Además de tener la segunda ciudad y Universidad más importante del país, Jalisco es relevante en la política nacional por el desarrollo de la oposición que impactó en el proceso de democratización de México en las últimas décadas del siglo XX. Efraín González Luna fue el primer candidato presidencial por el Partido Acción Nacional (PAN) en 1952 y su hijo lo volvió a ser en 1970. Carlos Petersen casi ganó Guadalajara en 1973 como candidato a la presidencia municipal. El PAN se fortaleció con las élites agroindustriales de la entidad y con la Cámara de Comercio de Guadalajara. Fue en 1995 el tercer estado en tener alternancia a nivel de la gobernación con el Partido Acción Nacional, partido que gobernó hasta 2012. Aunque las elecciones para la gubernatura de 2012 supusieron el regreso al poder del Partido Revolucionario Institucional (PRI), la victoria se dio con menos de 150 mil votos de distancia respecto del segundo, Movimiento Ciudadano (MC), fuerza emergente a nivel local y representada por Enrique Alfaro Ramírez. A partir de ahí, Alfaro y MC crecieron hasta ganar Guadalajara en 2015 y las elecciones estatales en 2018. Desde entonces el estado se convirtió en uno de los dos gobernados por dicha fuerza política (el otro es Nuevo León), que en estas últimas elecciones además compitió con un candidato presidencial propio contra las dos grandes coaliciones. 

Sin embargo, en 2024 la ventaja de Movimiento Ciudadano sobre la coalición Sigamos Haciendo Historia, formada alrededor del partido oficialista de MORENA, se acortó a menos de 90 mil votos (Tabla 1), reduciéndose considerablemente el margen de victoria que había obtenido en las elecciones para la gubernatura en 2018. Movimiento Ciudadano obtuvo 11 curules en el congreso de Jalisco frente a 17 de la coalición oficialista (Tabla 2). MC perdió las Diputaciones Federales que estaban en juego así como los curules que Jalisco elegía para el Senado. Al mismo tiempo se redujo su votación a nivel municipal (Tabla 3). 

¿Cuáles son las razones para estos resultados? En este trabajo argumento que se deben a tres factores. En primer lugar, a la relación del gobernador saliente con la dirigencia de MC. En segundo lugar, a su relación con las élites estatales. En tercer lugar, al nuevo “MORENA Jalisco” y sus aliados Pedro Kumamoto, el partido estatal Hagamos y Claudia Delgadillo. Estos tres factores se combinaron enmarcados en la baja popularidad del gobernador Alfaro y la crisis de desaparecidos y de seguridad en el estado

El primer factor tiene que ver con la relación de Enrique Alfaro, el gobernador saliente, con la dirigencia de Movimiento Ciudadano (conocido coloquialmente también como Movimiento Naranja). Ya desde el 6 de julio de 2018 apenas electo gobernador, se había proclamado ajeno a Movimiento Ciudadano. Desde entonces ha tenido varios episodios de enfrentamiento y conflicto con la dirigencia nacional, reclamando su liderazgo e importancia dentro del partido. Sin embargo, durante 2023 se presentó el mayor de éstos cuando fue muy clara la pelea al interior del partido gobernante en Jalisco: el grupo de Enrique Alfaro que incluía a Clemente Castañeda, Verónica Delgadillo, Alberto Esquer, entre otros contra el grupo de Pablo Lemus que inició su carrera política en el ayuntamiento de Zapopan como empresario y en la COPARMEX. Estaba en disputa la candidatura por Jalisco y tanto Castañeda como Lemus querían serlo. Después de que Lemus fuera nombrado candidato, Alfaro mostró su apoyo a la candidata de la Alianza, Xóchitl Gálvez y se deslindó de Jorge Máynez, candidato de su propio partido MC a la Presidencia en febrero de 2024. La campaña de Movimiento Ciudadano en Jalisco apunto a promover el voto útil a nivel nacional (es decir promover el voto por Xóchitl Gálvez a costa de su propio candidato presidencial) para propiciar una derrota de MORENA, sin que hubiera otros argumentos o propuestas más fuertes a favor de los partidos o candidatos involucrados. De esta manera MC se convirtió sólo en una marca anti-MORENA que no aportaba otros elementos políticos para sus electores.

