Victor Grillo

co-fundador del grupo greda


En esta sección queremos homenajear al Maestro Víctor Grillo, Co-fundador del Grupo GREDA y Miembro Honorario del MIM Italo Grassi. Un verdadero artista muralista con todas las letras, pensador crítico y reflexivo de la sociedad en que vivimos y del mundo que nos rodea, sus obras nos llenan de orgullo, pero también de profundos pensamientos que hacen que nos cuestionemos el mundo en el que queremos vivir y construyamos un mundo más justo, igualitario, próspero y equilibrado.

biografía

Profesor Superior en Artes Visuales y ex titular de la cátedra de Pintura de la Licenciatura y Profesorado en Artes Visuales de la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Entre Ríos.

Ex Rector del Instituto Superior de Artes Visuales de Paraná (E.R.). Profesor titular de la cátedra Medios Expresivos de la carrera de Diseño de Indumentaria y Textil – Fundación PAIDEIA – Universidad Nacional de Concepción del Uruguay.

Ha tenido una participación activa en la organización curricular de todos los niveles de la educación artística de la provincia de Entre Ríos. A partir de la transferencia del Instituto superior de Artes Visuales a la Universidad Autónoma de Entre Ríos ha coordinado la elaboración de los proyectos de las carreras de nivel superior universitario, Tecnicatura en Pintura, Tecnicatura en Escultura, Tecnicatura en Cerámica y Técnicatura en Grabado, como asimismo la del Profesorado en Artes Visuales; todas aprobadas por el Ministerio de Educación de la Nación. Ha coordinado también el proyecto de la Licenciatura en Artes Visuales, carrera actualmente en curso.

Como artista plástico su obra se ha relacionado fundamentalmente con el Arte Público y la Pintura Mural, campo en el que ha obtenido más de treinta premios en concursos nacionales, regionales y provinciales, llevados a cabo en distintos puntos del país, habiéndole correspondido en quince de ellos la máxima distinción. Cofundador en 1971 del Grupo Muralista Greda junto a Rodolfo Campodónico, Omar Brachetti, Néstor Berlles y Hugo Córdoba. Algunos de los setenta murales que lleva realizados desde el año 1966 se encuentran en distintos sitios de la geografía nacional. En la ciudad de Paraná se destacan los emplazados en el Instituto JUAN XXIII, (obra de 40mts. x 3mts. ya desaparecida). Hospital de Niños San Roque, Sociedad Verdiana, Escuela Domingo Faustino Sarmiento, Sindicato La Fraternidad, y Colegio de Abogados (obra monumental, también desaparecida). En la ciudad de San Salvador realizó un Mural Cerámico en homenaje a los 100 años de esa ciudad. Existen, o existieron, pinturas murales de su autoría en distintas instituciones y empresas comerciales de las provincias y ciudades de Santa Fe, Mar del Plata, Gral. Madariaga, Santiago del Estero, Catamarca, Gral. Acha, San Luis, Bolívar, Carlos Casares, Diamante, Trenque Lauquen, San Francisco, Reconquista, San Justo, Concordia y Gualeguay, entre otros lugares.

Ha participado por invitación, realizando obras, en Encuentros Nacionales de Pintura Mural de Mar del Plata, Gral. Madariaga, Catamarca, Entre Ríos, Trenque Lauquen, Córdoba, Formosa y en los últimos años en EL “II Encuentro Mundial de Arte Publico y Muralismo de Río Hondo” (1999), “II y III Encuentro Mundial de Arte Público y Muralismo de Mar del Plata” (2000 – 2002), “III, IV, V, VI, VII Encuentro Nacional de Arte Público Monumental de Villa Mercedes, San Luis” (2002 – 2003 – 2004 – 2005 y 2006). Durante el 2004 realizó también en la ciudad de Concarán por invitación especial de la Dirección de Cultura del Gobierno de la provincia de San Luis, un mural en homenaje a los 150 años de la fundación de esa ciudad y, participó del "Encuentro Nacional de Muralismo y arte Público de Villa Carlos Paz, Córdoba”.

