Hno. Humberto ISLAS CASTAÑEDA
Nació en Fresnillo, Zac.
el 13 de septiembre de 1949.
Llamado por el Padre
el 13 de abril de 1991,
en Guadalajara, Jal.
a los 43 años
Bajo la protección de la Santísima Virgen en su advocación de la Candelaria y con un significativo lema de “Orat atoque Laborat ab Urbe Condita”, que significa “Pueblo que desde su fundación Ora y Trabaja”, lema que será augurio de lo que será la vida de Humberto: hombre de oración y de trabajo; esta tierra recibe el nombre de Fresnillo, o fresno joven es el entorno de la residencia de la familia de Humberto en la ciudad que tiene las entrañas y el corazón de plata.
Bajo la protección de la Santísima Virgen en su advocación de la Candelaria y con un significativo lema de “Orat Atoque Laborat Ab Urbe Condita”, que significa “Pueblo que desde su fundación Ora y Trabaja”, lema que será augurio de lo que será la vida de Humberto: hombre de oración y de trabajo; esta tierra recibe el nombre de Fresnillo, o fresno joven es el entorno de la residencia de la familia de Humberto en la ciudad que tiene las entrañas y el corazón de plata.
El primero de sus hijos llegó a este mundo el 13 de septiembre de 1949, a quien pusieron el nombre de Humberto, después de este niño vendrá siete hijos más, como una gran bendición de Dios para sus padres. Sus papás trabajaban los dos Don Armando en la mina y además tenía unos baños públicos, doña Rosa administraba un pequeño hotel, muy necesario para las personas que venía de fuera por algún asunto de las minas.
Sus primeros estudios los realizó en su ciudad natal, pero pronto su papá lo envió a la capital del Estado, donde funcionaba el Colegio Margil, que tenía un internado destinado para chicos de poblaciones más pequeñas, y les ofrecía educación secundaria. Humberto llega a Zacatecas como interno para terminar su Primaria e iniciar su secundaria.
Muchacho inquieto, bueno para los juegos de mesa, entusiasta tanto por los deportes, como por la banda de Guerra, se inscribe en ella y va a destacar tanto por su marcialidad como por su formalidad y la exactitud en sus toques marciales, siempre se sentirá orgulloso, de haber formado parte de la banda de guerra es interno del Colegio “Fray Margil de Jesús”, de Zacatecas
El contacto con los Hermanos del Colegio Margil, le ayuda a escuchar la voz de Dios y entusiasmarse por su servicio como Hermano de las Escuelas Cristianas, les comunica la idea a sus papás y no le será fácil el permiso de inmediato Es el mayor en su casa. Su decisión de ingresar con los Hermanos no es del todo aceptada por sus padres; hay titubeos, sobre todo por parte de su madre, pero, “El Charro”, como le llaman, tiene una manera especial de decir las cosas, que no se le puede decir que no.
Entra al Noviciado Menor de León Gto. el 5 de septiembre de 1966 a primero de Preparatoria Noviciado Menor de León, siendo el último grupo que realizaría el inicio de su Preparatoria en esta casa, ya que los siguientes irían a Saltillo a cursar estos estudios y vendría al noviciado con estos estudios terminados; Humberto concluirá la Preparatoria ya siendo Hermano Escolástico en el Instituto Regiomontano, junto con otros Hermanos que estaban en la misma situación.
En esta casa encontró formadores extraordinarios, como lo fue el Hermano José Luis Casillas, su director, el Hermano Pedro Córdoba responsable de la preparatoria.
Toma de Hábito del Hermano Humberto:
Quinta toma de Hábito del Noviciado de Nuestra Señora de Lourdes:
“Hemos llegado a un día de gran regocijo en el Noviciado; pues estamos en el día de que nueve seguidores de Cristo, respondiendo con generosidad a su divino llamamiento entra a formar parte de nuestra gran familia al recibir el Santo Hábito.
La ceremonia se llevó a cabo el día dos de septiembre de 1967, presidida por el Hermano Visitador Víctor Bertrand. Este acto revistió el carácter que le es propio: sencillez, solemne recogimiento, piedad y piedad.
Gozamos de la presencia del Hermano Visitador General Bautista Fernando Anzorena, quien fue el que presidió el retiro de toma de hábito con gran competencia y acierto.
La conferencia de Toma de Hábito del Hermano Visitador tuvo un carácter de gran profundidad referente al llamamiento y a las tres etapas relacionadas con todo aquel que es escogido para perpetuar la vida y la misión de Cristo en la tierra: Elección, Liberación y Alianza, tal como aconteció con el pueblo escogido.
Terminada la ceremonia propiamente dicha, todos se dirigieron a la nueva capilla para asistir a la Bendición con el Santísimo, la cual vino a clausurar el breve, pero significativo acto por el cual nueve jóvenes dan un paso más en la grandiosa obra de la santificación de las almas
He aquí la lista de los nuevos novicios
H. Ricardo Bassol Mayagoitia
H. Rodolfo Blanco Ramírez
H. Eugenio Campos Jiménez
H. Carlos García
H. Arturo Herrera Nuño
H. Francisco Pérez Hernández
H. Humberto Islas Castañeda
H. Luis Valdivia Parada
H. Luis Ángel Valles
El Hermano Humberto realizó su noviciado con toda seriedad y entrega y generosidad, era deportista, como ya estaba enfermo el jugaba de portero, cosa que le permitía motivar a sus compañeros, trabajador en el servicio de la casa, y estaba presto para hacer el servicio que le pidieran, muchas veces se adelantaba para ponerse al servicio de los demás, así trascurrieron los días hasta que llegó el día de su primera consagración: “El domingo 6 de julio los ocho novicios que terminan fueron a Guadalajara para asistir al retiro general del Hermanos del Distrito. El domingo 13 junio de 196, a las cinco de la tarde fue la hermosa ceremonia llena de santa emoción. La presencia de los papás y las familias de los nuevos Hermanos, así como los novicios menores dieron realce a la ceremonia. [1]Ese día el Hermano Humberto se consagró plenamente al Señor.
[1] Histórico del Noviciado de Nuestra Señora de Lourdes
“Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, postrado con el más profundo respeto ante vuestra infinita y adorable Majestad, me consagro enteramente a Vos, para procurar vuestra gloria cuanto me fuere posible y Vos lo exigiereis de mí...” acto que hará efectivo
cada día de su vida y será una de sus notas características de su existencia, vivir en la presencia de Dios y dar su vida paso a paso, sacrificándose en, servicio de los demás, siempre viendo al Señor Jesús en el prójimo a quien servía...
ESCOLASTICADO CLES:
Inicia su escolasticado, completando su preparatoria en el Instituto Regiomontano, un año que le faltaba para después dedicarse al estudio de la carrera de Ciencia de la Educación en la Universidad de Monterrey, carrera que terminó al salir a comunidad.
Durante su escolasticado enseñó a muchos de los Hermanos a escribir a máquina ya que era un experto Mecanógrafo, dominaba perfectamente esa técnica y se ofreció gustoso a servir a sus hermanos de esa manera.
El Hermano Humberto fue una persona preocupada por su preparación académica y religiosa, no para lucir sino para servir, todos los estudios que realizó tenían ese fin, prepararse para dar más gloria a Dios.
Tardó cinco largos años para sustentar su tesis y presentar su examen profesional de Licenciado en ciencia de la educación en el año de 1978. Al año siguiente se recibe de Educadores de la fe en la Universidad La Salle de la ciudad de México.
Como parte de su preparación religiosa participa activamente en cursos o retiros religiosos como fue en el verano de 1975 donde siguió con una treintena de Hermanos y bajo la dirección del Hermano Víctor Bertrand el “Celito”, curso semejante al CEL, que se ofrecía en América Latina pero para Hermanos jóvenes.
Como parte de su preparación a su Profesión Perpetua siguió en la Ciudad de México, en Casa La Salle, el EREI en 1978 cuya finalidad era la renovación espiritual de los Hermanos, fue dirigido por los HH Jorge Bonilla y Manuel Velazco, al final de este curso el 4 de agosto emitieron votos Perpetuos seis Hermanos entre ellos el Hermano Humberto Islas.[1]
Participó con la Delegación Mexicana al encuentro Internacional Lasallista de 1980, Celebrado en Francia, con motivo del tricentenario de la fundación del Instituto.