El segundo factor es la relación de Alfaro con las élites locales. El padre del actual gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Anguiano fue líder de la FEG de 1967 a 1969, y rector de 1983 a 1989, previo al rectorado del Lic. Raúl Padilla, quien rompió acuerdos con la familia Ramírez Ladewig, descendientes de Margarito Ramírez y que gracias a sus acuerdos con Obregón tomó el control de la Universidad desde la década de 1950. En esos mismos años, se fundó a nivel nacional el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el Lic. Padilla junto con el Lic. Porfirio Muñoz Ledo acordaron conformar el capítulo del PRD en Jalisco. Desde entonces, la Universidad creció y se consolidaron proyectos culturales clave en el estado, por lo que el Lic. Padilla se convirtió en una pieza clave de la élite local de Jalisco, junto con la empresarial (COPARMEX) la sindical (sobre todo CROC, entre otras) y las familias y grupos que controlan la política en los municipios. Estos hechos pueden ser la razón de la enemistad entre la familia de Alfaro y Padilla. 

La campaña de gobernador desde 2012 de Alfaro Ramírez fue siempre contra el grupo de Padilla e, incluso, fue en la coalición presidencial con Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien tampoco apreciaba a Padilla por su vínculo con el PRD. Sin embargo, en 2018 Alfaro y Padilla lograron un acuerdo y apoyaron la candidatura presidencial de Ricardo Anaya con la Coalición Por México al Frente (MC, PAN y PRD). Ya en 2018 MORENA había aumentado su votación hasta llegar a un 21% en la elección a gubernatura y congreso estatal, superando así al PRI. Del mismo modo, Kumamoto, líder político que apareció en 2014 como candidato independiente estuvo a punto de ganar un curul en el Senado con el 22.6%. Sin embargo, como era Independiente no pudo acceder a la figura de primera minoría y perdió ante la alianza de MC-PAN-PRD. En 2021, Kumamoto obtuvo el registro de FUTURO como partido local.

Después del manejo de la pandemia de Covid-19 en 2020, y de una tregua breve, Alfaro se volcó contra la Universidad de Guadalajara y su grupo predominante. El conflicto fue evidente a través de declaraciones públicas, recorte de presupuesto e intentos de boicots a la Feria Internacional del Libro. Estos desencuentros así como el registro en 2021 del partido político local Hagamos, con raíces en la Universidad de Guadalajara polarizaron aún más a los grupos políticos. Morena Jalisco mantuvo su votación del 21% y Hagamos y Futuro consiguieron varios curules en el congreso estatal. Finalmente, el 2 de abril de 2023, se suicidó el Lic. Padilla. El actual rector Ricardo Villanueva tomó el liderazgo institucional de la Universidad y los conflictos se disiparon. Sin embargo, ya para el proceso electoral 2023-2024 el grupo universitario apoyaba al nuevo liderazgo de MORENA Jalisco en la coalición local.

Finalmente, el nuevo liderazgo de MORENA en el estado consistió en relevar a Carlos Lomelí, pilar de MORENA Jalisco y del Obradorismo desde sus inicios. Claudia Delgadillo, ex priista con Aristóteles Sandoval (ex-gobernador de Jalisco) y con Meade (ex-candidato presidencial en 2018) y cercana a la Universidad de Guadalajara se convirtió en la candidata a la gubernatura. Tonatiuh Bravo Padilla, Enrique Velázquez y Mara Robles, universitarios de Hagamos, consolidaron la Coalición. Lo mismo hizo Kumamoto. La coalición fluyó entonces con liderazgos contrarios a Movimiento Ciudadano. Todas las fuerzas políticas involucradas en la Coalición salieron fortalecidas con triunfos aunque con la pérdida de registro de Hagamos y Futuro. Pero incluso la Universidad de Guadalajara ganó con un presupuesto regulado en la Constitución local, para evitar conflictos con los gobernadores, avalado por todas las fuerzas políticas. Al final, Alfaro se doblegó y se mostró nuevamente leal a la Universidad y su influencia política en el estado.

Sin embargo, el epílogo de este proceso electoral tuvo tintes de retroceso para la cultura democrática en Jalisco. Claudia Delgadillo, Mario Delgado, AMLO y Kumamoto desconocieron los resultados al perder la gubernatura de Jalisco y la alcaldía del municipio de Zapopan. En las instalaciones donde se contaban los votos por parte de la ciudadanía hubo golpes a funcionarios del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana del estado de Jalisco (IEPC). Hubo amenazas a la Consejera Presidenta Paula Ramírez. En este ambiente de desconcierto y violencia, en los Tribunales se discute si se va a hacer o no una elección extraordinaria en Jalisco.

Mónica Montaño Reyes es Profesora-investigadora del Departamento de Estudios Políticos de la Universidad de Guadalajara y Coordinadora del Observatorio Político Electoral de la Universidad de Guadalajara.