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La participación y la desigualdad como claves de la discusión política


En la sede del Edificio Volta de la UNSaM se realizó la presentación del proyecto “Democracia Urbana Desigual: Participación Política y Desigualdad en CABA”, que reúne a investigadores e investigadoras de Queen Mary University of London, la Universidad de Buenos Aires, la Universidad Nacional de San Martín, The British Academy y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas.


El pasado lunes 18 de julio tuvimos un primer encuentro con colegas para presentar nuestro proyecto colectivo y las principales líneas de investigación. Contamos con la intervención de especialistas temáticos, quienes aportaron comentarios y reflexiones desde sus experiencias de investigación.


En la apertura, Sam Halvoresen realizó una exposición sobre el problema, los objetivos y las preguntas que guían la investigación en curso. Al respecto, señaló que en un contexto global donde la democracia parece estar en crisis y la participación se entiende como una solución, las ciudades latinoamericanas son casos centrales para indagar sobre estos procesos y la influencia de la desigualdad en la construcción de las agendas políticas.

¿Hasta qué punto la participación es una respuesta a la desigualdad urbana? es la pregunta clave, señaló, que se busca responder a través de un enfoque innovador.


Desde el punto de vista conceptual, el proyecto de investigación en curso busca repensar la participación política a través del contexto geográfico. En su exposición, Sam señaló que empíricamente trabajaremos relacionalmente a través de los distintos repertorios de participación -las militancias, las protestas, las y los representantes electos y los mecanismos de participación institucionales-. Desde el punto de vista metodológico, la innovación consiste en situar al barrio como un punto de partida analítico y empírico para una comparación relacional. Los casos del Barrio Saldías y Plaza Francia de la Comuna 2, y de Barrio Olímpico y Hospital Cecilia Grierson de la Comuna 8 son protagónicos para avanzar en el análisis.


Luego de la presentación del proyecto se realizó el panel “Participación política y desigualdades en la ciudad de Buenos Aires”, que contó con la participación de Monica Farias (UBA, IIGEO - CONICET), Matias Landau (UBA, IIGG -CONICET) y Juliana Marcús (UBA, IIGG -CONICET). El objetivo de esta segunda instancia de trabajo fue el de promover una instancia de discusión, reflexión e intercambio en torno a los ejes del proyecto de investigación y de las agendas de investigación concurrentes. El panel estuvo coordinado por Sebastián Mauro y contó con los comentarios de Rocío Annunziata.


En su intervención, Mónica Farías hizo énfasis en la pandemia y sus consecuencias como contexto político de la participación, y se preguntó: ¿Qué es lo que hace que la gente se movilice políticamente y que esa participación perdure en el tiempo?. Su experiencia de investigación y militancia política alumbran la importancia de la combinación entre instancias de trabajo territorial con las geografías de la responsabilidad y la producción de espacios de encuentro.


Por su parte, Matías Landau particularizó las características de la Ciudad de Buenos Aires como escenario de la participación política nacional, particularmente a través de la movilización y la protesta social. Al respecto, reflexionó sobre 4 dimensiones para problematizar la participación en la Ciudad. En primer lugar, las desigualdades político-institucionales y la concentración de instituciones gubernamentales en la Ciudad de Buenos Aires; en segundo lugar, las desigualdades sociales -por ejemplo, entre la zona norte y el sur- y su impacto en la ciudad como escenario de expresión de lo social; en tercer lugar, las desigualdades organizacionales y las trayectorias y motivaciones de la participación; y finalmente en cuarto lugar, las desigualdades vecinales y las experiencias organizativas.


Por último, Juliana Marcus repuso la dimensión significativa de la experiencia urbana y de la participación política, y detalló cómo las movilizaciones surgen en torno a conflictos latentes. En CABA la dinámica de los conflictos urbanos se da por una lógica de vaciamiento y producción comercial de los espacios públicos -los shopping como emblema de estos procesos-. En su análisis, la clave consiste en comprender la significación que los actores sociales le asignan al espacio barrial y de qué modo la dinámica urbana moviliza a los vecinos en una amenaza a su vida cotidiana.


Al cierre del panel, Rocío Annunziata retomó las intervenciones de los panelistas para sumar nuevas preguntas que estimulen la indagación. ¿Qué transformaciones generan las experiencias de participación sobre los propios actores? y ¿Cómo la desigualdad afecta la legitimidad de quienes participan? fueron las cuestiones que guiaron las intervenciones sobre el final del encuentro.

