Señor del Deleite, invocado por los Kojin en un momento de desesperación.
De las miles de deidades que moran en el interior de las tres joyas sagradas de los Kojin, Susano fue quien respondió a sus desesperadas plegarias. Esta divinidad del mar entiende el combate como una celebración, pero quien ose retarle no encontrará ni jolgorio ni piedad en el filo de su legendaria espada, Ame no Murakumo.
Una tribu de semibestias acuáticas que suelen encontrarse en el Ruby Sea y alrededores. Sus campamentos se encuentran bajo el mar, en cuyas profundidades encuentran un sustento infinito. A diferencia de otras semibestias, los Kojin no adoran a una única deidad, sino que creen que todas las cosas albergan al menos una divinidad. Esta creencia puede que sea parte del motivo de que muestren una auténtica afición por comerciar y coleccionar todo tipo de objetos.
La Dama de la Dicha, adorada deidad de la sibilina tribu de las Ananta.
Las leyendas hablan de una belleza sin igual, una benevolente diosa cuya llegada trae consigo la promesa de días dorados y abundantes cosechas. Hay quien cree que ha compartido sus poderes con sus más fervientes seguidoras, las Ananta. En su infinita misericordia, Lakshmi las protegería de cualquier daño, ofreciéndoles consuelo en su seductor abrazo.
Criaturas con aspecto de serpiente que habitan en las montañas de Gyr Abania. Formada exclusivamente por féminas, esta tribu ha existido desde la era de los Allagans y es legendaria por su dominio de la joyería, empleando antiguos hechizos heredados de una generación a otra.