaurante en toda la acepción de la palabra. Sin el lujo de un cinco tenedores pero con los sabores de éstos, sumamente recomendable su carta en pescados y mariscos.

No es difícil encontrarlo, lo difícil es hallar estacionamiento si vas en coche y mesa libre si no has reservado y llegas en plena temporada. Bueno, subsanados esos problemas El Mariano nos ofrece un excelente servicio.

Para encontrarlo no habrá pérdida, desde la plaza de Carboneras bajas hacia el mar y llegas, está junto al monumento al Pescador y frente mismo a la isla bonita: la de San Andrés.

Nosotros estuvimos en tres ocasiones en cuatro días. Eso dice mucho porque sobre todo Santos suele ser muy exigente. El primer día probamos un rodaballo en horno de brasa que parecía manteca, se deshacía en la boca… una delicia para dioses. Tanto es así que aunque no es lo común, dos días después repetimos el mismo plato y a la hora de la cena nos ofrecieron una langosta que estaba para chuparse los dedos, y lo digo literalmente, quien ha comido langosta sabe el sentido de mis palabras.

Podemos decir que Carboneras es un lugar para disfrutar del pescado y los mariscos fresquísimos, y si es junto al mar, pues miel sobre hojuelas.




                                                                                                                                     ®Graciela A. Vera Cotto





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