Distribución de la riqueza

El PIB no mide la distribución de la riqueza entre los habitantes. “Recuerdo aquel día que entre Michael Jordan y yo metimos 71 puntos, Michael metió 69” Está frase de un compañero del famoso jugador de baloncesto Michael Jordan es un ejemplo para ver cómo el total no es siempre lo más importante. Dicho en otras palabras, no sólo importa el tamaño de la tarta, sino cómo se reparte. 

Si calculamos el PIB per cápita (esto es, el PIB de un país dividido entre el número total de habitantes) para obtener una medida del bienestar de la población, no conoceremos el reparto real porque solo obtenemos una media. Aunque el PIB per cápita fuera relativamente alto, pudiera resultar en la práctica que la distribución fuera muy desigual, es decir, que unos pocos tuvieran mucho y otros muchos muy poco, por lo que no podríamos decir que existe una elevada calidad de vida en el país. Por ejemplo, el PIB de algunos países árabes es muy alto, pero la riqueza se concentra en unos pocos jeques. La mayoría del país es pobre y sería un error pensar que la calidad de vida es alta porque el PIB es alto.