En un sueño, Laura estaba perdida en un bosque misterioso, donde las luciérnagas le guiaban el camino. Cada paso llevaba consigo la magia única que solo podía encontrarse en los sueños. Laura tenía miedo, pero a la vez se sentía tan intrigada que quería seguir el camino.
De repente, se halló frente a una puerta antigua pero brillante. Al cruzarla, se sumergió en un mundo surrealista, lleno de colores en armonía y en el que se desprendía una felicidad inmensa. Laura descubrió un reloj de arena gigante, donde cada granito era una oportunidad única para ser feliz.
En este rincón, encontró la libertad de ser quien quisiera ser, explorando sus recuerdos más profundos y descubriendo mundos que solo existían en su imaginación. Construyó en ese sueño su vida deseada, sin el miedo a arriesgarse. Cuando finalmente despertó, se llevó con ella la esencia de aquel sueño, llevándose también la valentía para explorar lo desconocido de la vida.