Nuestra propuesta para la cuaresma de este año se inspira en la invitación que hizo el Cristo de san Damián a Francisco de Asís cuando andaba perdido en su proceso de búsqueda y conversión. "Francisco, ve y repara mi casa que como ves amenaza ruina". Esta invitación que hizo el Señor a Francisco, se nos hace también a nosotros en este tiempo de cuaresma, como creyentes y seguidores del Poverello.

No podemos mirar para otro lado, tenemos que ser cuidadores de la creación, reparadores de su casa. Podemos mejorar (reparar) el mundo donde, millones de personas en diferentes realidades y circunstancias, habitamos.

Cuidar la casa como Francisco de Asís, es ver a Dios en todo lo creado, en toda criatura. El entorno humano y el entorno natural se degradan juntos. La preocupación por el medioambiente comporta un amor sincero hacia los demás seres humanos y el compromiso por resolver los problemas de la sociedad. El cuidado asume la doble función de prevención de daños futuros y regeneración de daños pasados.

Os invitamos a ir subiendo la escalera de nuestra casa común. Cada semana nos pararemos en una de las plantas del edificio. Leeremos el evangelio que la liturgia nos propone y reflexionaremos sobre cómo aplicarlo a nuestra vida. También se nos invitará a una acción concreta para reparar nuestra casa común.

Podríamos también coger el ascensor, es decir, que la cuaresma sea solamente un simple trámite que tenemos que pasar sin esfuerzo ni implicación. Sería una pena perderse el viaje, además de que la tecnología consume muchos más recursos y nos perderíamos un ejercicio físico muy recomendable.