En 1984 tuvo la gracia de seguir el CIL, con todo lo que implica, un curso de renovación espiritual para el Hermano, el conocimiento del Instituto y profundizar sobre la espiritualidad de nuestro Santo Fundador, y sobre todo fue un tiempo de trabajo, planeación y toma de decisiones sobre su propia labor como formador, ya que ese CIL estaba enfocado a la Formación.
Como se puede ver, su preparación fue muy buena incrementada y renovada de continuo con sus lecturas y pequeños seminarios que fue tomando a lo largo de su vida tanto profesional como religios
Para todo Hermano joven, el iniciar el trabajo en una institución escolar es una ilusión, un motivo de superación ya que ahí es cuando se realiza plenamente su vocación docente.
1973 Monclova
En 1973, a los 24 años, se inicia en Monclova, Coah, como excelente maestro. Destaca en la aplicación de los principios y técnicas de la Educación Personalizada, es el responsable del nuevo programa de Psicomotricidad y se inicia en el arte de la flauta dulce con sus alumnos. Es notable también, desde el comienzo, su irradiación como Religioso cabal.
Estando en Monclova participó en cursos de psicomotricidad ofrecidos por la Coordinación Central como ponente con excelentes resultados y con satisfacción de todos los maestros que asistieron.
COORDINADOR DE PRIMARIA DEL REGIOMONTANO
La llegada del Hermano Humberto a la primaria del Regiomontano fue primero como maestro de sexto año “D” en el que hizo maravillas con sus chavitos... todas las teorías pedagógicas que traía en mente y todas las realizaciones anteriores las puso en práctica.
A los alumnos se los ganó, e hizo con ellos grandes maravillas de aprendizaje y de formación de esos niños. Se le presentaba un futuro grande, la Sociedad de Padres de Familia le ofrecieron que estudiara una maestría en el IPADE.
Fue muy prudente, pues se le pidió que sustituyera en el puesto de Coordinador general de la Primaria del Regiomontano al Hermano Salvador Pérez, un Hermano de mucha experiencia, toda una institución, muy querido por la gente. Él fue muy prudente, lo tomó como su consejero, le encargó que se responsabilizará de las reflexiones por el circuito de televisión que tenía la sección, que organizará cursos de formación para los papás y le delegó algunas funciones, ambos se entendieron bien, la prudencia, el buen trato y la caridad del Hermano Humberto hicieron que el Hermano mayor, se sintiera querido, apreciado y que realizara un trabajo; a su vez el Hermano Salvador al verlo trabajar le dio toda su confianza, aunque en mucho el seguía sobre vigilando, por el antiguo Hermano Coordinador.
Un día que tuvo que definir y dar un Sí vocacional definitivo
Humberto un joven, con futuro abierto para grandes realizaciones y con un gran don de gente supo atraer hacía sí a muchas personas que se prendaron de él, una de ellas le ganó el corazón y se enamoró del joven Hermano, Humberto también sintió el calor humano y la atracción hacia aquella bella dama, que con bonita sonrisa y muchos detalles había llegado a su corazón; vino un tiempo de crisis, pero su decisión de servir al Señor como Hermano venía de tiempo atrás, y generosamente, no sin dolor, supo hacerle saber a esa persona que si bien lo había conmovido y había tocado las fibras íntimas de su corazón, él había hecho un compromiso con quien lo había llamado a la vida religiosa y quería serle fiel, a pesar de los pesares...
En el Instituto Regiomontano de Monterrey como Coordinador de la Primaria el Hermano Humberto muestra sus grades cualidades que le permitieron triunfar en esa difícil empresa sus virtudes brillaron para acercarlo a las personas entre ellas hay que destacar su humildad, su capacidad de escucha, su capacidad de servicio, su amabilidad, su don de gentes, su fe en Dios y en los demás que le permitía estar abierto al prójimo, como Hermano hay que destacar su mística Lasallista que acrecentó su notable espíritu pedagógico para así desempeñar de una forma notable y brillante su labor educativa.
Durante su estancia en la Primaria desarrollo el “Proyecto Educativo del Instituto Regiomontano” Como coordinador general de la Primaria fue un promotor del deporte, fomentó del arte, la optimización del circuito cerrado de televisión, fue el alma de las fiestas y campañas. Una de sus grandes labores fue la catequesis, buscó siempre la excelencia académica, y formación de buenos hábitos, todo queda plasmado en el voluminoso y, sobre todo, vivido día a día en los planes de formación del Proyecto Educativo.
Las voces de los exalumnos hoy profesionistas:
Un exalumno de aquel tiempo escribió: “Por alguna extraña razón el día de hoy he tenido muy presente al Coordi Humberto (Hno. Humberto Islas Castañeda). Humberto fue nuestro coordinador durante la primaria en el Regio y hacía un excelente equipo con los también grandes maestros Martha López y Héctor Torres como coordinadores auxiliares.
Recuerdo al H. Humberto como una persona que siempre estaba corriendo, pero si lo llamabas se detenía para escucharte y darte una palmadita en el hombro; o a veces para llamarnos la atención, pero siempre de forma amable. Dirigía los honores a la bandera cuando acudíamos cívicamente con el uniforme de gala, también los novenarios a la Virgen María todas las mañanas en el salón de actos y la toma de conciencia en el circuito cerrado de televisión con el camarógrafo de lujo Mario P. Székely. Humberto partió en 1991 siendo muy joven. Tengo fe que él donde está sigue al pendiente de todos nosotros sus antiguos alumnos”[2]
“¡Considero que siempre fue paciente con los oídos abiertos, no recuerdo que perdiera la calma nunca y vaya que éramos muy, pero muy latosos!!!!” [3]
Otro exalumno señala un prietito en el arroz al decir lo siguiente: “Bueno, la verdad una vez si me reprendió y se enojó conmigo si mal no recuerdo en 4to. de primaria. Porque jugando en los patios de primaria quebré de un balonazo uno de los ventanales grandes de la dirección. Al ir yo hacia la dirección y él saliendo de la oficina se da cuenta que fui yo, y como me iba riendo, pero de nervios más se molestó. Lo primero que me dijo fue: “deme el teléfono de su casa le voy a hablar a su papá para que venga”. Al dárselo le digo, ¿entonces me puedo ir ya? Y todavía recuerdo su respuesta como si me la estuviera diciendo: ahorita. Usted no se mueve de aquí ni que ocho cuartos señorcito!!.Por supuesto que no le habló a mi padre y después de unos minutos me dijo ya sonriendo que podía irme ,que ya no me preocupara por el ventanal y que le daba gusto que haya ido por mí mismo a hacerme responsable del accidente.[4]
Muchas maestras han de tener muchos testimonios sobre el Hermano Humberto en el tiempo que trabajo en el Regiomontano, tanto como compañero y después de coordinador general de la Primaria
El H. Humberto llegó como Maestro de 6°D grado de primaria cuando yo tenía 4° año B, y era para mí el primer año en el Instituto Regiomontano de la Col. Chepevera.
Él siempre mostró una alegría y entusiasmo por el trabajo, dispuesto a apoyar en todo lo que fuera necesario, hablaba con mucho respeto y sin dejar de sonreír porque eso mostraba la confianza que depositaba en su corazón para c/u de sus compañeros; durante ese año sirvió para que Dios le fuera preparando a sustituir al H. Salvador Pérez Orozco (q.e.p.d.) quien fungía como nuestro Coordinador Gral. Me daba consejos porque a veces cuando veía que mi grupo se salía de sus casillas quiero decir se me indisciplinaba, me daba consejos para corregir lo que quizás yo estaba haciendo mal, era una entrega total a su grupo, compañeros y al propio Instituto. Se caracterizaba en su sencillez para servir a los demás sin esperar alguna recompensa.
Al inicio de los cursos escolares el Hermano Humberto organizada esa semana para todos nosotros sus Maestros, eran esas sus características: organizar de una manera excelente la primera semana de trabajo para iniciar con éxito el siguiente ciclo escolar
Su creatividad para impulsarnos a ser mejores maestros, positivos, alegres, optimistas porque ello contagiaría a nuestros alumnos, lo veía correr para estar al tanto de cualquier improvisto que se presentara y siempre con una sonrisa que nos daba confianza para acercarnos y recibir un consejo u orientación. Nos hacía observaciones con mucha delicadeza p.e. en lo particular me compartió un comentario de una maestra de 5° grado que se quejaba de que los alumnos que le habían tocado de 4° B no iban preparados, le respondí pues que se ponga a trabajar y deje de quejarse eso me molestó sobremanera porque yo era la maestra de ese grado. Él me tranquilizó.”[5]
Testimonio sobre el Hno. Humberto Islas Castañeda
Un testimonio de un alumno en ese entonces de 6º de Primaria nos dice lo siguiente:
[1] La Salle en México Norte septiembre de 1978.
