La economía de la Parroquia es un ejercicio de comunicación cristiana de bienes. Todos debemos sentirnos responsables y todos, en la medida de nuestras posibilidades, debemos colaborar.

Los ingresos son básicamente los donativos, colectas y aportaciones por servicios religiosos. Los gastos son los propios del sostenimiento de cualquier infraestructura: suministros, luz, calefacción; además de las aportaciones que hacemos a la comunidad diocesana, en nuestro caso más significativa por encontrarnos en un templo de nueva construcción.

También están los gastos propios de la actividad pastoral  y caritativa.

En esta página hacemos un llamamiento a la colaboración para que entre todos apoyemos lo que es de todos. También la página debe ser un instrumento para la información y la transparencia.