La enorme relevancia sociocultural y económica de los centros educativos en sus entornos local, regional, nacional y global entraña un importante compromiso que se debe concretar en un Plan de Responsabilidad orientado a la gestión sostenible de nuestro impacto medioambiental, económico y social.
Como docente e investigador universitario, me sumo a dicho compromiso y desde hace años lo concreto en dos vertientes particulares:
Un planteamiento sostenible en el uso de recursos tecnológicos es vital para nuestro ecosistema. Uso responsable de dispositivos y consumibles.
Ante la brecha digital, el empleo de herramientas de código abierto favorece el acceso universal a las TIC para los procesos de enseñanza-aprendizaje.