Smilodon fatalis

Cada vez que escuchas a alguien mencionar un "Tigre dientes de sable", lo que realmente están diciendo, ya sea que se den cuenta o no, es Smilodón, pese a que Smilodón no pertenece a la misma familia de félidos que los Tigres, que pertenecen al grupo Pantherine. Como miembro de Macairodontine, un nombre vulgar más aceptable para Smilodon es 'Félido con dientes de sable'. Se trata de ser objetivamente correcto para que las personas no aprendan la información incorrecta.

Smilodón tiene una extensión muy amplia en el registro fósil con la primera especie Smilodón gracilis conocido desde el Pleistoceno temprano hasta la etapa jónica hace unos quinientos mil años. No solo gracilis es la especie más antigua de Smilodon, también es la más pequeña con estimaciones de peso entre 55 a 100 kg.

Smilodón fatalis es de tamaño más intermedio con estimaciones de 160 a 280 kg, aunque pudo excepcionalmente ser un poco mayor. Su entrada en el registro fósil incorpora los últimos tres sextos del rango temporal de Smilodón hace 1.6 millones de años cerca del comienzo de Calabriense, hasta el Holoceno temprano hace diez mil años, lo que se superpone a la existencia de gracilis por poco más de un millón de años.

De aspecto muy imponente, el mordisco del esmilodón era relativamente débil y solo tenía, aproximadamente, un tercio de la potencia del de un león. Se creé que Cazaba en solitario, aunque esta teoría es muy discutida; poseía unas potentisimas patas delanteras que usaba para tumbar a la presa e inmovilizar a sus víctimas con una fuerte flexión de la cabeza permitida por una potente musculatura cervical, clavando sus temibles caninos en la garganta. La sangre dejaba de llegar al cerebro y la muerte se producía de manera inmediata. No necesitaba, por tanto, una mandíbula tan potente como los felinos actuales.

Los ejemplares mejor conservados se han encontrado en La Brea, en Los Ángeles (Estados Unidos), en unas afloraciones naturales de alquitrán.