Capítulo 16

Desperté en medio de la noche, sintiendo una fuerte sensación de incomodidad. Mi cabeza se sentía mareada y febril, mientras que todo mi cuerpo se sentía como presionado por un objeto pesado, dejándome incapaz de mover un solo músculo. Con un extraño ruido resonando en mi oído, conscientemente me di cuenta de que todavía estaba atrapado en una parálisis de sueño, lo cual era algo común en personas que sufrían de insomnio.

Debo haber estado demasiado inquieto antes de quedarme dormido.

Recité mi nombre en mi corazón, y con mi mano apretada en un puño, intenté salir de este estado. Sin embargo, esto no solo no funcionó, sino que la sensación de estar atrapado parecía fortificarse. Si antes el ruido de fondo solo estaba ahí, ahora mismo también parecía sonar más fuerte y claro. Con concentración pude distinguir que el ruido sonaba como agua fluyente envuelta alrededor de las sílabas que había escuchado antes.

—A... ga... res... De... sha... row...

El sudor frío que me recorría la espalda traspasó mi ropa, mojándola.

¡Dios mío! ¡Esa es la voz del tritón! ¡¿De dónde viene?!

Mis ojos se agrandaron con alarma. Con gran dificultad, volteé mi rígido cuello para buscar la fuente del sonido. Cuando estuve seguro de que el sonido provenía del dispositivo de grabación del sonar conectado a la computadora en mi escritorio, no pude evitar relajarme, incluso sintiéndome ridículo por pensar que el tritón podría haber escapado.

Debí haber olvidado apagar la computadora antes de acostarme. Debería ser imposible que el tritón entrara en este recinto. Sin importar cuán feroz y poderoso fuera, seguía siendo una criatura hecha de carne y hueso que era incapaz de contraponerse a las instalaciones de protección de alta tecnología.

Me toqué la frente que estaba apelmazada de sudor frío, y me peiné el flequillo antes de cerrar los ojos. Respiré hondo, tratando de calmar mis nervios. Desharow, ¿cuándo desarrollaste temores psicológicos tan serios ​​hacia el tritón? Debes superar esta mentalidad y acostumbrarte a su existencia, debes hacerlo.

Traté de tranquilizarme en medio de la ensordecedora voz del tritón, pero parecía estar haciendo lo contrario.

Mi cuerpo se estaba calentando poco a poco, como un paciente de hospital que padece fiebre, el líquido en mi cuerpo estaba siendo rápidamente evaporado por el creciente calor. Al mismo tiempo, una extraña picazón migraba desde la parte inferior de mi columna vertebral cuales hormigas arrastrándose por todo mi cuerpo, obligándome a dar vueltas y vueltas en la cama hasta el punto que no pude controlar el impulso de simplemente levantarme y apagar el sonar. Pero no esperé que mis manos y piernas estuvieran tan débiles como para caerme de la cama y derrumbarme al suelo de cristal, asemejándome a una medusa sin columna vertebral.

El escritorio estaba a solo un par de pasos de distancia, pero ni siquiera tenía fuerzas para levantarme.

El bajo murmullo como de barítono del tritón resonaba alrededor de mi cabeza. El volumen del sonar no era tan alto, pero era transmitido entre mis tímpanos como un estéreo en repetición. Era como si Agares estuviera murmurando cerca de mis oídos, tratando de maldecirme y hechizar mi cuerpo. Incluso podía escuchar su respiración dificultosa, su fuerte deseo y lujuria eran como una vigorosa y violenta corriente submarina que colisionaba conmigo, haciendo que mi propia respiración fuera corta y rauda.

Esta clase de sentimiento me hizo estremecer. No sabía si era el misterioso poder innato de los sirenios del que el Sr. Shinji me había advertido antes, pero sentía que la extraña picazón en mi cuerpo se intensificaba cada vez más con la continuación de la voz del tritón. Se arrastraba a lo largo de mi columna vertebral, comiendo mis músculos y carne hasta los huesos, dejándome débil y entumecido... Hasta que finalmente se acumuló dentro de mi ano y debajo de mi coxis.

La raíz de mis piernas temblaba con un extraño antojo, mis nalgas se sintieron inesperadamente estimuladas para tensarse. La sensación de vacío en la profundidad de mi cuerpo me hizo sentir desesperado y lleno de deseo, pero me avergoncé demasiado como para pensarlo más.

Inmediatamente arrastré mi dedo hacia mi cadera, y fui a bajarme la ropa interior con la esperanza de que solo fuera una ilusión causada por lo ceñido de lo que llevaba puesto. Sin embargo, la sensación de vacío entre las raíces de mis piernas era tan fuerte que ni siquiera podía engañarme. Mi cuerpo estaba reaccionando de una manera extraña pero vergonzosa. Estaba ansioso por tener sexo, pero en lugar de querer entrar en una mujer, anhelaba... que una cosa masculina entrara en mí.

