Cuentos

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Cuento- La niña y el farol

Narrado y enviado por Gonzalo Alfonsín

La Tela de Araña. Cuento narrado por Noelia.

Agradecemos a María Eugenia Cornejo Maru, maestra Waldorf en formación que nos comparte este tesoro para preparar nuestros corazones y recibir el Adviento desde el jardín los farolitos, escuela el laurel de San Miguel de Tucumán

Agradecemos a María Eugenia Cornejo Maru, maestra Waldorf en formación que nos comparte este tesoro para preparar nuestros corazones y recibir el Adviento desde el jardín los farolitos, escuela el laurel de San Miguel de Tucumán


foto: TAPIZ ENTRETEJIENDO NUESTRA IDENTIDAD. Realizado en Piedra Buena en los años 1988.1993.

Tapiz de 26 mts, dibujos hechos por las niñas y s niños de la Provincia de Santa Cruz a partir de la narración del Mito Tehuelche. Bordado por artesanos de la Provincia con lana hilada a mano en Piedra Buena.

Cuento narrado por MARTA DE SALAS

COMO LA NIEVE PERDIÓ SU COLOR

Leyenda del guanaco

del libro de Canclini.

Nos la comparten las bibliotecarias de los jardines 14 y 24 de nivel inicial de Ushuaia

Silvana Cipolat.

Cecilia Espinoza.

Betsabé Velasquez Leiva.

Los Tres Chanchitos

Narrado por Noelia

Imagen: Juan de Neuquen.

Cinthia Pérez y Nadia Sarda nos han enviado este cuento de TEATRO DE SOMBRAS

el LOBO FEROZ

Desde España nos han mandado un video para disfrutar en familia.Y una muy buena idea para hacer con los niños!!!


Texto: "Paisajes para que los pintes" de Gloria Fuertes

Narra: Paloma Balandis

Voz de Matilda y marionetas: Candela Rojas

LA ORUGA

Cuentos Infantiles – Editorial Rudolf Steiner – 2003 2da Edición - págs. 91-93

En una ocasión, Padre Sol cabalgaba alegremente por el cielo azul mientras pensaba:

- Ya es hora de que llegue la Primavera. Madre Tierra y yo hemos de crear juntos la Primavera.

Entonces llamó abajo:

- Madre Tierra, mira hacia arriba, ha llegado el momento de la Primavera. Tenemos mucho que hacer.

Madre Tierra miró hacia arriba desde su retiro invernal y respondió:

- Sí, Padre Sol, realmente ya es hora de que llegue a Primavera. Derrama tus rayos resplandecientes sobre la tierra. Entonces podremos crear juntos la Primavera.

El sol brilló cálidamente, mientras Madre Tierra iba de un lado a otro, y allí donde ella sacudía su mano aparecían verdes retoños; más tarde, miles de capullos de colores como pequeñas estrellas se irguieron hacia la luz del sol.

Las pequeñas orugas salieron de sus huevos y empezaron a comerse las hojas de las plantas. A las plantas no les importaba - ¡tenían tantas hojas! - y las orugas crecieron gordas trabajando activamente.

Una oruga acudió a Madre Tierra y empezó a refunfuñar:

- No está bien – dijo – las plantas tienen flores que pueden mecerse al viento y mirar al sol. Y yo he de permanecer a la sombra de las hojas. ¿Por qué no puedo yo ser una flor y adorar al sol?

- Eres demasiado gorda – dijo Madre Tierra – tan sólo piensas en comer y en tu propio bienestar.

- Pero sé correr muy de prisa – dijo la oruga – Dime cómo puedo convertirme en mosca. ¡Yo también quiero adorar al sol!

- Tienes grandes ideas pequeña larva – dijo Madre Tierra.

Entonces habló lenta y solemnemente.

- Existe una manera de llegar a ser distinto, pero es difícil y peligrosa. Aquel que vino del sol y trajo nueva vida a la tierra fue quien enseñó como conseguirlo.

- ¡Dime, dime! – gritó la oruga - ¿qué es lo que debo hacer?

- Tienes que ser muy valiente y estar dispuesta a morir – dijo Madre Tierra – Primero tienes que hilar para ti misma un vestido de seda blanco. Debes ceñirlo bien apretado alrededor de tu grueso y pequeño cuerpo, y después recostarte muy quieta y esperar. El vestido de seda se pondrá completamente tieso, y te sentirás como si estuvieses cautiva. Tu cuerpo se desvanecerá lentamente, y creerás que vas a morir. Mas cuando quede algo de ti, un ángel vendrá del sol y moldeará tu nueva forma dentro de tu pequeña celda. Lentamente tu nuevo y delicado cuerpo empezará a formarse, y con él podrás adorar al sol.

- Lo intentaré - dijo humildemente la oruga, y empezó a hilar el blanco vestido de seda.

Cuando el tejido que le envolvía se puso duro, se recostó muy quieta, esperando y esperando. El tiempo se hizo muy largo. La oruga sintió que se desvanecía y se preguntó si moriría. Pero el ángel vino del sol con su nueva forma y se la ajustó.

Poco a poco su nuevo cuerpo, mucho más delicado y hermoso, fue creciendo dentro de su prisión… finalmente, ésta se abrió con fuerza, y la oruga surgió a la luz del sol. Se dio cuenta que tenía alas doradas y de que podía volar hacia el sol.

Alegremente gritó:

- ¡Soy una flor que puede volar! Gracias Madre Tierra, gracias Padre Sol. Ahora realmente puedo adorar al sol.

Así la oruga que se había convertido en mariposa voló de flor en flor, cantando alegremente al Sol

EL PRÍNCIPE DE LAS MARIPOSAS

Narrado por Marisol

EL PRÍNCIPE DE LAS MARIPOSAS

Autora Dorothy Harrer

Libro Narraciones y Leyendas recopilación de escuelas Waldorf

BASILISA LA HERMOSA.

Narrado por Lidia Edith Gomez Brun