El Síndrome de Asperger es un trastorno del sistema nervioso que se clasifica como parte del Trastorno del Espectro Autista (TEA), afectando la manera en que el cerebro interpreta la información.
Aunque la comunidad médica ha dejado de usar el término síndrome de Asperger desde 2013, algunas personas que fueron diagnosticadas antes de esa fecha todavía lo emplean y lo consideran fundamental en su identidad. Otras, en cambio, prefieren identificarse simplemente como autistas. Ambas alternativas son válidas; depende de la preferencia personal.
Las categorías anteriores de diagnóstico de autismo incluían:
Trastorno autista
Trastorno desintegrativo infantil
Trastorno generalizado del desarrollo, no especificado de otra manera (TGD-NOS)
Síndrome de Asperger
Síndrome de Rett
Los niños tienen mayor probabilidad que las niñas de ser diagnosticados con autismo. Por cada cuatro hombres con Asperger, hay una mujer diagnosticada.
Áreas donde se presentan dificultades:
Las personas que presentan esta condición manifiestan problemas en los siguientes ámbitos:
Los criterios para el diagnóstico indican que, para determinar la severidad de este síndrome, se requiere realizar un examen que permita entender la complejidad de los síntomas. También es posible evaluar algunos rasgos particulares de cada persona.
Es importante investigar si hay dificultades en la comunicación social y en qué medida se presentan. En ciertos casos, también pueden observarse patrones inusuales en la forma de comunicarse y problemas en la comprensión de conceptos abstractos.