Compartimos con ustedes narrativas desarrolladas por docentes que trabajan en Establecimientos Educativos vinculados al proyecto de Ciencia Ciudadana MASARE.

• Emprender éste proyecto fue abrir un nuevo capítulo en mi práctica docente, fue un camino situado, contextualizado y fruto del compromiso del trabajo en equipo de manera permanente. Este camino hacia lograr “una historia que se escriba con agua”, ante todo fue trazar senderos para que cada una de las clases dejara pequeñas improntas, que, como el agua sobre la arena, deja una huella  para otro…comencé este  camino planteando como saber fundamental   la cuenca hidrográfica como una verdadera unidad de análisis ambiental, base de la gestión por y para el desarrollo sostenible , de ésta manera los estudiantes pudieron observar mediante presentaciones y animaciones sus elementos, usos, problemáticas, utilizar aplicaciones para situar la cuenca  y pudieron identificar que todos somos parte de ella, que su río es parte   y  que la sociedad  la modifica a  través del tiempo. De ésta forma, se fomenta la concientización para el cuidado y protección no solo de su río sino también todos los recursos hídricos, porque el agua es un recurso valioso, escaso y necesario para las sociedades actuales y futuras.

• Y las huellas comenzaron a crecer al incorporar las salidas al río mes a mes, ya que es importante contar con información suficiente para conocer las variaciones en tiempo y espacio de los sedimentos que el río aporta, así comenzamos a escribir esa historia con agua… De ésta manera, los estudiantes se volvieron partícipes activos en el cuidado y protección del curso de agua del espacio que habitan, se consolidaron agentes multiplicadores de enseñanzas y verdaderos colaboradores en la gestión de este recurso hídrico…y así, durante este camino fuimos construyendo improntas …

• Los estudiantes, divididos en equipos, todos los meses realizaron tareas de recolección de muestras de sedimentos y de agua, tomaron fotografías para observar los cambios en el paisaje. Utilizaron la terraza como laboratorio, allí secaban sus muestras para comenzar el proceso de pesado y tamizaje, registrando en tablas todo lo acontecido con “las arenas y aguas del río en ese mes”, es importante aclarar que en todas esas actividades se utilizaron elementos de la vida cotidiana, poniendo en práctica los aportes de la ciencia ciudadana y enviaron  para que la Universidad Nacional de Córdoba los usara para diferentes proyectos, de ésta manera según sus palabras “ ante el no dato todo aporte es valioso”… una huella para caminar junto a otros …

• Como resultado de éstos meses de trabajo pudieron observar  que los sedimentos varían en su composición granulométrica en el área de estudio, los que están cerca del Puente Obregón Cano presentan una granulometría mayor que aquellos localizados luego del Puente Carretero, lo cual representa un valioso aporte porque  pudieron inferir que una de las consecuencias podría ser la presencia del azud, pero concluyeron además, que deben seguir investigando para corroborar esa hipótesis y que se necesitan estudios sostenidos a lo largo del tiempo…huellas que se bifurcan…

• A partir de ello, se buscó siempre estimular el pensamiento crítico – reflexivo, ya que mes a mes fueron realizando distintas actividades a partir de situaciones problemáticas que les permitieron construir un cuaderno de bitácora con todo lo aprendido y poder plasmar en conclusiones escritas sus aprendizajes, de ésta manera se favorecen los procesos de oralidad, lectura y escritura como base de los aprendizajes en el marco de la alfabetización científica. Así fortalecemos huellas, para que otros caminen sobre ellas….

• Para finalizar, es importante destacar que el trabajo en equipo ha sido fundamental para el abordaje y concreción del proyecto, posibilitando la adquisición de aprendizajes significativos desde la experiencia y el contacto real con los contenidos curriculares, favoreciendo el desarrollo integral como personas y reflexionar que como sociedad no sólo contribuimos sino también nos hacemos parte de la ciencia…de ésta manera a la historia, la escribimos juntos con agua…

• A lo largo de la puesta en marcha de este Proyecto, desde la planificación hasta su ejecución, se han implementado numerosos y enriquecedores saberes. Su planificación consistió en considerar al agua como un eje transversal al mismo y en el cual se incorporan en él saberes que forman parte del diseño curricular correspondiente al ciclo y orientación correspondiente.

• Si bien el grupo de trabajo se caracteriza por presentar cierta resistencia a las clases en general, se los vio en la mayor parte del proyecto con deseo de llevarlo adelante. El hecho de incorporar a nuestro rio, como temática de estudio, hizo para los estudiantes y para mí como docente, un interés más significativo, un aprendizaje más integral, más desafiante para estudiar, trabajar, implementar y conocer. Poder aplicar saberes que requieren mucha abstracción en algo tan vital e importante como el agua, planteaba un desafío interesante e incentivador para todos. La posibilidad de la construcción del aprendizaje y la vinculación de éste con otros espacios que no solo eran del área, permitió a los estudiantes apropiarse con mayor facilidad de los saberes propuestos.

• El hecho de incorporar al proyecto la ciencia ciudadana, permitió a los estudiantes comprender que cada uno de nosotros sea el nivel educativo en el que esté, la clase social a la que pertenezca, los conocimientos previos que traigan, la zona de la cual provenga: todos absolutamente todos, podemos contribuir al desarrollo y práctica de la ciencia, todos podemos hacer ciencia, y si lo hacemos en conjunto es mucho más significativo y requiere de un nivel de colaboración que, de modo individual, no lo pudiésemos lograr.

• La implementación de este proyecto permitió la puesta en práctica del método científico, el planteo de hipótesis que invita a los estudiantes a cuestionarse lo que sucede a su alrededor. Su puesta en práctica permite el desarrollo del pensamiento crítico reflexivo de los estudiantes, la implementación del trabajo colaborativo que tanto cuesta a la hora de llevar a cabo una actividad. La designación de roles en la diversidad de tareas a realizar: búsqueda bibliográfica, planteo de hipótesis, muestreo, experimentación, elaboración de tablas, gráficos, discusión de resultados con su correspondiente interpretación y argumentación. Cada uno de estos elementos es un aprendizaje constante en el estudiante que lo anima y desafía a saber y conocer más del mundo que nos rodea y poder con ello, sembrar nuestro granito de arena para aportar a nuestro mundo, nuestra vida, y con ello a nuestras generaciones venideras.

• El desarrollo del proyecto se basó en planear las actividades como situaciones problemáticas disparadoras en donde podía, como docente, detectar cuales eran los conocimientos previos de los estudiantes y a partir de ellos y la experimentación poder profundizar, definir y construir el o los saberes a desarrollar.

• Su inicio se dio planteando el “AGUA” como una palabra en la cual cada uno de los estudiantes fue, a modo de lluvia de ideas, compartiendo aquellos términos que se relacionaran o que ellos vincularan con el agua. Las primeras actividades estuvieron basadas en la importancia del agua como parte de uno de los principales objetivos del desarrollo sostenible; seguido por el análisis del agua como una molécula, desde la química; siguiendo con el estudio del agua como un fluido, desde la física, y culminando con el análisis del agua como un recurso vital y potencialmente renovable que requiere un cuidado responsable del mismo.

• Este proyecto nos impulsa a cambiar nuestras prácticas; a darle un abordaje integrador a nuestros espacios, a incorporar nuevos desafíos y a demostrarle a nuestros estudiantes que todos podemos aportar, desde el lugar en donde estemos, al desarrollo y crecimiento de nuestros valores, nuestra cultura, nuestros saberes… Aportar al crecimiento de todos como sociedad…