LOS QUE MUEREN
Pedro Enrique de Ferrán
Una triste nueva nos llega de Bruselas: el fallecimiento del compositor catalán cuyo nombre va al frente de estas líneas. A cuantos aquí le conocían y le admiraban por su temperamento de artista exquisito, habrá de sorprenderles tan luctuosa noticia.
Las primeras lecciones de composición musical las recibió Pedro Enrique de Ferrán del difunto maestro Rodríguez Alcántara y completó luego sus estudios con el maestro Morera. Desde las primeras obras que dió a conocer, fué señalado como un compositor de factura distinguida y de sólida base para el manejo de la instrumentación.
En Barcelona el maestro Crickboom le estrenó un "Andante", del cual se ocupó con elogio la prensa. Aquí puso música á dos obras escénicas: Las Bodas de Camacho, cuyo libreto era de don Jacinto Grau Delgado y La Cegueta, de don Modesto Urgell.
La orquesta que dirige el maestro Benedito dió a conocer, en el Gran Teatro, de Madrid, el poema sinfónico Le Soir, con letra del famoso pintor Belga Jean Delville; en Francia le fué interpretada la composición musical Taumaturgo y en Bruselas, en 1914, la intitulada Primavera.
Deja editadas: Rosignol, letra de Guanyabens; Ofrena, letra de Enrique de Fuentes; Praeterita, letra de Paul Bourget.
Deja inéditas las siguientes obras: Les amants de Palerme, ópera lírica, en tres actos, letra de Boné de Villiens; El silfo, poema sinfónico; Barnum, opereta, letra de Marcos Bertrán y varias canciones catalanas.
Alejado mientras vivió entre nosotros, de los medios donde se forjan reputaciones, entregado a su labor por vocación entusiasta, contrario a vanas exhibiciones, siempre pensó que debía enaltecer el arte que cultivaba, apartándose de cuanto fuera popularidad de un momento. Sus aficiones lleváronle á residir á la capital belga, donde halló ambiente adecuado á su arte y donde pronto se le reconoció por los inteligentes, las cualidades que entrañaban sus producciones.
Esto, unido á su trato caballeroso y sencillo, granjeáronle muchas simpatías.
D.E.P