Unidad 1: Agrupa al alumnado

A pesar de que los contextos y las casuísticas de las aulas son diversas, hay patrones comunes que trataría de seguir a la hora de agrupar. De entrada los grupos serían heterogéneos, puesto que una de las claves del aprendizaje cooperativo es que sólo pueden aprender entre sí los que son diferentes.

Los criterios serían estos:

• En el aula deberían salir 4-5 personas con habilidades sociales, con capacidad de liderazgo y empuje. Distribuiría una de esas personas por grupo
• Los cruzaría con otras 4-5 personas que tuvieran más dificultades -no necesariamente curriculares- para cooperar, trabajar en equipo, debatir, etc. Los cruzaría de manera que no hubiera grandes filias ni fobias entre esas parejas
• Me quedaría un grupo aproximado de 15 chicos y chicas. Haría las agrupaciones- hasta completar los equipos de cuatro- equilibrando los grupos en función de aspectos como la asertividad, creatividad, género, raza, nivel curricular o habilidades comunicativas.

Los grupos sería, pues, de 4 personas. En caso de número impar, optaría por un grupo de 5 personas, porque tres me parecen demasiado pocas.

El tiempo de los equipos sería flexible, pero nunca menor de un trimestre. Hay que tener en cuenta que cada persona del grupo ha de pasar por un rol diferente, e interiorizar ese rol cuesta, al memos, 3-4 semanas. La experiencia me ha demostrado que es mejor alargar "demasiado" el tiempo de los equipos que "quedarse corto". Evidentemente, en caso de agrupamientos que no funcionan nada bien, se puede rectificar sobre la marcha.

Grupo de referencia de 3º de la ESO del último grupo que tuve antes de pasar a ser asesor de formación del profesorado. El criterio de elección es el explicitado en la fase 1.

El aprendizaje cooperativo permite una gestión de los espacios de la clase excelentes. Desde ese punto de vista facilita la resolución de conflictos y la SUPERVISIÓN ACTIVA del profesorado sobre el alumnado. Desde el centro de la clase pueden supervisarse las acciones y el trabajo de prácticamente todas las personas. Esta distribución prima la proximidad y la visibilidad frente a la movilidad y a la flexibilidad. Es complicado lograr un alto porcentaje en cada uno de estos aspectos, así que he determinado que sean los dos primeros los más destacados. A pesar de ello, la movilidad, clave para un aula cooperativa, es aceptable.