Vivir esperando que otros decidan por ti.
Aguardar a que otros te den lo que necesitas, y hagan por ti lo que tu deseas.
No requiere un esfuerzo por tu parte, es esperar únicamente lo fácil y dejarse llevar por lo que otros decidan.
Conformarte, pasivamente, con participar en los sueños y proyectos de los demás.
Seguir siendo como un niño. Heteronomía.
Ser protagonista de tu vida. Tomar tus propias decisiones.
Tomar la iniciativa y hacer las cosas por ti mismo.
Responsabilizarte de tu vida, cargar con tus propias fuerzas el coste de conseguir lo que quieres.
Trabajar por construir tus propios sueños py proyectos. Emprender, esforzarte, actuar, cambiar la realidad.
Atreverse a ser un adulto. Autonomía.
Algo valioso es aquello capaz de darte fuerza por dentro. Te atrae y te hace moverte por ti mismo.
Tenemos valores cuando hay algo dentro de ti que es capaz de moverte, te da fuerzas y ganas, algo importante que te lleva a actuar por si mismo.
No a la espera de un premio, ni para evitar un castigo.
Tu identidad personal se configura, sobre todo, a través de los valores con los que te identificas.
Nos movemos porque, desde fuera, se nos empuja a actuar para evitar un castigo, una situación de rechazo o de dolor que es preferible sortear.
Nos movemos porque, desde fuera, se nos incita a conseguir una recompensa, un premio, un reconocimiento, a cambio del cual merece la pena el esfuerzo.
Nos movemos porque, desde dentro, reconocemos algo que nos atrae, algo que se identifica con nosotros mismos, que es valioso en si mismo y que queremos promover o crear, más allá de castigos o recompensas.
Sólo desde esta motivación nos reconocemos personas.