Es un estilo de comunicación que implica expresar tus ideas, opiniones y sentimientos de manera clara, directa y respetuosa, sin agredir ni menospreciar a los demás. Se basa en el respeto mutuo y en la búsqueda de un equilibrio entre tus propias necesidades y las de los demás.
Directa: expresa tus sentimientos y tus pensamientos de manera clara y sin rodeos. Este enfoque puede ser útil cuando necesitas ser directo y resolver un problema de manera rápida y eficaz.
Empática: implica entender y respetar las necesidades de la otra persona mientras te mantienes firme en tus propias convicciones.
Asertiva: implica defender tus derechos y expresarte de manera clara y firme sin preocuparte demasiado por los sentimientos de los demás. Este enfoque es útil cuando necesitas establecer límites claros y proteger tus intereses.
Pasiva: supone expresar tus pensamientos y sentimientos de manera tímida o sumisa, evitando el conflicto a toda costa. Aunque este enfoque puede parecer inofensivo, puede llevar a la acumulación de resentimiento y a la falta de respeto por parte de los demás.
Contemplar un buen autoconocimiento; teniendo bien en claro que es lo que pensamos y lo que queremos
Manejar una buena escucha activa; escuchar a la otra parte es indispensable para llegar a un punto medio
Ser claro y conciso; utilizar un lenguaje claro y adecuado nos sirve para evitar ambigüedades y malentendidos
Aprender a no ceder y decir "no"; es de suma importancia el aprender a poner limmites y a lograr que estos sean respetados, de esta forma logramos defender nuestra postura pero sobre todo hacerlo de manera respetuosa