[2] Miguel Ferris, exalumno y actualmente abogado maestro de la Escuela Libre de Derecho,
[3] Mario Reyes
[4] Abraham Villarreal
[5] Testimonio de la Maestra Teresa Garza antigua profesora en la Salle de San Nicolás y en el Regio
Soy orgullosamente exalumno lasallista del Instituto Regiomontano Chepevera en Monterrey, N.L. y no tengo duda de que fui marcado positivamente para toda mi vida por grandes maestros y experiencias que tuve en esa primera etapa de desarrollo. Uno de ellos fue el Hno. Humberto, quien si haber sido directamente mi profesor, pues su función en aquellos años era de coordinador de primaria, dejó en mí una gran enseñanza.
Fueron los años de 1976 a 1978 en que estuve en 5º y 6º de primaria. Lo recuerdo como una persona buena en toda la extensión de la palabra. Irradiaba paz y siempre con una actitud sencilla y humilde. Recuerdo haber estado varias veces en su oficina y era un reflejo de ser una persona muy ordenada y disciplinada. Tenía un carisma muy especial que lo reflejaba con un trato tremendamente amable, pero al mismo tiempo justo y estricto. Era también un hombre muy espiritual y tengo recuerdos de cómo acompañó en varias ocasiones al Hno. Salvador Pérez en el club de espiritualidad de los lunes al que siempre pertenecí en aquellos años.
El Hermano Humberto se convirtió para mí en un ejemplo a seguir. En su momento, yo tenía una escritura o tipo de letra que era muy descuidada, y me llamaba mucho la atención lo bonito que escribía el hno. Humberto. Tengo el recuerdo vago de alguna plática o conversación con él que me motivó tremendamente a superarme y mejorar en ese aspecto, y me propuse firmemente tener la letra como él escribía. Recuerdo que fue un proceso que me costó mucho trabajo, pero me enseñó el valor de la perseverancia. Su ejemplo era para mí tan fuerte, que aspiraba a ser como él (al menos en el cómo escribía). Y creo que lo logré, pues mi letra si llego a ser muy similar y a recibir elogios por muchos años.
Recuerdo también algunas sesiones de trabajo con un grupo de alumnos que él cuidadosamente seleccionó para prepararnos en forma especial. Creo que por razones de trabajo no fueron muchas sesiones, pero tengo el recuerdo de algunas de las dinámicas que nos ponía para nuestro autoconocimiento y para madurar en nuestras relaciones con los demás. Siendo preadolescentes, tenía el tacto para impulsarnos a ser mejores. Esto nos habla que también era un innovador y apasionado de su vocación, que buscaba impactar más allá de sus responsabilidades cotidianas que cumplía muy bien.
Hoy que lo veo en retrospectiva a más de 40 años de haberlo conocido, me doy cuenta que el Hno. Humberto era un auténtico maestro y un lasallista apasionado. Sólo los verdaderos maestros con vocación auténtica los que dejan una gran huella y trascienden con su ejemplo. El hno. Humberto fue eso para mí. No sólo me marcó en mi tipo de letra al escribir, sino que esa forma de ser ha inspirado también mi vocación docente. Tengo más de 30 años de ser profesor universitario y formador de muchos jóvenes que también me han dejado muchas satisfacciones. Hoy me doy cuenta que soy como soy por esos grandes maestros que me inspiraron. Doy gracias a Dios por la vida del Hno. Humberto Islas y por haberme permitido coincidir y ser tocado por su ejemplo en esta gran cadena de inspiración docente. ¡Qué Dios lo esté recompensando disfrutando se Su Gloria![1]
[1] Román Martínez Martínez exalumno del IR
En esta foto, tomada en 1976 después de un festival de fin de cursos de los clubes que tenía el colegio por las tardes, aparezco con el hno. Humberto (al centro), y mis hermanos: Oralia (izquierda) y René (el más pequeño al centro).
Esta foto corresponde al festival del día de las madres y yo y mis compañeros hicimos un sketch de Star wars que era la gran atracción de ese año. La foto es el momento en que el hno. Humberto nos agradecía por lo que habíamos hecho ante el auditorio. De izquierda a derecha: Yo, Carlos Sánchez (ahora dentista), Pablo Mejía (actualmente sacerdote y labora en la parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles – se disfrazó de C3PO), Oscar Villarreal.
1982 Profesor del Noviciado Menor de Guadalajara:
Los Superiores pensaron en dar un cierto descanso al Hermano Humberto después de haber dirigido con tino y acierto la gran Primaria del Instituto Regiomontano con 24 clases de primaria 3 de preprimaria, más de 1200 alumnos y muchas actividades deportivas y culturales, por lo cual fue enviado a Guadalajara como profesor de una 20 de adolescentes de secundaria que pretendían ser Hermanos.
Su Hermano Director de ese tiempo escribió lo siguiente:
“Siempre recordaré los momentos compartidos durante el año que compartimos den la Comunidad del Aspirantado, donde Humberto desarrollo una actividad incansable, fue un suspiro. Con la llegada al Aspirantado se pensó que descansaría y no se desvelaría. Sucedió todo lo contrario: el horario del Aspirantado se alargó por la noche. Había mucho que hacer, según Humberto.
Sabía que no viviría mucho con nosotros; era consciente y lo decía abiertamente.
Tenía que aprovechar cada minuto. Todos sus argumentos fueron ganados con sus típicas frases: “Yo todavía creo en la Providencia” y “Somos Hermanos, ¿No?.
Fue para muchos jóvenes y Hermanos el primer “gurú” dentro de la Familia Lasallista...[1]
El Hermano Humberto formador:
El Programa de Formación del Distrito de México Norte se debe con creces al trabajo emprendido por el Hermano Humberto, en Roma, con la asesoría del Hermano José Cervantes Hernández, entonces Consejero General y con el Hermano Jorge García.
Recorrieron quizá kilómetros de las avenidas de los jardines de la Casa Madre, compartiendo, platicando y soñando el futuro de las casas de formación, una vez elaborado los anteproyectos iban a la oficina del Hermano Cervantes y se encontraban con otros Hermanos que trabajaban la Guía de Formación del Instituto.
[1] Hermano José Del Coss. La Salle en México mayo 1991.
En 1983, el Hermano Visitador Guilebaldo le confía la dirección del nuevo programa del Postulantado. A él le corresponde crearlo y ponerlo en práctica. Saltillo, Guadalajara y Lagos de Moreno, son los escenarios de la incansable labor del Hermano Director del Postulantado.
El trabajo del Hermano Humberto fue doble ya que seis meses era el director del Postulantado, teniendo como subdirector al Hermano Víctor Bertrand y seis meses él era sólo subdirector del Noviciado, esto en Lagos de Moreno.
Cuando se decidió abrir el Postulantado en Guadalajara él se dedicó al Postulantado teniendo como subdirector al Hermano Francisco Alva, radicando de agosto a enero en esa ciudad y pasando después como ayudante al Noviciado de Lagos de Moreno.
Realizaciones:
Los años 1983 y 1984 fueron “históricos” para el Noviciado, pues se logró la tan deseada remodelación que prolongaba la etapa Postulantado – Noviciado a veinticuatro meses. Se tomó la circular 418 como base de esta estructuración y el entusiasmo, creatividad, visión, sentido crítico de dos grandes hombres se unión para la realización de estos cambios. El Hermano Víctor y el Hermano Humberto se pusieron a trabajar en los cambios y con profunda reflexión se creó el postulantado como etapa aparte.
La primera etapa del Postulantado es una realización y la implementación hecha por el Hermano Humberto Islas con el consejo del Hermano Víctor. Durante este tiempo pasan siete generaciones de jóvenes, la duración del tiempo de postulantado era de julio a diciembre. Una etapa de la formación inicial que tiene una organización propia. Siendo muy creativo y hombre ávido: todo observa, pregunta, cuestiona y reflexiona; consigue libros, folletos, apuntes, una gran riqueza humana, espiritual y lasallista para compartir.
