En 1972, Gustavo Bueno publicó Ensayos materialistas, un volumen de casi 500 páginas dirigido a “colaborar a la constitución de una filosofía académica materialista”. En los dos ensayos que componen el libro se desarrollan las doctrinas centrales de la ontología del materialismo filosófico. Cincuenta años después, en esta edición del Curso de verano de filosofía vamos a conmemorar ese momento casi fundacional en la historia de este sistema filosófico. Y lo haremos discutiendo doctrinas que están vivas, que no son ajenas a polémicas y que se mantienen tan potentes en este comienzo de milenio como lo eran cuando aparecieron.
La ontología es con la gnoseología un componente esencial de un sistema filosófico. Para Gustavo Bueno, se contrapone a la fenomenología y también a las ciencias categoriales. Así la ontología pretende “determinar el trasfondo esencial o sustancial detrás de los fenómenos, pero siempre regresando a estos”. Esa tarea solo puede hacerse desde un edificio sólido, un edificio sólido que parte de la crítica de la unicidad del ser y afirma la pluralidad indeterminada e infinita, de modo que se rechaza la tesis de la unidad en que todo se conecta armónicamente con todo. Se trata, pues, de una ontología que se opone al idealismo y también a no pocos materialismos monistas o mundanistas.
En la contraportada del volumen editado por Taurus en ese ya lejano 1972 podían leerse las siguientes palabras:
Gustavo Bueno –profesor en la Universidad de Oviedo, cuyo Departamento de Filosofía dirige– ofrece en este libro la exposición de las Ideas elementales del materialismo filosófico. Se trata de un libro programático. Porque el materialismo filosófico es principalmente una disciplina crítica que pide su desarrollo en los campos más diversos, aunque manteniendo una perspectiva unitaria. Pero no por ello su intención es la de bosquejar una «síntesis enciclopédica» de los conocimientos científicos en su estado actual de desarrollo. Los libros de «síntesis» –que tan importante papel desempeñan– constituyen un género literario que viene a ser, precisamente cuando se busca en ellos la «síntesis», la contrafigura del materialismo filosófico. En lugar de seguir el orden alfabético, y comenzar por la A, suelen comenzar por las galaxias, seguir por los ácidos nucleicos y terminar por la epopeya del hombre. Se trata, por tanto, de relatos míticos («Erase una vez...»), con material científico. El materialismo filosófico también se enfrenta con los temas propios de un libro de síntesis: galaxias, neutrinos y clases sociales. Pero su perspectiva es totalmente diferente, porque ahora se continúa una disciplina tradicional: la disciplina crítica filosófica.
La importancia de un libro tiene seguramente mucho que ver con que décadas tras su publicación siga constituyendo un recurso al que siempre ha de tornarse cuando se trata acerca de la ontología del materialismo filosófico.
Pero este curso no será una vuelta “filológica” al texto de 1972. Se estructura en lecciones dedicadas a cuestiones que muestran su vigencia precisamente en el hecho de que reaparecen cuando obligadamente se confrontan los materiales del presente. Es en esas mismas confrontaciones donde una filosofía debe mostrar su potencia frente a otras.
El objetivo de estas páginas web es el de facilitar a los asistentes al curso un conjunto de informaciones que les permitirán acceder a las fuentes de las cuestiones tratadas y también consultar los materiales que permitirán un mejor seguimiento de las ponencias que conforman aquel. Mientras esto es de interés para todos los asistentes, quienes se acerquen a vez a la filosofía de Gustavo Bueno hallarán aquí algunos recursos que les facilitarán la tarea.
Información general sobre el curso en la web de la Universidad de La Rioja
Información general sobre el curso en la web de la Fundación Gustavo Bueno