Capítulo 83

—¡Desharow! ¡¿Desharow?!

El grito urgente de Rhine junto con los golpes en la puerta sonaron de afuera. Además, también escuché los ruidos vociferantes de varias personas mezclados con pasos caóticos en la cubierta. Era como si los alrededores hubieran vuelto a su estado original y todo el barco se hubiera desprendido de un mundo de quietud mortal.

Una sensación de impotencia surgió de las plantas de mis pies. Me apoyé contra la pared con pasos tambaleantes y me deslicé al suelo. Las paredes estaban tan prístinas como siempre, pero el suelo estaba completamente mojado con un remanente de líquido negro entremezclado, lo cual era evidencia suficiente para demostrar que Agares había aparecido aquí. De hecho, había aparecido ante mí abriendo una grieta espaciotemporal para atacarme. Sin embargo, tampoco sabía por qué de repente se fue tan silenciosamente. ¿Quizás la apariencia de mi muerte cercana lo había estimulado a volver a su yo original?

Agares...

Palpé la herida sangrante alrededor de mi cuello mientras murmuraba para mí mismo. Puse mi cabeza contra la pared y la golpeé con fuerza un par de veces para aliviar algo de mi congoja. Mis ojos se desviaron de la luz que se filtraba de la claraboya hacia donde yacía el cuerpo de Yukimura: sus ojos todavía estaban un poco abiertos, pero las pupilas negras como perlas ya habían perdido su resplandeciente brillo de vida, congeladas en dirección a la claraboya como si esperaran penetrar la ventana de cristal y llegar a algún lugar. Me di cuenta de que tal vez debería sacar a Yukimura de esta pequeña cabina que lo aprisionaba y devolverlo al mar, lo que también podía haber sido el último anhelo de Asura.

Pensando en esto, me incorporé, me arrodillé al lado de Yukimura y lo recogí. Su cuerpo era increíblemente liviano, como un cadáver momificado deshidratado, por lo que levantarlo no requirió esfuerzo. Quizás se debía a que el peso de la vida había abandonado su caparazón, dejándolo vacío. Lo sostuve con cuidado, la elegante cola de pez azul se arrastraba débilmente por el costado junto con mis pasos. El agua que goteaba de su cuerpo era como lágrimas que me mojaban los tobillos.

Mientras sostenía a Yukimura, abrí la cerradura de la puerta y la escotilla se abrió ruidosamente frente a mí. Los rayos de luz se expandieron, llenaron las grietas del interior y se inclinaron sobre nuestro cuerpo. La luz se transformó en una hoja de rayos blancos en mi línea de visión, lo que me hizo sentir un poco mareado. Entonces, antes de que pudiera tener una buena visión de todo lo que estaba frente a mí, mi cuerpo fue repentinamente agarrado y empujado a un lado bruscamente. En el momento en que mi espalda golpeó el mamparo del barco, una voz anciana siseó.

—Hijo... ¡hijo mío!

En el momento en que mi visión se aclaró, no pude evitar quedar completamente conmocionado. El hombre tembloroso que se arrodillaba frente a mí, abrazando el cadáver de Yukimura, no era otro que el mismo Shinichi que me había engañado por completo con su muerte. Aunque su rostro rígido era inexpresivo y falso, un par de lágrimas transparentes brotaban de sus ojos turbios. Pero si se pudieran llamar lágrimas, entonces eso sería la broma más ridícula del mundo. No pude evitar reírme en voz alta, pero mi corazón estaba lleno de desconcierto, ira y una profunda tristeza por Yukimura.

—¿Es su hijo, señor Shinichi? ¡¿Yukimura es realmente su hijo?!

Shinichi no me respondió, sino que simplemente miró a varios hombres armados a su alrededor y escupió en voz baja como si estuviera maldiciendo:

—¡Mátenlo!

De repente fui rodeado por varias personas, con los cañones de sus armas apuntando directamente a mi cuerpo. Pero entonces, Rhine llegó a pararse ante mí a zancadas, agitando la mano mientras gritaba:

—¡Aguarde, Dr. Bingye! Fue Desharow el que solucionó la crisis de hace un momento. Esas criaturas fantasmales vinieron aquí para buscar a su hijo. ¡Además, la coronel Sakarol ordenó expresamente que el poder y las fuerzas armadas de este barco estuvieran bajo mi control en conjunto con usted, y sin el permiso de la coronel primero, nadie puede usarlos!

—Pero mi hijo... está muerto. ¡Desharow lo asesinó!