Algunas de las virtudes y actitudes que van a destacar en Humberto durante su etapa de formador son: Su mano suave y firme como educador, su mirada triste frente al error y la falta, pero profundamente alentadora; la alegría traviesa en su rostro e inmensa sencillez en su servicialidad sin límites.
Poseía una extraordinaria atención a las personas y cuidado especial al más necesitado y tenía el don de “tocar los corazones” al estilo de La Salle. Revisor de cuanta responsabilidad encargaba, organizado, detallista en todo su quehacer y, exigente también.
Mañana, tarde y noche y hasta muy noche, pendiente de los demás, trabajando por los demás. Tenía el don de escribir preciosas cartas, que permitían profundos diálogos para consolar, acompañar, escuchar y orientar. Gozaron de este don del Hermano Humberto su familia, Hermanos del Distrito, maestros, y amigos y hasta alumnos con los que tenía correspondencia.
Tenía el gran don de ser un excelente catequista y gran formador de catequistas, tanto entre los maestros como para personas que se interesaban en ser catequistas, o ya lo eran...
Era un hombre de oración y tenía una sed de mortificación, tanto en alimentos como en penitencias que se imponía como dormir en el suelo...Una pregunta que muchas personas se hicieron: ¿Por qué será que todos sentimos ser el mejor amigo de Humberto?
Su frase célebre que amaba decir, pero no la única era: “Es mi hermano, no pesa”
En el primer semestre de 1984, los Hermanos Humberto Islas y Jorge García van al CIL de formación durante este curso sobre “Formación”, el Hno. Humberto amplía y profundiza sus perspectivas como formador. Es el hombre ávido: todo observa, pregunta, cuestiona y reflexiona; consigue libros, folletos, apuntes, una gran riqueza humana, espiritual y lasallista para compartir.En Roma, en ese tiempo se estaba gestando la Guía de Formación del Instituto, estos dos Hermanos trabajan arduamente para aportar al Distrito algunas líneas que sirvieran de marco de formación para todas las casas de formación del Distritoy que México Norte va asumir y completar como plan de formación distrital con siete áreas:
Lograr la adecuada madurez personal
Discernimiento de una llamada continúa; examinar y confrontar las motivaciones personales para adecuarlas al llamado de Dios.
Comprender y vivir la consagración bautismal como fundamento de la consagración religiosa.
Vida en comunidad, viviendo en esta etapa las primeras experiencias de oración, vida comunitaria y apostólica.
Profesión para la misión iniciar una preparación seria de los estudios y de la formación para desempeñar una misión.
Un discernimiento crítico de la verdad a la luz del Evangelio.
Vivencia del carisma vocacional integrando en la propia vida el carisma de San Juan Bautista de la Salle
Las áreas formativas tienen sus estrategias y sus políticas para llevarlas a la práctica y que los jóvenes en formación las vayan asumiendo poco a poco.
Una actividad implementada fue el “vengan y vean” realizado en las diversas comunidades del Distrito, con la finalidad de que los postulantes pudieran compartir con los Hermanos la experiencia de estos y a la vez que ellos afianzaran su querer optar por la vida consagrada. En las cartas enviadas a las Comunidades, el Hermano Humberto, les explica las cuatro experiencias previstas durante el postulantado a saber:
a.- Misional – Que se realizaba viviendo una semana en un ejido. Para los Postulantes les organizó una misión anual en “Loma del Prado cuyo fruto fue la formación de un grupo de catequistas en esa localidad.” [1] Esta misión en años anteriores la había realizado el Hermano Humberto y los postulantes en el Circo, ranchería cercana al cerro de la Mesa Redonda.
Las personas de Loma del Prado siguen teniendo un recuerdo vivo del Hermano Humberto ya que fue el impulsor de la Capilla que tiene la ranchería, él consiguió fondos, pero sobre todo animó y coordinó el trabajo para que se realizara esa obra material.
El Hermano Humberto, con el apoyo del Hermano Víctor Bertrand se lanzaron a la edificación de la Capilla, ellos conseguían el material y las personas ponía la mano de obra y en un año se levanto ese pequeño templo.
[1] Histórico del Noviciado 1986
A propósito de esta actividad misional el Hermano Humberto buscó tres lugares para la realización de la “Misión” en los siguientes lugares “el Circo” y “Loma del Prado”
El recuerdo sobre el Hermano Humberto en Loma del Prado, queda aún muy vivo. Le recuerdan por su capacidad para organizarlos en bien de la comunidad y de la construcción de la Capilla, así como la organización de las catequistas que algunas aún sigue dado catecismo, recuerdan sus dinámicas y su platicas de formación religiosa y espiritual
b.- Comunitaria – La cual se busca vivir en el espíritu Evangélico de Jn 1,39 “Vengan y Vean”
c.- Escolar – Impartiendo y observando sus primeras clases de catequesis en primaria
d.- Parroquial – Integrándose a una Parroquia de Lagos de Moreno de 10 a 15 días.
En esta primera etapa los cinco primeros años fueron conducidos por el dúo dinámico de los Hermanos Humberto y Víctor.
El inicio del Postulantado de seis meses hace cambiar los planes de estudio y la estructura del Noviciado también sufrió cambios, ya que el Director del Postulantado era subdirector del Noviciado y el Director del Noviciado subdirector del Postulantado, esto creó una dinámica muy interesante y se definió mejor el proyecto de planes de estudio, que con la Guía de la Formación para el Instituto también influirían en las nuevas adecuaciones que sufriría el programa.
El Hermano Humberto Islas, hombre de grandes inquietudes apostólica y poseyendo una didáctica casi innata y un celo apostólico a toda prueba inicia en todas las parroquias de Lagos un impulso de la. catequesis dirigida sobre todo a la formación de catequistas con cursos de didáctica a todas las catequistas de Lagos, acción que sigue hasta nuestros días como una presencia formativa que ayuda a la catequesis de toda la región y pone en contacto al Novicio con realidades de evangelización, y contacto con gente sencilla que construye la Iglesia desde sus limitaciones con fe viva y actuante. Impulsó la semana de Catequesis en todas las iglesias de Lagos.
“Para el Noviciado organiza los centros de catecismo de la Isla, San Isidro, Granadillas, Infonavit, Barrio Abajo, la Aurora además de llevar el Club La Salle del Colegio y el Prejuvenil.
Trabajo del Hermano Director - Subdirector en el Postulantado y Noviciado:
El Hermano Humberto realizó planeo y realizó con los Formandos el siguiente curso: “ Plena realización de tu persona y una Personalidad vigorosa capaz de opciones auténticas”, otros cursos que ofrecía era del de Didáctica de la Catequesis, Liturgia y Sacramentos, además ofrecía a los jóvenes postulantes experiencias de Catequesis en el Colegio donde participaban en una semana especial y la animación de los centros de Catecismos, donde la presencia del Hermano Humberto era aliciente a la vez que su presencia ya era evaluación del trabajo realizado. [1]
El 2 de julio de 1989, el postulantado que ha funcionada en la mismapequeps servido de Aspirantado y contigua al Colegio Febres Cordero.
El Hermano Humberto Catequista:
Con un entrega total Dios expresada en pequeños detalles, afianzó la confianza amorosa y en Jesús al abrazar decididamente su vocación de catequista, e inspirar a otros ésta misma vocación que no es otra que atraer a las almas a Cristo Jesús.
Esta tarea la realizó el Hermano Humberto con corazón humilde y una entrga total y amorosa tanto al Señor Jesús como a los catequistas y catequizados. Humberto fue un Hermano lleno de celo por la gloria de Dios y convertía su trabajo en oración, por eso la tarea y el compromiso de catequizar y evangelizar lo había hecho suyo.
A través de la preparación para la iniciación cristiana en la catequesis, nuestro Hermano descubrió alimentar su propia vida con la oración así como la vida espiritual dentrel catequista que poco a poco tiene que transformar su trabajo en oración y descubrir que su vida debe estar alimentada con los sacramentos, a los cuales ellos preparan a los niños. Debe ser una necesidad la de hablar con Dios y pensar en Dios. Siempre que hay trato con Dios hay oración.