Durante el 2005 realizó una experiencia de integración plástica muralistica con el artista Raúl Guzmán, concretada en la realización del mural “Refundación del planeta” (20mts. x 4mts.) en la ciudad de Villa Mercedes. En el año 2006 participó por invitación en el 1er Encuentro Latinoamericano de Arte Público y Muralismo de Formosa y el VII Encuentro de Muralismo y Arte Público de la provincia de San Luis. En 2007 llevó a cabo un mural en la provincia de Tucumán, invitado por la Universidad Nacional de Tucumán con motivo del "1er Encuentro Nacional de Muralismo y Arte Público” de esa provincia; en el mismo año participó con un mural en el “Encuentro Latinoamericano de Arte Monumental de la provincia de Catamarca". Hacia el 2010, realizó un mural en el "Encuentro Nacional de Muralismo de Villa María, Córdoba". En 2011, participó con su obra en el "Encuentro Latinoamericano de Muralismo y Arte Público de Cosquín, Córdoba" y en 2013, en el Encuentro Internacional realizado en la misma ciudad. Durante el año 2015, organizó en Paraná, el "Encuentro Nacional de Muralismo y Arte Público". También participó en el Encuentro de Muralismo realizado en Santiago del Estero 2016 y en el "Encuentro Internacional de Muralismo y Arte Público de Candelaria, Misiones, 2017".

Ha participado como jurado en Concursos Nacionales y Regionales de Pintura Mural y dictado numerosos Cursos, Conferencias y Talleres sobre Muralismo y Arte Monumental en distintos puntos del país. También posee publicaciones sobre el mismo tema.

Fuera del género específico de la Pintura Mural ha obtenido innumerables premios ha expuesto en salones provinciales y nacionales. Ha dictado conferencias, cursos, talleres y escrito artículos periodísticos sobre el tema de la pintura mural y el Arte en general. Tiene actualmente en preparación un libro en el que sintetiza sus experiencias en más de treinta años de pintura militante.


pensamientos

Antecedentes de la Pintura Mural

Desde hace muchos años mis preocupaciones estéticas se han relacionado con un género artístico tan antiguo como el hombre mismo. EL MURAL. Es decir, con esa particular manera de comunicarnos a partir de lo que representamos en los muros, en las paredes. Quien no recuerda cuando en la Escuela nos hablaban de la historia de la humanidad y de las primeras manifestaciones artísticas del hombre primitivo hecho en los muros de las cuevas y refugios rocosos en los que por entonces habitaba.

Surgían entonces y nos quedaban grabados por su concepción estética los dibujos y pinturas de Lascaux, Altamira, Cap Blanc, Madeleine, entre tantos otros cientos de yacimientos de imágenes que ocultaron durante mucho tiempo, ese testimonio, hecho forma y color de la realidad de entonces. Algunos misterios respecto de esos dibujos y pinturas se han develado, otros todavía permanecen y probablemente permanezcan ocultos para siempre. Lo cierto es que la comunicación con imágenes, formas, colores y signos desde una pared o un muro se mantuvo a través de los siglos, evolucionando al tiempo que lo hizo la humanidad, tal como nos lo cuenta hoy la historia del arte los períodos figurativos, alternaron, con otros mas abstractos, expresionistas o geométricos; siempre diciéndonos cosas distintas desde la verticalidad de una pared; a veces interrogando, denunciando, cuestionando, o idealizando; con fundamentos temáticos y motivaciones distintas, ya fueran estas religiosas, ideológicas, políticas o libertarias. Más allá de las circunstancias de cada época, en el devenir de los siglos la representación en imágenes más o menos figurativas desde el muro fue la forma con la que se intentó “decir” la realidad temporal del hombre. El Arte de los muros y las paredes fue siempre testigo silencioso de su tiempo.

