La evaluación de los aprendizajes

Elaboración de un instrumento de evaluación

Esta actividad fue todo un reto para mi, ya que lograr plasmar tanto contenidos ligados a procesos cognitivos que serán evaluados mediante una rúbrica ha sido realmente un desafío reconfortante, puesto aprendí y tuve que restructurar la forma de abordar la evaluación.

En el aula, el área de música, se trabaja el canto a través de la práctica coral. Los estudiantes, de forma paulatina, inician aprendiendo la técnica vocal: el objetivo es que sean conscientes del cómo es que debe de trabajar su cuerpo adecuadamente durante el canto, para aprender a manejarlo mediante el trabajo de un repertorio variado y la lectura de partituras. Al final del curso, ellos deben de dar a conocer todo lo aprendido a través de una presentación coral en el auditorio.

Pensando y pensando me dije: ¡Esta es la oportunidad para evaluar y hacer pruebas objetivas competenciales de los estudiantes! Siendo sincera, inicié el reto con muchas dudas de por dónde iniciar, qué debemos de evaluar, tenemos que evaluar todo el proceso o solo el final, etc. Luego me pregunté: ¿Qué instrumento de evaluación sea el más adecuado? Será, ¿la escala de estimación, la rúbrica, la checklist...? Bueno, antes de decidir ello, es necesario partir de la construcción de la Matriz de Especificaciones, la cual será la base del presente trabajo.

Para poder construirla inicié leyendo los criterios de evaluación y estándares de aprendizaje del área de Arte y Cultura e hice una primera selección. Luego, comencé a analizar y buscar los indicadores pertinentes, que fueran claros y objetivos.

Por otro lado, aquí en Perú, las clases de canto siguen de forma virtual, y quizá, sigan así un tiempo más, por ello me permití añadir la dimensión de TIC, ya que los alumnos se han visto obligados a utilizar herramientas digitales para la grabación tanto de audio como vídeo para sus presentaciones como sus tareas. Debo de admitir que es la primera vez que realizo una Matriz, en mi labor de docente había hecho uso de instrumentos de evaluación pero nunca lo había plasmado en una matriz de especificaciones, por lo que las ponderaciones, al principio, me parecieron algo confusas. Al principio, quería darle mayor peso a los procesos de Reflexión y creación, pero pronto me di cuenta que Aplicación y Análisis son los que más trabajan y desarrollan los alumnos, por lo que la matriz terminó construida de ese modo.

La rúbrica

Luego de analizar a detalle la Matriz de Especificaciones creada, vi conveniente utilizar, como instrumento de evaluación, la rúbrica.

Entonces, inicié ingresando a la herramienta de rubistar, una aplicación realmente grandiosa que nos brinda una gran perspectiva del cómo realizar rúbricas. Lo interesante de esta herramienta es que, al seleccionar la opción Crear una rúbrica, te brinda opciones generales como: Productos, Multimedia, Investigación y escritura, Lectura, etc. Dentro de estas opciones me llamó mucho la atención la opción de Música (que en un principio dudé encontrar), en donde dentro de ella existen subsecciones, de la cual escogí Presentación Vocal Individual. A pesar que esta presentación es coral, es decir los chicos han de cantar en grupo, la evaluación se dará de forma individual, por lo que esta opción me sentaba muy bien. Ya luego, solo me quedaba ir seleccionando las sub-dimensiones e ir relacionando los procesos cognitivos con las rúbricas que me proporcionaba la herramienta, para comenzar editando según lo plasmado en la matriz de especificaciones. Aquí una vista del resultado final, el cual fue exportado a una hoja de cálculo de Excel.

MyRubric.xlsx

Me gustó mucho escoger como herramienta de evaluación las rúbricas, ya que permite que los estudiantes puedan comprenderlas con facilidad, y, yendo aún más allá, comprender los objetivos del curso, qué es lo que tienen que lograr, permitiéndoles ver en qué nivel se encuentran y que ello no es malo, sino que el aprendizaje es un proceso que con trabajo constante serán capaces de lograr.

Llevándolo a un Formulario

Luego, ya teniendo listas las rúbricas, generé con ayuda de Google Forms un formulario que me permitiría registrar, alumno por alumno, la evaluación basada en las rúbricas anteriormente generadas.

Lo interesante es que esta evaluación, al tener rúbricas claras, me permite utilizarla desde varios puntos de vista: podríamos utilizarla en una autoevaluación, ya que cada alumno podría marcar en el formulario creado el cómo percibe su aprendizaje, siempre con la guía del docente y un feedback adecuado. También podría utilizarse en una coevaluación, ya que le permite evaluar tanto su aprendizaje como el de sus compañeros, nos brinda una fotografía panorámica del cómo se desenvuelve el grupo y además, hace consciente al alumno de su propio aprendizaje. Finalmente, también se utilizaría en una heteroevaluación realizada por el docente, siempre respaldado de un feedback. Todo este proceso nos permite proyectar la evaluación en una evaluación formativa.

Reflexionemos...

Realmente me encuentro asombrada de lo que puede hacer una evaluación en el proceso de aprendizaje. El poder hacer el reto y llevar el curso ha hecho que mi forma de ver la evaluación cambie enormemente: antes la evaluación era algo inconclusa para mi, ya que basada en solo una calificación al final del curso sentía que no me llevaba a más; sin embargo, ahora siento que, gracias a una evaluación bien realizada, este aprendizaje puede estar guiado, tiene una meta clara que puede ser entendida por los alumnos y ellos se encuentran más involucrados en su proceso de aprendizaje.

Me hubiera gustado aplicar todo esto en una clase, lamentablemente, en estos momento todos los estudiantes se encuentran de vacaciones. Estoy segura que, si hubiese podido emplearlo con mis alumnos, de seguro se hubieran presentado varios factores que nos obligarían al cambio de herramientas de evaluación, mas no en la matriz. Se me viene esta idea, ya que quizá para hacer una autoevaluación y, teniendo en cuenta que los alumnos nunca han trabajado con rúbricas, lo más probable es que estas causaría más confusión que claridad, por lo que me inclinaría en usar una cheklist por ejemplo. Sin embargo, que importante es contar con una matriz de especificaciones, pues es la base de toda la evaluación, la herramienta que el docente escoja deberá de ser acorde a los alumnos que tiene y la habilidad de estos en manejar una evaluación, porque, por ejemplo, una coevaluación no es sencilla, existen pasos antes para llegar a ella y esta sea exitosa, sin que caiga en una crítica nada constructiva.

Ahora, es tiempo de hacer matrices de especificaciones, un trabajo duro pero que vale la pena, así como involucrar a mis alumnos en la evaluación: autoevaluación y coevaluación.

Siento que aún no puedo decir que puedo evaluar con mucha seguridad y utilizando las herramientas con mucha destreza, pero es tiempo de seguir aprendiendo. ¡Manos a la obra!

Evelyn Denisse Arias Fierro