Entre sus apuntes personales se encontraron pequeños folletos sobre la preparación de la catequesis, en uno de ellos se encuentra un esquema de preparación con el siguiente título:
DIDACTICA DE LA CATEQUESIS
1.- Estrategias: Clases de apoyo y apostolado: eclesial y comunitario
2.- La vocación del Hermano:
.- Es catequista por vocación
.- Fin específico: la Educación Cristiana
.- Evangelización y Catequesis de los jóvenes más desamparados
3.- Ministerio del Hermano: 1.- Anunciar la palabra de Dios
2.- Opción preferencial por el pobre
3.- La escuela instrumento preferencial
4.- Modalidades:
1.- No es igual un lugar de misión que una comunidad de creyentes.
2.- La Escuela es el lugar preferente para la catequesis.
3.-Actividades periescolares al lado o como prolongación de la catequesis formal:, Campo muy amplio: Grupos juveniles. Catequistas parroquiales. Escuelas diocesanas. Textos y orientaciones catequéticas. Pedagogía y Didáctica adecuada.
Para la preparación de los Catequistas preveía cuatro sesiones en las que explicaba lo siguiente:
1,. Qué: porqué, para qué, cuándo, cómo, a quién, dónde y Yo qué?
2.- Para qué ... Palabra de Dios
3.- Cómo...
4.- Compromiso.
UN EJEMPLO DE UNA PREPARACION DE CATECISMO SOBRE LA SANTÍSIMA VIRGEN:
“María es nuestra Madre”
Hemos visto ya : La importancia de la Virgen María en nuestras vidas-
María como Madre de Dios en misterio de la Encarnación.
Ahora veremos como María es nuestra madre.
1.- María es Madre de todos los hombres : Jn 19, 26 La Iglesia ve en Juan representados todos los hombres.
2.- Como Madre nuestra Ella:
A,. Sufrio y sufre en cada uno de sus hijos: Lc 2, 35...” una espada”
Jn 19, 25 “Junto a la cruz”
B.- Se preocupa e intercede por nosotros Jn. 2, 5 “Hagan los que Él les diga..”
C.- Tienes una entrega Total Lc. 1, 38 “He aquí la esclava del Señor...”
D.- Su solicitud por la Iglesia: Hechos 1, 14 “Perseveraban en la .-
3.- Nosotros la acaptamos y queremos como hijos suyos que somos porque:
A,. Temía una gran Fe: Luc 1, 45 ¡Feliz la que ha creído!
B,. Siempre ha sido fiel: Jn 19, 25 “Junto a la cruz de Jesús estaba María su madre...”
C.- Sabemos que vence siempre a Satanás: Gen. 3, 15
4.- Nosotros invocamos a María y la aceptamos :
a.- En su entrega total Luc 1,38 b,. En su obediencia Mt 2, 14 c,. en su gratuidad a Dios Luc. 1, 46 “Engrandece mi alma al Señor... porque ha hecho en mi maravillas”
MARÍA SANTÍSMA NOS LLEVA A JESÚS:
“Hagan lo que El les diga...”
Vimos que ella es nuestra Madre e intercede por nosotros.
Su fe, su fidelidad y su poder sobre el demonio nos dan gran confianza.
La Iglesia anunció un año Mariano que corresponde al año 2000 en el jubileo del Nacimiento de Cristo . ¿Porqué tanta anticipación?
Porque corresponde al nacimiento de la Santísima Virgen, María apareció antes que Cristo en el horizonte de la historia de la Salvación.
Aprovechemos pues las gracias particulares que María nos otorga al referirnos a Jesús.
“Hagan lo que Él les diga...” Cristo vino a la tierra con una misión:
INSTAURAR EL REINO DE DIOS , .- ANUNCIAR LA BUENA NUEVA.
1er paso : LA CONVERSION Luc 3,4
a.- Cristo es claro en su doctrina “habla con autoridad” Mt 5, 21 ; 7 33
Los esquemas de preparación de catecismo, del Hermano Humberto era sintéticos, en pocas palabras bien concatenadas presentaba el tema, así como y algo de la didáctica a emplear. Su palabra, su presencia, y su manera de actuar, era en si mismo una catequesis que entusiasmaba, motivaba y lanzaba a los demás.
COPIA DE UN APUNTE DE CLASE DEL HERMANO HUMBERTO
[1] Histórico del Noviciado de 1983 a 1988
Algunos Testimonios de Hermanos que fueron sus postulantes:
“El Hermano Humberto fue mi director de Postulantado, cuando tuve contacto por primera ocasión, al ingresar a la formación como FSC, él regresaba del CIL de Roma.
Su persona irradiaba energía, entusiasmo y motivación, características de su personalidad, que fueron las herramientas de mi formación y de mis compañeros.
Del querido Hermano Humberto “el Charro” “Maytor” vivencié profundamente tres de sus peculiares cualidades, que marcaron mi formación como Hermano.
a.- Desprendimiento:
Su habitación prácticamente lo ocupaba una cama, siempre arreglada, con un Cristo grande que estaba recostado sobre ella, un escritorio y silla. La puerta siempre abierta, como lo estaba su corazón para todos.
b.-Pedagogía:
Formador nato, su estilo, “empapado de las corrientes pedagógicas del momento, y que aplicaba de forma perfecta. Inducía, motivaba a sus Formandos a “aprende a aprender”, a establecer metas personales y trabajar por alcanzarlas.
Su experiencia para planear y organizar actividades lo llevó a “adoptar” principios concretos: “Siempre debe haber una cabeza” decía, lo que favorecía a todos nosotros participar responsablemente y evaluar toda actividad o evento. Muy importante para él era la previsión, evitando la improvisación.
c.- Fe:
Hombre de profunda fe, transparente, coherente, de piedad manifiesta y en constante conversión. Amor a Dios a través de sus Formandos y Hermanos a toda prueba.
“SI ES MI HERMANO, NO PESA...”
La combinación de la pedagogía y la fe lo llevaron a explorar y destacar en la catequesis, de contenidos de los temas y elaboración de material catequístico original.
Fue un ejemplo de trabajador en la tierra con la mirada en el cielo,
Él dio mucho sentido a lo que como alumno aprendí a vivir: La Fe, La Fraternidad y el Servicio, en pocas palabras en Humberto comencé a:
Conocer, Vivir y Amar a La Salle.”[1]
Otro de sus antiguos Postulantes hoy Hermano nos dice:
“ Tengo el corazón agradecido con Humberto por haber sido el Hermano que me recibió en la vida religiosa. Tengo gratos recuerdos y vivencias muy significativas al lado del que fuera mi Director de Postulantado.
Tres dimensiones de su personalidad han sido para mí los rasgos de un religioso educador a carta cabal.
1º. Su Espiritualidad: Humberto era un verdadero maestro del Espíritu, se veía que su oración era permanente, lo que oraba en la capilla lo trascendía en todas sus actividades, lograba un verdadera contemplación en todas sus actividades del día. Además de profundamente espiritual.
2º Era muy humano, tenía una cortesía exquisita, se notaba que no era débil de carácter, pero logró una dulzura en el trato con todos, especial debilidad por los más limitados, por los que sufrían, por los pobres.
3º Un educador nato, un pedagogo excepcional, siempre didáctico. Tenía la facilidad de explicar, enseñar, a chicos y grandes. Catequizaba siempre de manera integral en los dones del Señor.
Que Humberto este con Dios, y que Dios esté con nosotros en la memoria de Humberto” [2]
“Fui de la primera generación de postulantes en 1983, en la casa del Noviciado en Lagos de Moreno.
Desde que lo conocí fue un trato amable, pero muy directo y cercano. Trasmitía rasgos de santidad.
Un Hermano que luchaba con tenacidad por cumplir lo que se proponía, con sencillez, apertura y capacidad de escucha.
Catequista ejemplar, todavía, en Lagos lo recuerdan las catequistas como Rosa y su hermana Ana Ponce.
Fue un pilar importante en mi vocación como Hermano, Preocupado siempre por la vida de oración y de comunidad.
En momentos de crisis personal, en el noviciado, supo de manera asertiva ubicarme y hacer que mejoraran muchos aspectos de mi vida.
Su frase: “Es mi hermano No pesa” Es un ejemplo claro de cómo era su vida comunitaria y consagrada.
Los que tuvimos la dicha de ser sus Formandos quedábamos sorprendidos del ejemplo de vida religiosa que nos daba como un hermano de nuestro tiempo.
