El Aprendizaje en el Servicio tiene raíces en el movimiento educativo progresista, especialmente en el trabajo de John Dewey, quien abogaba por una educación basada en la experiencia. Su desarrollo contemporáneo como metodología formal comenzó en Estados Unidos durante la década de 1960.
Componentes para la planificación y evaluación
Identificación de una necesidad comunitaria real.
Diseño de actividades que integren los objetivos de aprendizaje con el servicio comunitario.
Reflexión estructurada antes, durante y después de la actividad.
Evaluación de los aprendizajes adquiridos y el impacto del servicio.
Roles del docente y del alumno
Docente: Facilita la conexión entre los contenidos académicos y la actividad de servicio, orienta el aprendizaje y fomenta la reflexión crítica.
Alumno: Es un participante activo, involucrándose en el diseño, implementación y evaluación del proyecto de servicio.
Materiales, espacios y otros recursos
Materiales: Guías de reflexión, herramientas de investigación, recursos audiovisuales.
Espacios: Comunidad local, instituciones asociadas y espacios de trabajo colaborativo.
Recursos: Acceso a bibliografía relevante, plataformas virtuales para registro y reflexión.
Formas de interacción
Trabajo colaborativo en equipos.
Interacción directa con la comunidad o beneficiarios del proyecto.
Discusiones grupales y talleres reflexivos.