El sentido mágico y ritual propiciando la caza que adquiría para el hombre primitivo las pinturas en las paredes de las cavernas de los animales con los que se alimentaba, tuvo otra significación para los egipcios cuando siglos mas tarde hicieron de los bajos relieves realizados en las cámaras mortuorias un medio estético para decir de sus creencias sobre la perdurabilidad del alma y la eternidad.

Los primeros cristianos en las paredes de las catacumbas dejaron su impronta y su fe, y mas tarde con la consolidación del cristianismo fueron los mosaicos bizantinos los que le dieron marco de esplendor a las ceremonias del culto a partir del planismo de las imágenes en las paredes de las primeras basílicas. La nueva concepción del hombre y del espacio en la representación artística que deviene con el Renacimiento, se expresó desde la verticalidad del fresco, y las tablas pintadas en palacios, templos, conventos o edificios públicos.

En este permanente “decir” de los muros y las paredes un ejemplo notable por su significación continental, pero mucho mas acotado en el tiempo, es el que nos brindó el movimiento muralista mexicano en la primera parte del siglo pasado con la prolífica obra de sus tres exponentes máximos como lo fueron Siqueiros, Rivera y Orozco.

Este breve recorrido, casi ficcional por su síntesis, nos deposita en este tiempo actual, en el que seguimos intentando comunicarnos artísticamente desde las paredes de muchas maneras. Al tradicional que conocemos como Mural, sea este bidimensional (pintura) o tridimensional (relieve) podríamos decir que también se le han incorporado en la postmodernidad otros géneros del arte con inserción popular, como las intervenciones urbanas, y el graffiti (1), que en sus distintas variantes y técnicas se ven hoy en la mayoría de las ciudades del mundo.

(1) El graffiti fue una de las expresiones de la cultura Hip Hop. Se trató de un movimiento surgido en los Estados Unidos en el final de la década de 1960 en las comunidades afroamericanas y latinoamericanas de barrios populares neoyorquinos; incluía también la música y el baile. El graffiti particularmente se difundió rápidamente por todo el mundo.

La Pintura Mural

Hubo un momento en la historia del Arte en que el artista renuncia al anonimato en la creación de sus obras y el “decir” ya no es exclusivo desde la pared. Se comienzan a utilizar otros soportes y modos, y gradualmente la pintura mural va adquiriendo autonomía hasta convertirse en un género artístico independiente, que actualmente ocupa un lugar de privilegio en el arte y la comunicación. ¿Pero todo lo que pintamos con un sentido e intencionalidad estética en una pared es pintura mural?

Si hacemos una simplificación del concepto y procedemos a su interpretación literal deberíamos decir que si, porque se trata de una pintura que se realiza sobre un muro o pared. Pero si consideramos la pintura mural como un género artístico autónomo, con reglas propias y diferentes de la llamada pintura de caballete (cuadro) ya la afirmación no resulta correcta. La pintura mural, a partir de la consolidación de este concepto tiene una estrecha relación, y yo diría dependencia estricta de la arquitectura. Por esa razón es que no posee el nivel de autonomía estética y funcional que el de un cuadro, al que podemos cambiar de ubicación cuantas veces lo deseemos. El cuadro posee un marco que aísla su universo estético del entorno espacial que lo rodea, en cambió el mural, sea este pictórico o escultórico debe integrarse al él, lo que nos lleva a plantear la problemática del mural en un nivel interdisciplinario. Mural-Arquitectura, lo que es lo mismo que decir Muralista-Arquitecto. Ambos deberían interactuar, desee el origen mismo del proyecto de una obra mural, para que esta se incorpore a un ámbito espacial con un sentido pleno de integración.

