HISTORIA
La presencia de los misioneros claretianos en las prisiones de la isla de Gran Canaria comenzó en el año 1994. Ese año, el P. Dionisio Rodado asumió la capellanía del centro penitenciario Las Palmas I. En el año 2006 la comunidad de Las Rehoyas asumió la Pastoral Penitenciaria como misión la comunidad haciéndose presentes, todos sus miembros, en las 2 prisiones de la isla. Desde entonces, hemos ido dando forma al trabajo que llevamos a cabo.
CONTEXTO
El contexto socio-económico en que vivimos está caracterizado por un modelo de desarrollo que causa exclusión y descarte de muchas personas por su apuesta individualista y competitiva. Esto hace que los más débiles (por cualificación, capacidades, estructura personal, historia vital…) tengan muchas dificultades para encontrar su lugar. La consecuencia lógica es su exclusión social.
Las cárceles son, posiblemente, el exponente más evidente del fracaso social al que nos conduce nuestro modelo de desarrollo. No en vano están habitadas muy mayoritariamente por personas que proceden del extrarradio de las ciudades o de países empobrecidos. Son personas que han quedado aparcadas en las cunetas de la sociedad. Ésta las percibe más como un estorbo o un peligro que como un desafío que le haga replantearse su forma de organizarse y funcionar.
LAS PERSONAS QUE HEMOS IDO ENCONTRANDO
Durante estos años, en las prisiones hemos ido encontrando a personas con su historia, sus amores, sus sufrimientos, sus errores, sus aciertos, sus virtudes y defectos. Sus soledades…
Muchos no se han experimentado nunca como seres humanos con condiciones y posibilidades normales de familia, amigos, autoestima, estudio, trabajo, valoración social.
Somos testigos de que la cárcel es, ante todo, un lugar de sufrimiento. Comprobamos la veracidad de las palabras del Papa Francisco: “pienso en los presos que, privados de libertad, experimentan cada día -además de la dureza de la reclusión- el vacío afectivo, las restricciones impuestas y, en bastantes ocasiones, la falta de respeto” (Bula convocatoria del Jubileo, n. 10)