No están todas las actividades

1. El tiempo de ocio.  Si trabajáramos más horas al día y tuviéramos menos vacaciones sin duda que aumentaría nuestra producción, ¿pero tendríamos más bienestar? 

El PIB contaría que tenemos más rentas y podríamos comprar más bienes, pero se le olvida restar que tenemos menos horas para disfrutar de ello.

2. La producción del hogar. Tu amigo Agustín es un gran cocinero. Vas a su casa y te prepara humus casero, guacamole y pollo al curry. El coste total de los ingredientes es menos de 15 euros, pero 5 personas coméis algo que en un restaurante os hubiera costado mucho más. El PIB no cuenta todo ese valor de más por encima de los 15 euros, es decir, no cuenta el esfuerzo de Agustín en cocinar.

El PIB tampoco mide el valor de las actividades que no pasan por el mercado. Es el caso del trabajo de los amos de casa o el trabajo voluntario. Si un cocinero prepara un delicioso gazpacho manchego y lo vende en su restaurante, formará parte del PIB, pero no si lo cocina en casa para su mujer. De la misma manera, si lavamos el coche en un lavadero contará para el PIB, pero no si lo hacemos nosotros mismos.