Mobilising for the right to the city: Inequalities and political participation in the neighbourhood of Saldías, Buenos Aires


Amid eroding democratic freedoms and growing disenchantment with the electoral process, political participation is often praised as the crucial remedy to save 21st Century’s democracy. For decades, Latin American cities have been beacons of deepening democracy worldwide, based on a tradition of participation via institutional innovations and protest. Yet Latin American cities are more unequal than ever, characterised by exclusion and marginality, casting a shadow over the legitimacy of urban democracy itself. These questions are the core of the research project “Uneven Urban Democracy: Inequality and Political Participation in Buenos Aires”, which aims to understand how unequal urban territories shape political participation, that is, who participates, how and why.

One of the most fascinating and inspirational cases analysed in our project is that of Barrio Saldías, an informal settlement of the Argentinian capital home to some 500 inhabitants. Built in the 1930s to host workers of the then-booming Argentinian railway system, ever more families in precarious conditions moved in this neighbourhood since the turn of the century, in a context of severe economic crisis. Residents, however, express notable capacities to participate in urban politics in spite of their own material deprivation. Another interesting aspect is the unique location of this neighbourhood. Situated at the heart of, and yet isolated within, one of the most affluent areas of the continent (Recoleta), Barrio Saldías shines a light on the complex geographies of inequalities in contemporary cities.

The inhabitants of Barrio Saldías have spearheaded a long-lasting struggle for urbanisation, with the prospect of improving their everyday living spaces. Thanks to a persistent mobilisation, they obtained significant victories, such as the connection to water and electricity systems. Many other demands, however, still have to be met. This ambivalent outcome needs be interpreted in the light of participation dynamics unfolding in three arenas, each connected with one another – the institutional, the grassroots, and the party politics arenas.

The plight of Saldías has become an institutional concern at different points in time, yet rarely spurring fully-fledged policy responses. Due to the intricacies of Argentina’s federal system, struggles for urbanisation have to reckon with a highly fragmented jurisdictional landscape, with authority dispersed across multiple government scales. And while decentralisation opens new political opportunities for activists, these may also find more difficult to target the ‘right’ public officials – those that can be more easily nailed to their own responsibilities. In the case of Saldías, for instance, one key barrier is that central authorities ows the land, and yet many infrastructural works lie in the hands the city government – thus giving rise to an institutional deadlock.

These institutional challenges are mirrored at the grassroots level. Mobilisation is led by a small but highly committed group of residents who, over the years, have been able to establish bonds of solidarity, forge alliances, and craft a collective identity – that of a neighbourhood with a distinctive history that demands to be recognised as integral part of the urban community. Yet their organisational infrastructure remains considerably weaker compared to those of other informal settlements in Buenos Aires. Most inhabitants, in fact, are sceptical about political participation and feelings of resignation are rampant among them (although volunteering is popular and often works as an entry point to more ‘political’ forms of participation). This owes to assorted factors, such as: frustrations with a slow and incomplete urbanisation process, in which victories are the exception; a small population that poses barriers to talk openly about personal problems, a pre-condition to frame them as political issues; social stratification, notably between older neighbours such as railway workers and newly-arrived ones, including foreign immigrants; and the significance of familism.

Finally, political parties are decisive to creating links between the institutional spaces of policy-making and the everyday spaces of grassroots politics. Over the decades, different Peronist parties have installed in, and extended their territorial control over, Saldías. Although following different logics and strategies, they all offer voluntary services to meet neighbourhoods’ basic needs (such as food distribution, school support, work integration programs) and to build consensus ‘one corner at a time.’ On the one hand, these groups are crucial to funnel neighbours’ demands into institutions and to broaden democracy at the neighbourhood level. On the other hand, conflicts among and within parties bred by party cadres and leaders reproduce also at the neighbourhood scale, obstructing the efforts for alliance-building. Also, different elected officials have proposed fully-fledged urbanisation plans for Saldías, in spite of the meagre chances of adoption. While these plans may have enhanced the popular credentials of their proponents, they have always remained on paper, thus further diffusing frustration among inhabitants and making already-fragile alliances even more fractious.