Nuestro planteamiento es el siguiente: Mecaner ha cerrado, pero sus instalaciones y los trabajadores despedidos siguen en la comarca. Quien debe decidir sobre el futuro del tejido industrial no son las grandes multinacionales, sino el territorio y su pueblo. Esto adquiere mayor importancia en un contexto marcado por la crisis ecológica y la transformación productiva. Si el futuro se deja en manos de grandes empresas privadas que solo buscan aumentar sus beneficios, ya hemos visto cuáles son las consecuencias para la clase trabajadora. Por eso necesitamos impulsar una transformación de la industria como parte de una transición ecosocial justa, liderada por la clase trabajadora y el territorio.

Desde Mecaner herriarentzat! planteamos tres demandas principales para avanzar en este sentido.

1. Compra pública. Reivindicamos una compra pública de las instalaciones de Mecaner. Para poder decidir sobre el futuro de Mecaner necesitamos que sea de propiedad pública. No queremos que las instalaciones se vendan a otra empresa privada que prime sus beneficios económicos en vez de una transformación con empleos de calidad y que responda a los retos de futuro. Para hacer esto posible, exigimos que el Gobierno Vasco y la Diputación Foral de Bizkaia tengan partidas presupuestarias específicas para mantener y recuperar el tejido industrial.

2. Proceso participativo. El pueblo y el territorio tienen derecho a decidir sobre qué, para qué y cómo producir en las empresas de su entorno. Para garantizar estos objetivos, queremos impulsar un proceso participativo en el que todas tengamos opción de proponer y decidir. Defendemos que tanto la propiedad como el proyecto industrial futuro deben vincularse a las necesidades sociales y de transformación de la comarca y su territorio. Llevar a la práctica este proceso participativo necesita que se cumpla la anterior demanda: la compra pública de las instalaciones.

3. Transición ecosocial. Queremos que Mecaner sea un referente en la obligada transformación ecológica de la industria. Manteniendo una producción de corte industrial, reconducida hacia unos productos orientados a la urgente transición energética. Consideramos que para que la transición sea ecológicamente sostenible y socialmente justa debe impulsarse desde abajo, no de la mano de grandes empresas multinacionales. Un proyecto industrial de estas características deberá realizarse prioritariamente con las personas trabajadoras que fueron despedidas de Mecaner, recuperando así el empleo de calidad destruído.

Por tanto, podemos resumir nuestro planteamiento en estos tres ejes: propiedad pública,  proceso participativo y transición ecosocial.