El Imperio Romano era esencialmente un imperio militar y requería un largo ejército para retener su territorio y pelear con los imperios rivales, tribus y estados. Los trabajos militares de La Antigua Roma estaban abiertos para personas con todos los trasfondos y para las personas de clase baja esta era una buena forma de tener un salario regular y un pedazo de terreno al final de su servicio, haciéndoles ascender en el ámbito social. Los soldados también eran usados para construir fuertes y carreteras.

La vida diaria en la Antigua Roma a menudo comenzaba con un desayuno ligero. Pan y agua (o vino) se servía en casa, o un integral podía ser comprado de camino al trabajo o escuela. A veces carne, pescado, fruta y otras cosas podían servirse, pero no todos los días.

Hombres y niños usaban togas y más tarde túnicas, que eran un solo un poco más largas que las camisas usadas hoy día. Las mujeres y niñas también usaban túnicas; sin embargo, estas llegaban hasta sus tobillos y se ataban cerca de la cintura.

Mientras muchas niñas se quedaban en casa con sus madres para encargarse del hogar, a algunas se les permitía ir a la escuela con los niños. Las escuelas a menudo consistían de solo una habitación y se asemejaban a una pequeña tienda romana, como una panadería.