loquecreo...

Meditar sobre un vaso de plástico:

El vaso de plástico del que acabo de beber agua fresca... ¿ cuántos años va a durar?

¿Lo lavarán para volverlo a usar o lo tirarán a la basura a donde tardará unos 300 años en reintegrarse a los ciclos naturales?

¿Y si la persona que me invitó ese vaso de agua lo lava y lo guarda y anota mi nombre y la fecha y lo cuidan él y su familia y lo lavan y lo vuelven a lavar durante los trescientos años que tarde en reintegrarse a la naturaleza?

Ese vaso podría convertirse en una especie de documento, con todos esos nombres y fechas, durante muchas generaciones,como una especie de árbol genealógico de sus usuarios.

Si esa familia usase el vaso todos los días durante esos 300 años, se ahorrarían no solamente 109,800 vasos sino algunos problemas medioambientales.

El porqué es un problema de educación y cultural:

Sí, porque cuidar ese vaso significa cuidar a la Tierra!

En la escuela a donde concurre mi hija, Georgina; luego de cada festividad tiran cientos de vasos plásticos y platos de unicel que van a contaminar la Tierra.

¿No sería mejor que los alumnos y los maestros mediten un poco sobre adonde van esos utensilios que utilizan, que ocurre con ellos, cuánto tardan en degradarse, que daños causan a la Tierra y a ellos mismos? Respondiendo a estos interrogantes y repetidas veces creo que los jóvenes, como mi hija Georgina, podrían estar mejor educados y con el tiempo se animarían hasta llegar a cuestionar a esta nuestra cultura del consumo, se formarían en otro paradigma, cuidarían, así, a la Tierra.

¿Qué tiene que ver meditar sobre un vaso de plástico, la educación y la cultura con lo que creo sobre la Agricultura Orgánica?

¿CÓMO?