Esta área se dedica a la investigación de delitos de diversa índole, desde robos hasta homicidios. Los detectives trabajan en la recolección y análisis de pruebas, entrevistas a testigos y elaboración de informes detallados. Su objetivo es esclarecer hechos criminales, identificar a los responsables y llevarlos ante la justicia. Colaboran estrechamente con fiscales y otras agencias para garantizar procesos legales sólidos y efectivos.