Mover un objeto pesado por el suelo, empujándolo o tirando de él, es una tarea sencilla, pero se complica cuando el cuerpo se quiere trasladar a una posición más elevada. El plano inclinado facilita esta tarea empleando una superficie que une ambas alturas.
Una cuña es un objeto muy simple con forma de prisma triangular resultado de la unión de dos planos inclinados. Cualquier fuerza que se aplique perpendicularmente a una de sus caras, se transmitirá hacia las otras dos, y las fuerzas transmitidas a esas dos caras también serán perpendiculares a ellas.
La rueda tiene una característica única en relación con el resto de las máquinas simples: dispone de un centro geométrico del que todos los puntos de su periferia están equidistantes. En el centro se sitúa el eje, una pieza cilíndrica unida a la rueda con la que forma un conjunto solidario.
El tornillo es el elemento más simple para convertir un movimiento de giro en un movimiento lineal de avance y retroceso. Este mecanismo tiene más de dos mil años de antigüedad y consiste en un cilindro al que se le ha realizado un roscado.
Una palanca es una barra rígida cuya función es transmitir fuerza y movimiento. La palanca descansa sobre un punto de apoyo denominado fulcro, y las fuerzas aplicadas provocan giros en el extremo opuesto. El brazo que soporta la fuerza se denomina brazo motor, mientras que la parte de la palanca que sostiene la carga o peso resistente, se denomina brazo resistente.
La fuerza necesaria para vencer a un brazo resistente con una palanca viene dada por la fórmula:
F x d = P x D