Lo que describiría como filosofía profesional se fundamenta en una exploración de intereses a lo largo de los años. Retomé mis estudios en 2018 para aprender más sobre una disciplina que me interesaba, la organización y la recuperación de la información, y una meta me fue llevando a la otra. Mi primera profesión fue la edición de textos educativos, y si bien no me consideraba educadora, el compartir ideas y conversar con colegas editores que en muchos casos eran también maestras y maestros, me llevó a apreciar la importancia del diseño curricular, de las estrategias y técnicas de enseñanza, y de las diversas teorías de aprendizaje. También quise conocer cómo encontrar más información relacionada con la verificación de referencias en trabajos académicos. Al contemplar el campo de la bibliotecología, lo que más me interesó fue la atención empática al público, lo que me motivó a pulir más el diálogo de la entrevista de referencia, así como a desarrollar materiales y fundamentar mi práctica con técnicas pedagógicas.
Por otro lado, mis experiencias tempranas como asistente en la Biblioteca Gerardo Sellés Solá fueron fundamento para apreciar los beneficios de la educación libre y gratuita, así como la importancia del acceso abierto y de la ciencia abierta en general para la educación. Esto me llevó, entre otras cosas, a realizar un proyecto de archivo ciudadano y un archivo de noticias en Internet Archive. Por otro lado, desde el bachillerato había comenzado mi formación en estudios de género, y también me interesa explorar con esta mirada cada tema al que me aproxime. Asismismo, mi experiencia en el campo de la industria editorial me ayudó, sobre todo, a desarrollar una aproximación propia a los talleres y a los objetivos de enseñanza para enfocarlos más en el ámbito pedagógico, pero siempre con humildad, conociendo que nunca se llega a dominar del todo el complejo campo de la Educación.
La oportunidad de ofrecer talleres de competencias de información me permitió desarrollar un enfoque propio de la bibliotecología, ya que me interesa integrar técnicas constructivistas a los talleres que imparto y a la labor de mentoría que procuro llevar a cabo como parte de mis tareas docentes. También deseo integrar el diálogo constructivo e implementar prácticas como las recomendadas por la teoría crítica de competencias de información y la pedagogía informada por el trauma, dado que los y las usuarias que se acercan a la biblioteca o que son partícipes de los talleres de competencias de información, pasan y han pasado por muchas experiencias retantes, entre ellas el Covid-19, los huracanes y la situación económica actual que afecta el País, y tienen mucho que aportar a la Academia con sus experiencias y con su desarrollo profesional, que ha sido matizado por estas experiencias. Utilizo también las técnicas constructivistas en las exhibiciones y actividades que se celebran en la biblioteca.