Era contemplativo ante la naturaleza, lo bello de las cosas, y los fenómenos naturales,
Dormía poco y decía quiero aprovechar al máximo mi tiempo; sabía de su corta vida. Siempre dispuesto a atender al hermano.
Un día antes de morir me llamó a San Juan, donde yo estaba de hermano joven y se despidió de mí, como sabiendo lo que pasaría... Me dijo: “Don Héctor échale muchas ganas y que Dios te bendiga”[3]
Un testimonio más: “Es mi Hermano no pesa” y “somos Hermanos” Son frases que siempre recordaré de mi primer director de casa de formación; siendo el inicio de mi vida como religioso.
Algo tenía muy claro yo: quería consagrarme como Hermano de las Escuelas Cristianas; y ¡que dicha y privilegio encontrarme alguien como él!
Siempre muy respetuoso de mi persona y aunque yo solo en ese entonces recién cumpliría los 23 años, me sentí tratado como alguien muy especial, hubiera 3, 10 o más personas alrededor. Creo que esa es la sensación de todos quienes lo conocimos.
Por lo tanto, personalmente pienso, que su vida fue prepararse paulatinamente a su encuentro con Él, no cabe duda que conviví con un santo y él ni yo lo sabíamos.
Más ganó mi corazón cuando conoció a mis padres, mis hermanos y a los papás de mi mamá y sus hermanos. Los trató con una ternura y exquisitez que no puedo describir, sobre todo hizo un “clic” muy especial con mi abuela materna July, con la que supe que mantuvo correspondencia por largo tiempo.
Por detalles y descuidos de él, me fui dando cuenta de cosas que hacía por nosotros, sus postulantes y novicios y por mucha gente más, que se acercaba a él para que les escuchara, aconsejara y rezara por ellos. Oraba cuando lo dejábamos en paz, jugaba con nosotros futbol, basquetbol y le encantaba reñirnos...
[1] Hermano Ricardo Ramírez Barbapor
[2] Testimonio de uno de sus postulantes hoy Hermano
[3] Testimonio del Hermano Héctor Ramírez Alanis,10
Dormía en el suelo por alguna causa, se privaba ciertos alimentos que le gustaban, era catequista por excelencia y me enseñó a serlo, tuvo siembre tiempo para todos y todavía el “canijo
tocaba piano, y cantaba, tocaba guitarra con singular alegría; supo extraer lo mejor de mí, me enseñó con acciones mas que con palabras; su mirada la tengo muy presente, para mi fue siempre señal de amistad y decirme aquí estoy. Estoy seguro que con esa mirada y disposición se presentó ante el Señor: “Amigo, Hermano, ¡Aquí estoy!” [1]
[1]Testimonio del Hermano Javier Ramos.
CONSEJERO DEL DISTRITO
La sabiduría que poseía el Hermano Humberto y su don de gentes lo llevó a que los Hermanos pensaran en él y lo nombraran miembro del Consejo de Distrito, tanto por su experiencia como formador ya que era unhermano prudente, observador,y conocedor de la realidad Distrital.
Un secreto bien guardado por el Hermano Humberto:
El Hermano Superior General John Johnston había pensado en el Hermano Humberto para que formará parte del equipo del Centro Internacional Lasallista.
La respuesta del Hermano Humberto es muy clara y precisa:
Muy querido Hermano Superior John:
Con cariño y respeto filial le escribo la presente, por indicación del Hermano Genaro Vicario General, en su carta recibida el 12 de octubre próximo pasado, en la cual se me consulta la posibilidad de remplazar al Hermano Jorge Bonilla, como miembro del Staff del CIL/SIEL a partir del próximo mes de septiembre próximo.
Tal como el Hermano Genaro me lo indica en su carta, he orado y analizado esta posibilidad con suma atención, agradeciendo la confianza expresada en un servidor, para este servicio a mi Instituto y ofreciendo a la vez mi disponibilidad total, como ya se lo había expresado a Usted, tanto a través de una carta como verbalmente cuando estuvo en el Noviciado de Lagos de Moreno.
En el espíritu de este carácter consulta, me permito expresarle lo siguiente, salvaguardando siempre mi total disponibilidad y obediencia a Usted.
1. Sólo domino el idioma castellano y esto lo considero una serie limitante a tomarse en cuenta en la elección de una persona idónea para este servicio.
2. El Hermano Visitador Everardo me ha expresado, recientemente, su deseo de que un servidor esté, por tres años más en el Postulantado a fin de lograr la estabilidad deseada, en los diferentes niveles de formación que estamos a punto de consolidar, como atención prioritaria a las casas de formación de nuestro Distrito.
Sin otro particular me despido de Usted ratificándole mi cariño, solidaridad y sentido pleno de interdependencia como Superior de un servidor en que deposito mi obediencia absoluta a los pies de Nuestra Señora de Guadalupe y en nuestro Padre Fundador por el Señor Jesús.[1]
VIRTUDES QUE PRACTICÓ EL HERMANO HUMBERTO
El hermano Humberto a través de su vida fue adquiriendo y practicando las virtudes teologales que recibió en el Bautismo
Al entrar al Noviciado se aplicó a adquirir el espíritu del Instituto que es el espíritu de fe, desde el inicio de su formación trató de acrecentar su fe en el Señor Jesús que le llamó a su servicio y que le llevó a ver todo con los ojos de la fe, atribuir todo a Dios y no hacer nada sino con la mira puesta en Dios.
Desde su noviciado fue caminando a través de la oración, del recuerdo de la Presencia de Dios, y de momentos de recolección para ir viviendo la fe en su diario caminar, uno de los testimonios dice lo siguientes: “A Humberto se veía que su oración era permanente lo que oraba en la capilla lo trascendía en todas sus actividades”. La fe campeaba su vida... Por la fe “el Hermano Humberto se entregó entera y libremente a Dios” y como creyente se esforzó por conocer y hacer en su diario vivir la voluntad de Dios, esa misma fe actuó en él por la caridad, expresada en el servicio al hermano.
Si fue un hombre de fe, la esperanza lo lanzó a creer en sus Formandos, se protegió con la esperanza contra desaliento y el desfallecimiento ante la dificultad, supo esperar contra toda esperanza pero sin perder los pies sobre la tierra, la esperanza impulso su trabajo y lo impulso a perseverar, esta virtud corresponde a un anhelo de felicidad y alegría El impulso de la esperanza preserva del egoísmo y conduce a la dicha de la caridad. Entre los testimonios señalan: “luchaba con tenacidad para cumplir lo que se proponían, siempre con sencillez, apertura y capacidad de escucha. Fueron estos y muchos aspectos más que fueron conformando en él rasgos de santidad. Esto le llevó a explorar el campo de la catequesis y a trabajar arduamente en ella, diseñando cursos, participando con decenas de catequistas de las parroquias de Lagos e invitaba a que cada uno esperara obtener el gozo del cielo, como eterna recompensa de Dios por las obras buenas realizadas con la gracia de Cristo. “Humberto fue un ejemplo de trabajar en la tierra con la mirada puesta en el cielo”[2] Mostró el amor a Dios en la esperanza de trabajar con denuedo por su reino y de llevar a otros a realizar el mismo trabajo que él realizaba-
Amar a Dios sobre todas las cosas por Él mismo y a nuestro prójimo como a nosotros mismos ese fue un sueño y una realización del Hermano Humberto, amó a Dios sirviendo al prójimo e hizo que los demás lo amaran a su ejemplo. Entendió y vivió muy bien la frase del Apóstol: “Si no tengo caridad nada soy”, por eso privilegió su servicio con la virtud de la caridad.
Su trato reflejaba ese amor de Dios que produce la caridad, por eso su frase “es mi hermano no pesa”, porque en ellos veía a Dios y les daba un trato amable y bondadoso, fue ejemplo de vida comunitaria como Dios lo es en su Trinidad; que es amor, relación e interdependencia.
Comprendió muy bien que la caridad produce el gozo, la paz y la misericordia. Y exige la práctica del bien y la corrección fraterna; es benevolencia; suscita la reciprocidad; es siempre desinteresada y generosa; es amistad y comunión: «La culminación de todas nuestras obras es el amor”
Las Virtudes Morales practicadas por el Hermano Humberto las va a reflejar en su diario vivir.
El hermano Humberto fue un hombre prudente si consideramos que tenía un pensamiento maduro es decir con sabiduría y que sus juicios y consejos era acertados y deseados.
