Historia del túnel de trasvase

Esta foto está hecha después del año 2000, al final de la obra, pero se incluye aquí porque en ella se puede apreciar la envergadura de la sobre excavación producida. La excavación de más que hizo el contratista fue debida al presentársele problemas de estabilidad y creer que la Dirección de Obra pagaba por metro cúbico de material extraído cuando en verdad lo hacía por metro de galería de 3 x 3 metros de sección. También incumplió la orden de parar la excavación y notificar a la Dirección de Obra cualquier desplome o inestabilidad que se produjera y en vez de ello y a lo largo de un fin de semana especialmente largo excavó una longitud de unos 60 metros. El primer día laboral, al visitarla, se paró la obra hasta que se estabilizase la excavación mediante los refuerzos de cerchas y chapas en la galería inferior y mediante muros y arcos en la galería superior. En la parte central de la foto se observa el tubo de ventilación con restos de cemento del gunitado que hicieron antes de entregar la obra en 2007. A la izquierda se ve la escalera construida durante la obra para acceder a la galería superior y controlar la estabilidad de la colada superior.


Al subir las escaleras comienza la galería superior, el suelo es el hormigón del techo de la galería inferior y en la parte superior se puede observar la parte inferior de la colada que soporta las viviendas situadas por encima de la boca de Hermosilla. Al fondo se puede ver uno de los muros de hormigón que sirven de apoyo a la colada superior, apreciándose el encofrado perdido de bloques.



Vista de la parte más profunda de la galería superior de la galería de Hermosilla. Se encuentra en la parte inicial tras pasar los ventiladores y se produjo al excavar en contratista una sección más grande que la que venía en el proyecto. Esta galería superior que en la obra la llamábamos “la capilla sixtina” la tuvimos que reforzar mediante muros y arcos para darle un apoyo a la colada que se sitúa por encima que es donde se apoyan las viviendas situadas encima de la boca de Hermosilla. En la parte superior se ve la parte inferior de la colada, mientras que en los laterales se observa la capa de escorias que con muy poca cohesión generaron los problemas de sobre excavación.

Inicio de la galería superior mirando hacia el lado contrario de la anterior, hacia la boca de la galería de Hermosilla. Al final se ven los pórticos que soportan los ventiladores. En esta zona inicial, como la altura era menor, el apoyo a la colada para evitar su desplome lo hicimos mediante muros de hormigón con encofrados de bloques, tal y como se aprecia a la izquierda de la foto. La base curva que se aprecia es el techo de hormigón de la galería inferior que es la que se utiliza para acceder al frente.


La capa roja es un almagre que se forma cuando una colada, en este caso la superior, pasa por encima de un suelo arcilloso quemándolo (en términos geológicos se dice rubefactándo). Esta foto corresponde a la galería de San Pedro o Aduares y siempre he pensado, por la enorme potencia de la capa que corresponde al contacto entre las series Taburiente II en la parte de abajo y la Cumbre Nueva arriba, pero debería ser confirmado por un geólogo. Los almagres se caracterizan por ser capas de permeabilidad muy baja, lo que provocan la existencia de nacientes.

Otra vista de esta misma capa de almagre pero ahora en el hastial opuesto. La mayor parte de los 370 nacientes de La Gomera, exceptuando los dos más grandes, Erques y Guadá, tienen en los almagres su origen, al igual que en las restantes islas. En cambio en La Palma el origen de los manantiales es diferente, se deben al contacto de materiales permeables con series de muy baja o nula permeabilidad como son todos los de La Caldera de Taburiente y los de Marcos y Cordero.