Esto no deja de ser solo una expresión de deseos, ya que en la actualidad raramente sucede, porque no solo no existe esa planificación conjunta, sino porque la gran mayoría de nuestros arquitectos a pesar de la escasa incidencia presupuestaria de la realización de un mural en un desarrollo arquitectónico, rara vez se interesan por incluir en su proyectos obras de arte (murales, esculturas, vitrales, por ejemplo) y optan por la elección de terminaciones decorativas con elementos y materiales existentes en el mercado, muchas veces inexpresivos y carentes de significación.

A lo dicho, que aclara solo el concepto sobre la estructura básica de la composición muralística, en tanto integración a su soporte, es decir, a la arquitectura, se debe incorporar lo referido a lo que es la esencia misma del mural como género; tema, contenido y mensaje. Los manuales de la comunicación dicen que en este proceso existen tres factores: El Emisor o creador del mensaje (el artista/muralista). El mensaje propiamente dicho (implícito en la obra) y el receptor del mensaje (en este caso el hombre común de la calle). Los medios que utiliza el artista para hacer conocer su mensaje, son las formas, las líneas, los colores, los símbolos, entre otros; los que en su conjunto conforman un “código visual”. Cuando mas difícil o hermético es el código utilizado, menos posibilidades tiene el espectador común de acceder al mensaje. Es decir que si queremos transmitir con claridad una idea, un contenido a la gran mayoría de la gente (el mural es el medio ideal para hacerlo) no debemos emplear códigos muy cerrados, como lo sería por ejemplo utilizar niveles muy avanzados de abstracción en la construcción del mural. Por esa razón siempre consideré que el muralista, entre tantos esfuerzos que debe realizar para concebir y pintar un mural, tiene también la obligación de hacer menos herméticos los códigos de entrada a la obra, fundamentalmente porque está dirigida a personas “no entrenadas”, si se me permite el término, para realizar esa decodificación visual. Esto no significa, de modo alguno, que para que la obra sea entendida por todos –o el mayor número de personas posibles- el muralista deba recurrir a una elementalidad artística y técnica que desnaturalicen o pongan en riesgo el nivel plástico de la obra en si. Una actitud de esa naturaleza, no solo es atentatoria del sentido didáctico implícito en el mural, sino también contraría aspectos éticos y la propia dignidad profesional. del artista que lo realiza. Los que estamos desde hace mucho tiempo en esta profesión sabemos cuales son esos limites.

Pintura Mural, Pintura monumental y Arte Público.

Precedentemente previo a una introducción que consideré necesaria para el objetivo de estas reflexiones, me referí casi exclusivamente al mural y muy particularmente a la pintura mural. En esa breve reseña del “decir” del hombre desde los muros y las paredes quise también definir a la pintura mural como género artístico con sus propias reglas y su relación como tal con la Arquitectura.

En esta oportunidad deseo aclarar algunos conceptos en torno a lo que considero errores conceptuales (o en todo caso criterios ambiguos) respecto a otros géneros del arte que poseen un cierto grado de similitud y afinidad con la pintura mural, pero que aluden a cuestiones diferentes en tanto planteos estéticos.

En algunas de las convocatorias a los eventos (Concursos, Encuentros, etc.) que actualmente se llevan a cabo a nivel nacional e incluso internacional. Se dice por ejemplo “concurso de Murales” o “Encuentro de Arte Público” o “Encuentro de Pintura Mural o Monumental” entre otras definiciones que en la mayoría de los casos no se corresponden con el carácter de las obras que se realizan y a veces ni siquiera con los objetivos ni aspiraciones de quienes lo organizan.

