Todavía no está implementada, por lo que no existe una definición clara. Para hacernos una idea, hacer la transición de la web original, de la Web 1.0 a la Web 2.0, llevó más de diez años. Dicho esto, se espera que lleve un tiempo parecido, si no más, implementar y remodelar totalmente la web con la 3.0.
Pero no todo tardará tanto en llegar. Existen algunas tecnologías que definirán esta nueva web que ya se están desarrollando. Por ejemplo, los electrodomésticos inteligentes que utilizan redes inalámbricas e IoT son ejemplos de cómo la Web 3.0 ya está impactando en la tecnología.
En definitiva, si pensamos en la Web 1.0 como un proveedor de información estático donde las personas leen páginas web pero rara vez interactúan, y en la Web 2.0 como una Web interactiva y social que permite la colaboración entre usuarios, podemos suponer que la Web 3.0 cambiará tanto cómo se hacen los sitios web como la forma en la que las personas interactuarán.