Su obrar era el del hombre prudente que planea, organiza y realiza previendo todos los aspectos para que su obrar sea de acuerdo al plan de Dios y se ponga al servicio de su prójimo y a la propagación del Reino de Dios.
En la dirección de sus novicios y en el apostolado, como dicen algunos de los testimonios el Hermano “nos daba nuestro tiempo” o sea no apresuraba las decisiones. “Siempre estaba dispuesto a atender” , “tenía una gran capacidad de escucha” “Logró con dulzura de tratos el avance de todos en especial de los más limitados o débiles”
Con los catequistas tuvo un especial tino para motivarlos, entusiasmarlos en el apostolado y lograr constancia y perseverancia en ellos.
Hablar del Hermano Humberto como una persona justa es descubrir en él su equilibrio personal para tratar al prójimo y dar a cada cual lo que necesitaba y le correspondía.
Trató siempre de ser equitativo, motivo para que el hermano joven fuera obediente y él mismo fue el primer obediente buscando siempre la voluntad de Dios tanto en procesos personales de discernimiento como escuchando la voz de los Superiores vista desde la Fe como la voz de Dios.
Si consideramos a la fortaleza como una virtud que nos lanza tras el bien y nos tonifica para no tener miedo incluso a la muerte, el Hermano Humberto tuvo una conciencia muy clara en estos dos sentidos: “Luchaba con tenacidad en todo lo que se proponía por cumplir, tenía una consciencia muy clara de que Dios le iba a llamar prontamente y siempre trabajo para que en el momento que Dios le llamara no tuviera las manos vacías.
A su fortaleza como ser humano y como religiosos se le pueden asociar las siguientes virtudes: Paciente, sabia soportar sus limitaciones y la de los demás: Perseverante y constante lo que se proponía lo lograba e impulsaba a los demás que lo hicieran, era magnánimo para emprender nuevos proyectos y mejoras... ”Inducia a sus formandos a establecer metas personales y a adoptar principios concretos para nuestra vida”
Si la templanza la asociamos con el sacrificio y las privaciones motivadas por la fe, el Hermano Humberto fue una persona sobria, continente y casta, a la vez que humilde y manso, sabiendo reconocer sus limitaciones y viendo en su diario la mano de Dios como buen Padre acude en ayuda de sus fieles. Entre los testimonios sobre el Hermano que apoyan su templanza nos dicen: ”Dormía poco y en el suelo, se privaba de alimentos que le gustaban”...
Las virtudes practicadas por el Hermano Humberto fue un proceso de vida que le fue llevando y acercando a Dios, lo cual le permitió crecer en santidad.
Última reunión internacional del H. Humberto:
Entre los delegados del Distrito de México Norte se encontraba el Hermano Humberto a la V ASAMBLEA DE LA R.E.L.A.L del 5 al 11 de marzo de 1991. El Distrito anfitrión fue Centroamérica, los elegidos fueron el Hermano Visitador Everardo Márquez, el Hermano Humberto Islas y otro Hermano mexicano.
El Hermano Humberto trabajo en la comisión de formación y pastoral vocacional, durante la asamblea, ambos temas le entusiasmaban y se había preparado muy bien, sobre todo en lo que toca a la formación.
[1] Carta del Hermano Huberto dirigida al Hermano Superior General John Johnston en noviembre de 1989.
[2] Testimonio del Hermano Ricardo Ramírez
Ultimas fotografías en vida del Hermano Humberto durante las Reuniones de RELAL.
EL CAMINO LLEGA A SU FIN:
Humberto siempre fue muy consciente de su limitación de salud que había comenzado en la adolescencia, cuando tuvo su primera operación, por eso siempre trató de dar lo mejor de si mismo para prepararse para el gran día, el día del encuentro con su Señor.
Regresa de la ciudad de Guatemala, y ya se sentía mal, va al centro Médico de Occidente en Guadalajara y el cardiólogo determina que era urgente la operación, se hacen los trámites necesarios y se determina el día de la intervención 11 de abril; le hacen firmar los diez puntos que pueden suceder en ese tipo de operaciones, uno de los últimos es que el cuerpo rechace el corazón después de la operación y el paciente fallezca. La operación fue un éxito, pero en la recuperación, el día 12 de abril, sucedió el rechazo de su corazón por parte de su mismo organismo el parte médico dijo lo siguiente:” Causas: Choque mixto (hipovolémico) y cardiogénico postoperatorio, de colocación de prótesis aórtica estenosis aórtica” (El Shock puedo producirse por fallo primario de bomba cardiaca como en el cardiogénico, por disminución del volumen sanguíneo como en el hipovolémico, o por disminución del tono vascular como en el distributivo y obstructivo); por el diagnostico emitido las causas de muerte se presentaron... y nuestro buen Hermano Humberto voló desde el lecho de recuperación en cuidados intensivos al cielo donde la enfermedad y el dolor no existen porque el Señor llena todas nuestras carencias, y ese Padre bondadoso a quien él consagró su vida, su trabajo y su ser lo recibió con los brazos abiertos.
Eran vacaciones, no había casi Hermanos, acudieron a su velorio pocos Hermanos, de Lagos, de la Escuela de Catequesis, en la que él había sido factor importante fue un camión completo, comentan que a las dos de mañana cerca de puente de Calderón, yendo el autobús muy rápido estuvieron a punto de accidentarse, pero el chofer y varias personas vieron atravesar la carretera a un niño descalzo, que hizo que el autobús frenara, la gran sorpresa es que la creatura desapareció, estas buenas personas pensaron que era el Hermano Humberto quien las había protegido en forma de este niño. [1]
La cara del Hermano Humberto quedó sonriente y se admiraban mucho las personas por la serenidad de su rostro y la bondad que irradiaba aun después de muerto, algunas de ellas le presentaron sus dificultades, una de ellas que antes ya le había consultado y pedido que orara por ella ante una situación difícil y el le dijo no puedo yo hacer mucho, pero ya tendido esta persona le dijo ahora si puedes interceder por mí y en menos de una semana la situación que venía viviendo de tiempo atrás quedó solucionada...
El Hermano Visitador Everardo Márquez con muy breves pero sentidas palabras, despidió a nuestro querido Hermano en el Panteón de Guadalajara donde fue sepultado.
“Si el grano de trigo que cae en tierra no muere quedará infecundo, pero si muere producirá mucho fruto”
Querida Familia: don Armando, hijas, hijos, yernos, Familia de la Salle, amigos:
Nos hemos reunido hoy como familia primero en Cristo, pero también, y al mismo tiempo, en el mismo ideal de LA SALLE, ideal que tú Humberto quisiste abrazar y seguir; y ahora, como tu FAMILIA, estamos aquí para acompañarte en la celebración de tu triunfo final.[2]
Algunos Testimonios sobre el Hermano Humberto después de su muerte:
SI EL GRANO DE TRIGO NO MUERE...
Esta palabras del Evangelio, que si en alguna ocasión pudieron haber sonado huecas para algunos de nosotros, hoy se han llenado de verdadero sentido con la muerte de nuestro Hermano Humberto. La muerte nunca llega sola, le acompaña el dolor, la tristeza, el sufrimiento..., la esperanza, la fe, y las gracias que por interseción del difunto Dios nos concede.
¿Cómo percibimos al Hermano Humberto durante estos diez meses que vivimos con él?
Para nosotros siempre fue un Hermano en el que brillarán dos características: la responsabilidad y la docilidad en manos de Dios, y creemos que de ellas se derivan muchas otras que pudiéramos enumerar nosotros, ustedes, y todos aquellos que lo conocimos. Como formador fue excelente; siempre atento a las necesidades que surgen diariamente en del difícil camino de la formación. Podemos afirmar con seguridad que nos entregó su vida poco a poco, en ese caminar diario que juntos iniciamos en julio de 1990. Y es precisamente aquí donde sentimos que nace nuestra responsabilidad y compromiso; mismos que nacen de la reflexión profunda a la que nos ha empujado su muerte.
Cuando uno es testigo de la autenticidad de una persona, de sus convicciones hechas vida, de su entrega y servicio, no puede quedarse con los brazos cruzados, sino que surge una fuerza interior que nos impulsa a ser cada día mejor, a vivir también con entusiasmo y alegría la opción hecha por Cristo... y estos son los primeros frutos de ese grano de trigo que murió para comunicar vida, para comunicar entusiasmo y que se levanta muy en alto para ejemplo de los que vivimos con él.