Hemos visto en la primera parte de esta nota cuales son los conceptos que definen a la pintura mural e incluso como se diferencia ésta de la llamada pintura de caballete (cuadro). Si hablamos que la “integración” es el concepto que define a la pintura mural como género, de ninguna manera esta se puede llevar a cabo cuando el muralista, o artista plástico realiza su proyecto sin tener en cuenta el entorno espacial definitivo en el que tendrá destino o será emplazada la obra propiamente dicha. Ténganse en cuenta que los “murales” en estos casos se realizan directamente sobre paredes del entorno urbano, lo que podría calificarse como una intervención plástica (2), o sobre paneles transportables (placas de madera compactada, aglomerados, placas de fibrocemento, o chapas de acero, entre otros soportes), ubicados para su realización en plazas u otros paseos públicos. Estos “murales”, posteriormente son emplazados definitivamente en el interior de instituciones públicas, con consecuencias estéticas en muchos casos lamentables.

(2) Acción artística de Intervenir plásticamente un espacio físico para modificar su aspecto o función.

Puede suceder y de hecho sucede, porque he sido personalmente testigo de ello, que una pintura de un nivel plástico destacado, que se realiza en una plaza, u otro paseo público, cuando es trasladada y emplazada en un lugar no previsto por su autor - el interior de un edificio público, por ejemplo - no solo se desmerece, sino que al alterar la unidad visual del espacio que la pasa a contener y al que debería integrarse, termina generando un caos visual, que perjudica también a la propia obra. (3)

(3) Esta falta de integración entre la arquitectura, el entorno visual y una pintura que se realiza con la denominación de “pintura mural”, lamentablemente es muy común en nuestra ciudad, en la que vemos –salvo raras excepciones- ya sea en los llamados “murales callejeros” y lo que es mas grave aun en los que se llevan a cabo en edificios públicos, como esa falta de claridad conceptual o desconocimiento por parte del autor, o los jurados encargados de discernir los premios, (cuando se trata de concursos) terminan provocando una grave disociación visual, malogrando las mejores intenciones de quienes los organizan o auspician.

En virtud de estas certezas, debemos descartar la definición en los concursos o encuentros que se realizan en esta modalidad como de “pintura mural”, si no es ese el objetivo perseguido. Correspondería, en todo caso, encuadrarlas en lo que conocemos como “pintura monumental”, término que no compromete el sentido de integración que hemos visto debe poseer la “pintura mural”. Referido a sus componentes, (color, forma, composición, etc.) la pintura mural debe ser “monumental”, pero la pintura monumental no tiene porque calificarse como “pintura mural”. Esto no es un mero juego de palabras, alude a cuestiones fundamentales de construcción del concepto.

Componer el color, las formas, los espacios con un criterio de monumentalidad significa crear una estructura visual que se sostenga a cierta distancia, de modo tal que el observador, el hombre común de la calle, que es a quien va dirigido “el mensaje” se sienta casi obligado a “verlas”. Es por esa razón que todo lo que implique en su realización el detalle superfluo, el “regodeo” -como decimos los pintores- en la ejecución de una obra plástica y que resulta tan importante a veces en la llamada pintura de caballete, u otras de menor formato, no tiene mayor relevancia en los casos y géneros artísticos a los que me estoy refiriendo.

De todos modos, podemos afirmar intentando relacionar los temas propuestos para estas reflexiones, que ambos géneros, “pintura mural” y “pintura monumental” constituyen con sus diferencias dos expresiones del “Arte público” (4) (que no es lo mismo que “Arte Popular”).

(4) “…el arte público, entonces, debe estar ligado al acto creador del artista y a la identidad del lugar y de la población para que está destinado. El arte público debe estar, según estas afirmaciones, en un equilibrio entre la creación, como acto espiritual en posesión de unos pocos, y la democratización, como participación comunitaria de una nueva infraestructura social que va a ser identificada por todos” -Oscar Narvajas Corral. Universidad Autónoma de Nebrija. Madrid. Boletín Gestión Cultural Nº 16- Arte Público, abril de 2008.