Shinichi levantó su rostro alienígena y me miró directamente con ojos rojos que brillaban de odio. Le devolví la mirada con frialdad, implicando sorna hacia este lunático lamentable y feo al tomar una respiración profunda y escupir palabra por palabra:

—Aunque la muerte de Yukimura fue un accidente, ciertamente soy parcialmente responsable. No huiré, pero señor Shinichi, por favor deje que su lamentable hijo muera con sentido devolviéndolo al mar. Su cuerpo ya no tiene ningún valor para usted, ¿no?

—¡¿Qué sabes tú?! —Como si mis palabras lo hubieran apuñalado, la expresión de Shinichi cambió de repente. Las comisuras de su boca temblaron un poco y sus ojos flotaron hacia el mar, como si buscaran la ilusión—. Este era el destino de mi hijo. Desde su nacimiento, estaba destinado a morir por la sagrada misión de su familia. ¡Nos trajo el regalo del dios del mar, el secreto de la especie de los sirenios que puede lograr la mayor contribución a la supervivencia del más apto de toda la raza humana! Nació por la gloria y muere por la gloria...

Estaba loco. Un lunático incurable que vivía en una fantasía del fascismo. 

Me apoyé en el mamparo, sin nada más que decir. Solo por el bien del presunto honor y gloria, se distorsionó el destino de una persona... Pero tampoco tenía lugar para criticar y no podía hacer nada para remediar esta tragedia, porque el protagonista de esta tragedia ya había muerto asesinado accidentalmente por Agares.

No tengo ningún derecho a decidir sobre su final. A pesar de morir de esta manera, en comparación con estar encarcelado por la fuerza o posiblemente encontrarse con su Asura que ahora era un completo demonio, para Yukimura esta podría haber sido la mayor misericordia que pudo haber recibido.

—Haga que lo entierren en el mar, Dr. Bingye.

En este momento, Rhine de repente abrió la boca. Me quedé perplejo ante las palabras. Pensé que este tipo al fin había encontrado su conciencia, solo para ver que estaba mirando hacia la popa del barco. Resultó que había un enorme remolino negro que apareció quién sabe cuándo en el mar. Se movía en la misma dirección que el barco, como si tuviera consciencia. Puede que solo sea Asura, que estaba esperando a su amante.

Dicho eso, Rhine caminó rápidamente hacia Shinichi sin sentimientos emocionales en su rostro severo. Como una máquina bien entrenada, levantó el cuerpo de Yukimura y lo arrojó hacia varios hombres armados. Caminaron directamente hacia el costado del barco en el momento en que lo cargaron en brazos. Era obvio que tenían la intención de tirar a Yukimura por la borda así nada más, como si no fuera un ser vivo real ni un alma que había fallecido dolorosamente. Era más bien como deshacerse de un montón de basura inútil.

Y este era el "entierro marino" que salió de la boca de Rhine.

Pero lo que más me asombró fue que ante una muerte tan indigna y el funeral de su hijo, Shinichi, como padre, simplemente se arrodillaba en la cubierta con la cabeza gacha e inmóvil, actuando como un cobarde que no podía enfrentar sus propios errores.

Las frías gotas de lluvia se clavaban en mi cuerpo como si fueran granizo. Mis manos se cerraron en puños. Una indescriptible sensación de angustia e incomodidad se apoderó de mi corazón, lo que me llevó a bloquear el camino de las personas que iban a lanzar a Yukimura al mar.

—Esperen. Por favor, esperen un minuto —susurré.

Esos hombres se detuvieron y me miraron confundidos. Rápidamente me quité el abrigo y cubrí cuidadosamente a Yukimura. Traté de recordar la elegía que se pronunciaba en un funeral tradicional ruso mientras dibujaba suavemente una cruz sobre su cabeza. Yo no era cristiano y tampoco sabía si esto pondría el alma de Yukimura a descansar −ascenderla al llamado reino de los cielos− pero esto era lo único que podía hacer por él.

—Usen el kayak...

Shinichi, que había estado en silencio durante tanto tiempo, finalmente se puso de pie con pasos tambaleantes y soltó un profundo suspiro. Incluso hasta el momento en que colocaron a Yukimura en un kayak pequeño, lo lanzaron al agua del mar y soltaron la cuerda para que se fuera flotando, nunca miró hacia atrás y en su lugar entró directamente a una de las cabinas del barco.

Pronto vi que el kayak que transportaba el cuerpo de Yukimura se alejaba del estrecho, el remolino negro también lo perseguía vigorosamente. El kayak desapareció por completo de la superficie en un instante.