Imagen del primer dique perforado en la galería de Hermosilla, el agua aún tardaría centenares de metros en aparecer. Se observa la estructura formada por basalto con fisuras muy finas y cerradas hasta el punto de conferirle una permeabilidad muy baja, lo que hace que estos diques, los de estas características, se comporten como pantallas subterráneas de grandes longitudes y enormes profundidades, provocando la retención del agua, su aumento de altura y que logren convertirse en embalses subterráneos. A ambos lados del dique negro se observa un material más claro, formado por una matriz de aspecto arenoso y arcilloso que engloba piedras y bloques de diversos tamaños y naturaleza, es el llamado en terminología canaria el mortalón, los geólogos le llaman debris-avalanche y Telesforo Bravo lo bautizó como fanglomerado. En esencia es el resultado de un deslizamiento gigantesco, en este caso un trozo de isla con un enorme volcán de más de 2000 metros de altura se rompió por una superficie que llegó hasta los 2000 metros por debajo del nivel del mar. Al caer este volumen de más de 300 km3 de material lo hizo apoyándose en una capa de ese mismo material que soportó la caída, esa capa es el mortalón.


Vista desde atrás de la pala excavadora con la que se perforó el Túnel de Trasvase, en verdad había dos, una en cada galería, esta foto por el material geológico que se observa en los hastiales era la de San Pedro. La maquinaria, tanto palas como locomotoras y vagonetas eran eléctricas, se puede observar el cable de alimentación eléctrica de la pala. Los raíles eran para la locomotora y las vagonetas Handlüpp que se utilizaron.

Vista de frente de la pala cargadora de escombros. Corresponde a otra vista desde el lado contrario de la anterior. La pala, tenía un cucharon que empujaba el escombro procedente de la voladura hacia el interior de la pala, donde una cinta sin fin hacía que circulara por debajo de la pala hasta llevarlo detrás de ella donde caía a las vagonetas. Un método muy válido para perforar con grandes rendimientos. Se llegó a alcanzar los 150 metros al mes. Aunque la obra la terminó Acs, el material y los técnicos competentes venía de la contrata a la que le habían adjudicado la obra en origen, Auxini, que luego, dos años después de empezada la obra, fue absorbida por Acs. Con el cambio perdimos todos, sobre todo la isla, excepto Acs que ganó bastante.


Inicio de la aparición del agua en San Pedro tras pasar un dique que puede apreciarse en la esquina superior derecha. El material geológico que la aportó, tras el dique, eran coladas de basalto muy cerradas en las que las aportaciones se limitaban a los agujeros de los barrenos como los de la foto o a una surgencia por el piso o fisuras del basalto.

Galería de San Pedro o Aduares el día que dio agua poco después de alcanzar los 2000 metros de longitud, octubre de 1998. Debido al enorme caudal, 1400 pp/h, aflorado al romper un dique de seis metros de espesor y también causado por la poca pendiente ascendente de la galería, el agua corrió por la galería camino de la boca hasta encharcar la mitad de su longitud. Fue un verdadero espectáculo, sobre todo para aquellos que desde antes de perforar cambiamos el trazado de las pendientes augurando que íbamos a encontrar un enorme caudal.

Espectacular imagen de la galería de San Pedro en la que se convirtió la anterior cuando se perforó un dique volcánico de seis metros. El agua fluía de todos los lados, suelo, hastiales y techo, no porque la permeabilidad hubiera aumentado sino porque el dique volcánico había provocado una sobre elevación del nivel freático hasta poner el agua a más de cien metros por encima de la galería. En la foto se puede ver a la ingeniera Ayudante de la Dirección y al Director de la Obra, recorriendo esa ducha de agua a 12 grados y 155 de conductividad diciendo que esto era lo que se había avisado y nadie creyó.

Dirección de Obra y Contratista. De izquierda a derecha: Pedrosa, ingeniero de minas con gran experiencia y el Jefe de Obra que sustituyo al inicial, poniendo cordura y buen hacer en la obra, junto con el rendimiento que logró, fueron sus grandes resultados; Miriam Hernández, ingeniera técnica de obras públicas y actualmente ingeniera de caminos y Ayudante de la Dirección; Carlos Soler, ingeniero de caminos y Director de la Obra, Fernando Founes, ingeniero de minas y Delegado de la Obra por parte de Dragados. Son las cuatro personas que dirigieron y ejecutaron el Túnel de Trasvase en el 80 % de su longitud actual. Los técnicos de la contrata eran de Auxini, por expresa petición de la Dirección de Obra se mantuvieron al realizarse la absorción de Auxini por Acs. Los técnicos aportados por esta última empresa se dedicaron más a las labores burocráticas ya que en la isla esta empresa no tenía profesionales con la titulación y la experiencia requerida.