Estos temas de actualidad permanente han sido debatidos en distintos foros, llegándose a un nivel aceptable de consenso. En el último evento de esta naturaleza llevado a cabo en Catamarca, del que participé, los organizadores decidieron denominarlo “ENCUENTRO NACIONAL DE ARTE PUBLICO MONUMENTAL”, incluyendo de este modo los géneros y conceptos de la pintura y la escultura, sin involucrar la pintura mural, dado que en la oportunidad se realizaron, además de pinturas sobre paredes, relieves en cemento coloreado, esgrafiados y otros trabajos considerados de tridimensión.

Seguramente los temas y conceptos que se incluyen en esta nota pueden ser motivo, cada uno de ellos, de un desarrollo más profundo y extenso. No obstante, espero que a pesar de su brevedad puedan servir para generar, fundamentalmente entre los artistas plásticos, y estudiantes de Arte, particularmente un espacio de debate que contribuya a un mejor “decir desde la pared”.

VICTOR GRILLO

Profesor Superior de Artes Visuales

Ex Rector del Instituto Superior de Artes Visuales

Co-fundador del Grupo Muralista “Greda”

Paraná, noviembre de 2011



fragmentos y anécdotas

"...El pintor muralista y su misión; ...el pintor muralista y su obra; murmuré; recordando comentarios que había recogido en esos últimos días, con respecto a la queja de algunos artistas que reclamaban se les pagara por la realización de sus murales en el Encuentro. Me vino a la memoria entonces -no se por qué- los murales callejeros de las brigadas chilenas, los de la Ramona Parra, los de la Inti Peredo o la Elmo Catalán; pensé también en el manifiesto de los pintores muralistas mexicanos y la defensa a tiros de sus obras. Pensé en eso, en las vallas Cubanas, pensé en tantas cosas... Me pregunté entonces: ¿Cual es la significación estética, social, política, el valor monetario de un mural, cuando conscientemente lo realizamos con el objetivo fundamental de comunicarnos y dialogar con la gente...?; ¿nos pertenece materialmente, físicamente, o será que desde el momento en que lo concebimos y ejecutamos ya es patrimonio de todos. ¿Es posible asignarle una cotización conforme a los criterios o tasaciones de curadores o especialistas?, o la sustancia que lo define y conforma como obra de Arte Público, desde su génesis, trasciende cualquier consideración mercantilista."

Víctor Grillo - Abril 2002

Fragmento de un escrito publicado en un periódico de Mar del Plata acerca del "3er Encuentro de Arte Público de Mar del Plata"


"...El tener plena conciencia que el arte argentino está cada vez mas circunscrito a minorías deformantes y carentes de sensibilidad popular; al olvidarse que el fundamental objetivo de la pintura es la comunicación del artista con su pueblo; al comprobar el mercantilismo a que ha sido llevada, para contribuir a establecer sobre bases sanas y lógicas un aporte a la representatividad artística del país, por una imperiosa necesidad de ubicar al hombre en el puesto que históricamente le corresponde, aparece el: Movimiento Muralista Greda, que ajustará su desenvolvimiento al siguiente programa, sujeto a la incorporación de las modificaciones que surjan de la experiencia, las necesidades y de los factores sociales que incidan en la lucha por la reivindicación del hombre y su expresión..."

Firman: Brachetti, Campodónico, Córdoba, González Garone, Grillo y Berlles.

Prologo de la declaración de principios del "grupo Greda" publicado en la revista "Caballete" (nº 60 - junio 1970) de Capital Federal y dirigida por Eduardo Ballari.


" Una vez en la Facultad casi al finalizar una clase sobre Pintura mural y después de haber desarrollado el tema en profundidad, uno de mis alumnos quizás algo confundido con tanto conceptos, definiciones y ejemplos me preguntó -¿Y entonces profesor, cual es la diferencia entre un cuadro y un mural? En ese momento casi sin pensar le respondí valiéndome de una metáfora que con el tiempo incorporé como una convicción. Recuerdo que le dije: Es la misma que existe entre un susurro y un grito... "

Del libro (en preparación) "Grito Mural" - Víctor Grillo