Un sonido largo y bajo vino de la nada y resonó en todo el mar. La voz sonó como si se encontrara en la cima de la tristeza y el duelo, lo que me hizo quedarme abismado junto a la barandilla del barco durante mucho tiempo. Apenas me di cuenta de lo oscuro que se estaba volviendo el exterior.

—Oh, Desharow, mi pequeño héroe, ¿qué tienes en mente?

La voz de Rhine sonó a mis espaldas. Me agarró el hombro y de repente me abrazó por detrás.

Me horroricé e inmediatamente traté de separarme de sus brazos, pero la hemorragia y el dolor de las heridas habían reducido mi fuerza. Cuanto más forcejaba, con más fuerza me sujetaba. Mi cuerpo estaba completamente presionado contra su pecho y mi mentón estaba aún más restringido bajo su mano. Un aliento caliente se acercó por un lado de mi oreja. —Si eres lo suficientemente inteligente, deberías saber que debes quedarte a mi lado ahora. No puedo garantizar si Bingye enviará a alguien a matarte en secreto por la noche o no. ¿No que quieres bajar a esa cueva marina? Te llevaré, pero debes decirme tus motivos.

Evité la palma de su mano con disgusto e intenté forzarme hacia atrás, pero su rodilla se presionó entre mis piernas. Esto hizo que todo mi cuerpo cayera contra el costado del barco, con la mitad suspendida en el aire sobre el agua marina. Todo dependía de este único soporte −la mano que había agarrado la pretina de mi pantalón− para determinar la caída de mi cuerpo tambaleante al agua en cualquier momento.

¿Cómo podía hacerle saber a Rhine que la razón por la que quería ir allí era por Agares?

Me aferré al costado del barco y giré la cabeza, respondiendo fríamente con ojos penetrantes y filosos:

—Dinero. Quiero dinero. ¿No tienes curiosidad por saber por qué aparecí aquí de repente? Bueno, he estado trabajando para Kolov y vivo con la comisión que me da. De acuerdo con las regulaciones, tengo que participar en tus actividades comerciales para obtener una parte de las ganancias como participante.

—¿Oh? ¿De verdad? Pero no pareces ser un gran avaro, mi pequeño erudito —cuestionó Rhine, fingiendo su recelo. Su mano se deslizó por mi cuello y sentí una sensación fría cubriendo la herida en el costado de mi cuello. El olor a alcohol se infiltró en mi nariz y sentí un dolor urente. Siseé de dolor antes de que derribara mi cuerpo. No sabía si Rhine había creído mis palabras, pero enfrentarme con un pervertido como él no era la opción más sensata en este momento. Admitir temporalmente la derrota me permitiría seguir vivo y sano, al menos.

Por tanto, hice tripas corazón y renuentemente me obligué a suavizar mi tono. —Todo eso es gracias a ti, Rhine. Ahora no tengo nacionalidad, hogar ni dinero. ¿Cómo puedo sobrevivir?

—Ah, qué lástima. Debes haber sufrido mucho en los últimos dos años, ¿verdad? Si estás dispuesto a venir a Alemania conmigo, Desharow, te prometo que tendrás una vida feliz.

Rhine soltó un falso suspiro de tristeza y las manos que me tenía encima se apretaron aún más. Aunque sus labios me rozaron suavemente la nuca, solo pude sentir que mi estómago se revolvía incómodamente por su opresión, lo que casi me hizo vomitar.

La superficie del mar mostraba el reflejo tembloroso de Rhine y yo, pero mi mente pareció penetrar repentinamente las aguas profundas y llegar a donde estaba Agares. ¿Podía ver esta imagen completa? ¿Aparecerá enseguida aquí? ¿En la forma de esa malvada oscuridad mutante?

—Ya es suficiente, Rhine —dije con enojo, al límite de mi paciencia—. Suéltame. Si no quieres provocar problemas, entonces es mejor que no actúes con tanta intimidad conmigo. Estoy seguro de que no quieres que esas horribles criaturas oscuras regresen a este barco, ¿o no?

—¿A qué te refieres?

Rhine soltó una risa suave y despreocupada y tiró de mí para que me diera la vuelta. Tomado por sorpresa, mi espalda ahora se presionaba sobre la barandilla del barco. A través de esos dos pares de ojos azules cristalinos, una luz ambigua se develaba.

—¿Podría ser que estas criaturas demoníacas te atacan a ti, igual que a Yukimura? No lo creo en absoluto, Desharow... —susurró mientras se acercaba. Su aliento lleno de humo y alcohol se exhaló en mi cara—. Quiero decirte que la forma en que me apuntaste con el arma anoche fue muy caliente... No solo quiero abrazarte, sino que también quiero follarte aquí y ahora, ¿qué dices?

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