El trastorno explosivo intermitente (TEI) es un trastorno de la conducta caracterizado por episodios aislados de comportamiento explosivo e impulsivo de intensidad extrema. Estos episodios son breves, pero pueden ser muy agresivos e implicar el uso de palabras o acciones violentas. Los episodios pueden provocarse fácilmente por situaciones cotidianas, y la persona con TEI generalmente no muestra remordimientos o arrepentimiento después de un episodio. Los episodios pueden ser verbalmente agresivos, físicamente agresivos o ambos. Los síntomas del TEI incluyen una irritabilidad crónica, una tendencia a la explosividad, y el descontrol de la rabia. El trastorno se diagnostica cuando los episodios son recurrentes y se producen en situaciones que no son apropiadas. El tratamiento del TEI suele incluir terapia cognitivo-conductual, terapia dialectal conductual, medicamentos y/o el apoyo de un trabajador social.
Los principales síntomas del trastorno explosivo intermitente son:
- Irritabilidad crónica
- Tendencia a la explosividad
- Descontrol de la rabia
- Comportamiento agresivo verbal o físico
- Ausencia de arrepentimiento o remordimiento después de los episodios
- Episodios recurrentes en situaciones sociales inapropiadas
Si siente que sus episodios de rabia son recurrentes y están fuera de su control, es posible que tenga trastorno explosivo intermitente. Se recomienda consultar a un profesional de la salud mental para una evaluación de diagnóstico. Durante la evaluación, preguntarán acerca de su historial médico, síntomas y antecedentes familiares. También pueden realizar una evaluación psicológica para determinar si los síntomas están relacionados con el TEI.
El tratamiento del trastorno explosivo intermitente a menudo incluye terapia, medicamentos y apoyo de un trabajador social. La terapia puede incluir terapia cognitivo-conductual (TCC) para ayudar a la persona a controlar su rabia y comportamiento violento. La terapia dialectal conductual (DBT) también puede ayudar a mejorar la regulación emocional. Los medicamentos pueden ayudar a reducir los síntomas de la enfermedad. El apoyo de un trabajador social puede ayudar a la persona a controlar los síntomas del TEI y a establecer relaciones saludables.
La terapia cognitivo-conductual (TCC) para el trastorno explosivo intermitente se centra en ayudar a la persona a desarrollar habilidades para controlar sus emociones y comportamientos. El terapeuta puede ayudar a la persona a identificar y cambiar los pensamientos y creencias negativas que pueden contribuir a los episodios de rabia. El terapeuta también puede ayudar a la persona a desarrollar habilidades para manejar la ansiedad y la ira, y a identificar y evitar situaciones que desencadenen los episodios. La terapia de exposición también puede ser útil para ayudar a la persona a lidiar con el estrés y la ansiedad.
La terapia racional emotiva conductual (REBT) para el trastorno explosivo intermitente se centra en ayudar a la persona a cambiar sus creencias irracionales y conductas irracionales. La REBT se basa en la teoría de que los pensamientos irracionales pueden contribuir a la ansiedad y a la ira. El terapeuta ayudará a la persona a identificar pensamientos irracionales y a reemplazarlos con pensamientos más saludables y racionales. El terapeuta también puede ayudar a la persona a desarrollar habilidades de afrontamiento para manejar y controlar el estrés y la ansiedad.
Si un ser querido tiene trastorno explosivo intermitente, es importante apoyarlo y acompañarlo en su tratamiento. Puede ofrecerle apoyo emocional, escucharle sin juzgarlo, y hablar con él de manera comprensiva. Si está tomando medicamentos, asegúrese de que los tome según las indicaciones del médico. También puede ayudarle a buscar ayuda profesional y apoyarlo durante la terapia. Si los episodios son graves, asegúrese de que busque atención médica de inmediato.