—¡Mierda!

Maldije despiadadamente en voz alta y con frustración, tratando de deshacerme de ese pensamiento totalmente repugnante. El cuello de mi camisa abotonada parecía asemejarse a un grillete ahorcándome alrededor del cuello, sofocándome. Rasgué con enfado un par de botones y toqué mi pecho desnudo que estaba empapado de sudor. Por lo que mis ojos podían ver, mi piel alguna vez blanca florecía inesperadamente con el color rojo debido al calor febril, que era un contraste raro y abrupto con el fondo pálido claro.

Qué está sucediendo... Mi cuerpo se ve rojo y caliente como si me hubiera emborrachado...

Cerré los ojos, y sacudí mi cabeza pensante mientras intentaba despabilarme.

¡Desharow, levántate y apaga esa caja de sonido! ¡Debe tener que ver con ese sonido!

Repetí constantemente las palabras en mi corazón con la esperanza de que pudiera detener el fuerte impulso de zambullir mi propio dedo en mi cuerpo para consolarme. Doblé mis piernas y–con la pequeña fuerza que reuní con gran dificultad–me tambaleé sobre mis rodillas, usando mi trepidante palma para sostenerme. Luego estiré la mano para apagar la computadora y el incesante murmullo del tritón se detuvo espontáneamente. Incluso la peculiar e intensa sensación en mi cuerpo desapareció, y como una marioneta rota con las cuerdas cortadas, me hundí suavemente hasta el suelo. El rastro de sudor de mis cinco dedos quedó impreso en el piso de cristal, junto con pequeñas gotas que cayeron de mi cabello mojado.

Me aparté el flequillo mojado. Las gotas de sudor que se reflejaban en el suelo reflectaban mis ojos llenos de confusión.

Dios, el hecho de que produje tanto sudor en tan poco tiempo básicamente iba en contra del sentido común.

Tiré de la parte delantera de mi camisa para limpiarme la cara. Incluso mis pestañas estaban cubiertas de sudor, como si acabara de realizar una intensa rutina de ejercicios.

¿La gente siquiera suda tanto cuando hace el amor?

De la nada, mi mente pensó en esa pregunta tan inesperada y desconcertante. Las escenas de un cuerpo físico de repente flotaron en mi mente, y abofeteé abruptamente mi frente con mi mano. ¡No, qué diablos estoy pensando! Sujeté la silla a mi lado y me golpeé la cabeza dos veces contra el respaldo de ella. De inmediato, el dolor hizo que la extraña ilusión desapareciera en el siguiente segundo. Me obligué a no pensar en lo que había imaginado, mas la fuerte sensación de vergüenza aún perduraba, lo que me hizo pensar en la terrible ilusión de ser violado.

¿La voz de los sirenios tiene un efecto afrodisíaco? Pueden ser criaturas muy libidinosas, tal como dice la leyenda...

Aunque no debería importar, Desharow. Es solo una característica biológica de una criatura, así que cálmate, cálmate.

Respiré hondo, y me entibé en mi silla. Me desabotoné el resto de la camisa para disipar el calor antes de levantarme para darme una ducha. Sin embargo, cuando la sombra de mi cuerpo cubrió el suelo, hizo que el piso de cristal cambiara de un estado reflejante a una vista más transparente. Bajar la mirada desde lejos y donde estaba parado me hizo notar repentinamente las anormalidades en la oscuridad del depósito de abajo.

Un par de largos y estrechos ojos que emitían una tenue luz me estaban mirando fijamente en el agua debajo de mí. La larga sombra negra estaba oculta en las profundidades de una gran pila de algas que estaban unidas al piso de cristal.

Solté un aullido por la repentina vista. Fui a cubrirme la boca con el puño apresuradamente, todavía contemplando la sombra debajo de mí, y poco a poco distinguí el contorno y el movimiento de su cuerpo.

Una de sus manos estaba colocada en el piso de cristal para mantener el equilibrio mientras que la otra estaba colocada justo en frente de la parte inferior de su cuerpo. El enorme órgano sexual estaba presionado contra la pared, el hinchado glande púrpura escurriendo líquidos espesos y blancos.

Me di cuenta de inmediato de lo que estaba haciendo.

...El tritón había estado situado debajo del piso de cristal todo el tiempo, solo un material orgánico transparente separando su cuerpo y el mío. Me estaba mirando intensamente, disfrutando la sensación de jugar conmigo usando su voz mientras se masturbaba.