Perseverancia y disponibilidad son las gracias que la generación XXIX pedimos al Hermano Humberto; fuimos su última generación, en nosotros desgastó sus últimos meses. Sembró con cariño en cada uno de nuestros corazones la fidelidad a Dios y el amor a nuestro Instituto. No pidió nada a cambio, porque lo hizo por amor; no temió nada, porque nunca esperó nada; todo lo hizo con la sencillez y gratuidad que le caracterizaban. Por tanto no podemos seguir siendo los mismos; reconocemos y comprendemos que no podemos aceptar mediocridades en cuanto a voluntad y ofrecimiento sincero y fiel se refiere; reconocemos que el regalo de vida que plasmó en nosotros podemos entregarnos más a Cristo a través del Instituto.
Tu recuerdo nos acompañará y nos impulsará a ser cada día mejores en la entrega diaria a Nuestro Señor. ¡Ayúdanos a llegar a la santidad con tu testimonio, pues fuiste roca firme en le resbaladizo acantilado y abundante manantial en el desierto ardiente y seco! ¡Descansa en paz Hermano Humberto! [3]
Desde el Japón llegó el siguiente testimonio:
“Conocí a Humberto hace 12 años, en la comunidad del Regio en donde juntos vivimos y trabajamos un año.
Fue tan sólo un año que nunca olvidaré, porque conocí de cerca a Humberto. Aprendí tan sólo un poquito de todo lo que juntos soñamos, progresamos y realizamos. Si algún día pudiera personalizar alguna de sus múltiples cualidades, mi mundo circundante cambiaría hacia rumbo mejor... No pude controlar mi reacción y aunque por la FE se contempla a la vida de manera diferente la emoción fruto del AMOR fraternal que nos unió fue aún más fuerte. Me dolió sentirme sin mi Hermano, me sentí desamparado, sentí cómo la noticia daba el tirón que dejaba un gran espacio vacío en mi corazón...vinieron a mi mente acontecimientos que vivimos juntos y la mezcla de dicha y dolor que sólo alimentaba mis sentimientos de pena y dolor.
De Humberto podemos decir muchas cosas admirables, y ello nos debe de llenar de gran alegría, pues tuvimos la dicha de haber convivido con un gran hombre. Nuestros ojos vieron, nuestros oídos lo escucharon, nuestras manos lo tocaron, nuestros corazones lo amaron y nuestra Fe ahora debería de estar fortalecida. Su compromiso irrevocable como Hermano nuestro y de La Salle lo colocan como uno de nuestros Hermano que van refundado el Instituto en su paso por el mundo. Para muchos de nosotros Humberto es sin duda, el modelo inmediato a seguir. Como dice el texto de Ia. De Corintios: “Así sucede en la resurrección de los muertos...” En el Instituto hemos sembrado una magnifica semilla.
Humberto: El Hermano con corazón recomendó, amó, sin medida ni horario.
Al finalizar mi primer año en el Instituto Regiomontano, y antes de saber mi cambio para Chihuahua, hacíamos planes para ese segundo año que nunca llegó. “Mire, Hermano” me dijo en ese tono que pedía prestado cuando se ponía serio, “que le parece si mejor decimos: contigo hasta vivir sólo de pan... a semejanza de nuestro Fundador”. Él ya sabía mi destino; ese su mensaje fue para mí, algo así como un mensaje para un recién graduado. Sus palabras, para mí han sido mi mejor recompensa y hoy las sigo llevando como algo nuestros. Esas sus palabras siguen resonando y nos mantienen unidos a pesar de las distancias. [Hermano Fermín Martínez misionero en Japón]
Carta a Humberto:
Muy querido Hermano y entrañable amigo:
El pasado viernes 12, en la noche, al llegar a la Comunidad de Gómez Palacio, me recibió el Hermano Tarsicio con la desconcertante noticia de tu partida.
Varios pensamientos golpearon con insistencia mi mente esa noche:
El profundo dolor del Hermano que cada vez se hacía más amigo, y con el que me une una gran confianza y mayor intimidad. Siento el gran vacío temporal de quien te brinda lo mejor de sí, sin condiciones.
Tu regreso a la Casa del Padre ocurre en los momentos en que el Distrito optado por un Postulantado más prolongado, por tanto, te necesitamos mucho, por la acción formadora tan notable que has desarrollado con nuestros jóvenes. Mucho esperamos y confiamos en ti.
La plena aceptación de la misteriosa voluntad de Dios y del designio amoroso del Padre, y, como en este misterio de la vida y de la muerte hay una fecundidad que sólo Él da, vino a mi mente. “si el grano de trigo no muere, queda infecundo...” y aprendí de nuestro Padre La Salle a decir: “Adoro en todo la voluntad de Dios en Humberto”.
Te quiero agradecer hoy, como en otras ocasiones, lo que tu presencia ha significado en mi vida, en momentos cruciales.
Fue tu compromiso y decisión en aquel mes de julio de 1983, lo que me motivo a aceptar la responsabilidad de animar el Escolasticado, conociendo mis limitaciones. Tu aceptación generosa y tu palabra de apoyo me dieron ánimos.
A lo largo de la Sesión del CIL, de enero a mayo de 1984, cuántos momentos compartimos platicando, reflexionando, al pasearnos por los jardines de la Casa Generalicia, y soñando en el futuro de nuestros Centros de Formación. Tu visión y sensibilidad de Formador me clarificaron muchas ideas.
Cuántas horas con José Cervantes, entonces Consejero en Roma, dedicamos para elaborar el Programa de Formación del Distrito. Para ti no había reposo ni descanso, sin importarte la debilidad de tu corazón, que al final te llevó en brazos del Padre.
Terminado el CIL nos pasamos quince días sin reposo para afinar el documento y, luego planear nuestro viaje por algunos Países de Europa, fue para conocer otras experiencias de Centros de Formación. Al pasar por esas casas siempre llevaste la delantera, por tu interés, tu calor humano que impactaba a los Formandos europeos.
Sólo tu sabías que el corazón de carne te dolía, porque el corazón de voluntad y de la entrega era un roble de gran firmeza.
En los años de formadores, tú en Lagos y yo en el CLES compartimos muchas preocupaciones acerca de nuestros jóvenes, y siempre admiré el respeto y la delicadeza al tratar a cada persona. Ante la perplejidad que nos causa el misterio de la persona humana, tu silencio, siempre oportuno, y tu mirada de bondad, me hacían decirte: “Charrito cuando pones ojos de cordero inmolado, es que no deseas herir ni prejuzgar”. Esa tu finura de tu espíritu y delicadeza de trato me aleccionó siempre.
Muchas veces con tus Hermanos Postulantes y novicios cantabas a Nuestra Señora: “Enséñame Señora a amar y ser humilde, a darme a los demás...”, y te felicito porque de veras que la Señor te lo enseñó y tú fuiste excelente discípulo.
Así te puedo definir: Amable, humilde, servicial a lo máximo. Ahora que estás con el Señor, sigue la acción formadora entre nosotros; yo sé que harás presente lo que llenó tus últimos años de entrega apostólica: los jóvenes Formandos, las vocaciones, el amor al Distrito... tu intuición de Pedagogo; sí, profesor Islas, no nos dejes de dar una manita cada día. En la fe, sé que ahora puedes hacer una acción más efectiva que antes.
Me alegro por ti, porque has perseverado y ahora “Brillas como estrella en las perpetuas eternidades”; ese es nuestro ideal, nuestra meta, tratando de seguir a nuestro Padre La Salle y a tantos Hermanos que como tú nos han hecho camino, Al despedirme, te pido que nos tengas muy presente con el AMIGO, el Corazón del Maestro que llenó tu vida y le dio sentido; que ahora que te fuiste con Él, nos envié muchos relevos tuyos.
Monclova, Coah. abril 18 de 1991.[Hermano Jorge García Abaroa]
[1] Maestra Rosa
[2] Hermano Everardo Márquez en La Salle en México Norte mayo de 1991
[3] Comunidad del Noviciado - Generación XXIX
[4] Testimonio del Hermano Fermín Martínez misionero en Japón
[5] Carta del Hermano Jorge García Abaroa quien fuera su compañero en el CIL de Roma 1984