Consiste en un cabezal, dentro del cual gira el husillo, y dos grúas longitudinales y paralelas entre si y respecto del husillo. Sobre la extremidad del husillo (cuello) va montado el plato universal, el plato de tres garras o el punto que sirven para centrar la pieza que se desea mecanizar y comunicarle el movimiento de giro que le procura el motor eléctrico a través del cambio de velocidades. Sobre las guías puede desplazarse el cabezal móvil, el eje del cual coincide con el del cabezal fijo y en cuyo interior puede desplazarse una barra provista en su extremo de un alojamiento en el que puede ser encajado un contrapunto (para el torneado entre puntos) o una broca (para mecanizar agujeros centrales). Entre el cabezal fijo y el móvil se desplaza, a lo largo de las guías, el carro portaherramientas; bien sea manualmente, por medio de un volante que hace girar el piñón que engrana a la cremallera fija situada a lo largo de la bancada, o bien por medio del movimiento de avance que comunica el giro de la barra de cilindrar o el de la barra o husillo de roscar, ambas movidas por el motor a través de la caja de avances o la de roscado. Sobre el carro y transversalmente a las guías puede moverse la torreta portaherramientas, guiada a su vez por unas cortas guías e impulsada manualmente, a través de un volante y un husillo roscado, o mecánicamente, gracias al movimiento de avance que le comunica la barra de cilindrar.
Pueden realizar todo tipo de tareas propias del torneado (por ejemplo taladrado, cilindrado, mandrinado, refrentado, roscado, conos, ranurado, escariado, moleteado, etc.) mediante diferentes tipos de herramientas y útiles que, de forma intercambiables y con formas variadas, se le pueden ir acoplando.