CONOCIENDO UN POCO MÁS EL TÚNEL DE TRASVASE...

1) La obra que usualmente se llama el Túnel de Trasvase, consistía inicialmente en un túnel de diez km de longitud y 2,60 x 2,80 m de sección, a perforar de forma descendente desde Las Breñas hacia Los Llanos de Aridane y ejecutando a la vez desde las dos bocas. Su objeto era el de transportar el caudal de 1651/s (1155 pp/h) que se correspondía a la suma de los caudales de las acciones de galerías de la vertiente este que tenían en propiedad agricultores del oeste en su mayor parte “hacendados”. El presupuesto de la obra adjudicada a la empresa AUXINI fue de unos 1.700 millones de pesetas. La obra comenzó el 12 de mayo de 1977.

2) Antes de empezar la obra el Director de la misma, Carlos Soler Liceras, cambió sustancialmente el trazado del túnel logrando que los dos tramos se perforaran en forma ascendente en vez de uno ascendente y otro descendente. Fue esta medida la que a la larga consiguió salvar la obra y lograr extraer agua desde ambas bocas a razón de 1.000 pipas/hora por cada boca durante los más de veinte años que dura la extracción. La calidad del agua es excelente, 155 mS/cm y 12 °C de temperatura.

3) En el proyecto inicial no figuraba que se encontrara agua en el trazado del túnel, en todo caso decía, como mucho y una vez calado el túnel, se exponía en el anejo correspondiente, que el caudal sería siempre inferior a 25 l/s (175pp/h).

4) La realidad fue que el tramo de Las Breñas alcanzó el agua a los 2.060 m. de la boca y tras entrar en el acuífero tan solo 110 m llegó a dar un caudal punta de 200 l/s (1400 pp/h). El tramo de Los Llanos de Aridane encontró agua y con similares caudales alrededor de los tres mil metros. Ambos datos concluyen en que quedan casi 5 km de túnel por perforar y todos ellos dentro del acuífero. Se trata por tanto de una disposición hidrogeológica excepcionalm no existe en este archipiélago otro acuífero similar con esa longitud útil ni con esa calidad del agua.

5) Las dos galerías han perforado materiales de series diferentes pero con propiedades hidrogeológicas similares. Exceptuando el mortalón, los materiales restantes han sido muy similares: coladas, escorias y piroclastos con permeabilidades muy altas que favorecen mucho la infiltración. En la de Las Breñas inicialmente se perforó la Serie Cumbre Nueva para luego pasar en su mayor parte a perforar la Serie Taburiente II. En Los Llanos se comenzó perforando la Serie de El Bejenado y luego se pasó a perforar el mortalón correspondiente al gigantesco deslizamiento de Cumbre Nueva.

6) A la vista de los grandes caudales que afloraron en el este, de acuerdo con la variación de la pluviometría en una vertiente y en la otra y debido a que la demanda de agua es mayor en el oeste que en el este, la Dirección de Obra insistió ante las autoridades insulares, autonómicas y estatales, que la única forma de solucionar el acuciante problema de agua que se padecía en ese momento era calando el túnel, puesto que una vez conseguida la unión de ambas galerías y mediante los cierres inventados por esa misma Dirección de Obra en el Pozo de Los Padrones, se podría llevar el agua del este para el oeste y viceversa.

7) Debido a esa misma insistencia, en la que se exponía que el caudal a obtener perforando los 10 km del túnel y que así sirviera de trasvase, podría ser enorme, sin precedentes en este arcihiélago y también por las presiones del Contratista, el Ministerio de Obras Públicas mediante oficio firmado el 15 de enero del año 2000 por el entonces Subdirector General de Obras Hidráulicas, propuso el cese del Director de la Obra. El Gobierno Autónomo accedió a la petición de cese, nombrando en su lugar a Pedro Calderón, dándose entonces por finalizadas las labores de recogida de los datos hidrogeológicos.


Extracto del Informe de Carlos Soler Liceras de octubre de 2019