Contexto de referencia y situación general de nuestra Facultad

El crecimiento y consolidación de la FCS fue posible, en gran medida, gracias al funcionamiento de las Unidades Académicas constitutivas de nuestra institución (Departamentos y Programas). Estas unidades, que en su origen provenían de diferentes servicios y gozaban de máxima autonomía, fueron acordando parámetros comunes de acción. Año tras año, se fue instaurando una lógica de servicio, más que una confederación de Departamentos y Programas. Durante este proceso, la Facultad ha logrado una serie de objetivos comunes, pero aún se debe continuar trabajando sobre la consolidación de una lógica compartida de funcionamiento, en base a criterios comunes que orienten las decisiones en temas estratégicos como carrera docente, modalidad de acceso a los cargos, evaluación institucional, etc. De esta forma, se debilitan las posibilidades de que las Unidades Académicas operen como compartimentos estancos, y adopten criterios y estrategias de desarrollo no sólo disímiles, sino contradictorias entre sí.

Afirmar la necesidad de consolidar un paquete de criterios compartidos que guíen las acciones y decisiones de la FCS, no significa abandonar la estructura y forma de funcionamiento que tiene nuestro Servicio, en la medida que la misma permite recoger saberes disciplinares diferentes y complementarios. No obstante, se torna imprescindible discutir colectivamente hasta dónde van los límites de las Unidades Académicas, para evitar así un proceso de balcanización del servicio, que tiende a perjudicar aspectos claves de la vida universitaria, como la calidad de la enseñanza, la investigación y la extensión; así como la construcción de carreras docentes transversales, compartidas entre programas y unidades.

Los cambios tendrán que responder a la complejidad institucional interna, y también externa, asegurando como principio irrenunciable la existencia de reglas de juego claras para proyectar las carreras docentes (investigación-enseñanza-extensión) y promover la excelencia académica.

1. Investigación

No hay lugar a duda que la investigación se ha reforzado en la FCS en los últimos trece años, ya sea a instancia de la conformación de equipos y grupos de investigación internos, así como de programas y entidades externos a la institución: Comisión Sectorial de Investigación Científica –CSIC- (grupos de investigación y desarrollo, llamados a proyectos I+D, iniciación a la investigación, Proyectos de Apoyo a la Investigación Estudiantil, Comprensión Pública de temas de interés general -Artículo 2); Agencia Nacional de Investigación e Innovación –ANII- (llamados a fondos concursables como el Clemente Estable, María Viñas y fondos sectoriales, etc.); Sistema Nacional de Investigadores; convenios de investigación aplicada con agencias estatales, regionales e internacionales, así como otros fondos concursables regionales e internacionales. Esto ha reforzado las posibilidades de que una proporción importante de la investigación en Ciencias Sociales se realice desde nuestra institución.Sin embargo, se debe reconocer que resta mucho por hacer en el fomento de la investigación en el Interior del país.

Acompañando la dinámica de generación y difusión de conocimiento, la Facultad participa de múltiples eventos académicos de forma directa (Jornadas de Investigación) e indirecta, siendo sede de Congresos regionales e internacionales, seminarios, encuentros, debates, etc., que se llevan a cabo en sus instalaciones, propiciados por grupos de docentes, de estudiantes y de egresados, así como asociaciones profesionales.

En este rubro, se debe continuar en esta línea de fomento de la investigación, atendiendo la excelencia académica, pero conservando la pluralidad de marcos teóricos y metodológicos para llevar a cabo los diversos estudios.

Una aspiración de la FCS debería ser tener un protocolo general o mínimo de evaluación de la investigación, de forma de arribar a criterios compartidos de generación de conocimiento. Cabe señalar que las Unidades Académicas han avanzado de forma muy dispar en torno a un tema tan importante como este, que se constituye en uno de los ejes de la acumulación y renovación de conocimientos. En relación con este tema, se debe generar en la FCS un espacio de debate que permita recorrer el camino que posibilite definir un paquete básico de criterios comunes, pero plurales, de evaluación de la investigación.

2. Docencia de Grado y Posgrado

En materia de enseñanza, la FCS ha diversificado su oferta a nivel Grado y Posgrado como se indicó anteriormente. Resulta evidente que los diversos niveles de formación plantean problemas y desafíos diferentes.

A nivel de Grado, luego de nueve años de puesta en práctica de un Nuevo Plan de Estudio que flexibilizó la currícula e incorporó optatividad, disponemos actualmente de una evaluación externa que permitirá mejorar aún más la oferta de enseñanza que se brinda, a través de la discusión sobre estrategias de ajuste del plan vigente. La información que brinda esa evaluación debe orientar a la facultad sobre los potenciales cambios, revisiones y mantenimiento de la oferta de Grado, de forma de establecer un debate e intercambio respaldado en evidencia empírica, y lejos de interpretaciones incompletas.

De cualquier manera, merece atención el papel que están cumpliendo las asignaturas optativas compartidas por varias Licenciaturas. En la actualidad, algunos de esos cursos se han constituido en espacios de formación altamente plurales, en los que se inscriben estudiantes de distintas carreras de la FCS, y otros externos a la institución. Si bien la oferta a nivel de ciclo inicial aún debe incrementarse, la promoción de ese tipo de cursos podría transformase en un eje a tener cuenta en los ajustes del plan.

A nivel de Posgrado, la Facultad ha diversificado su oferta, pero sin un plan general, y en distintos momentos históricos, a veces duplicando asignaturas similares. El estado de situación actual es altamente heterogéneo, y no parece acompañar las iniciativas en pro de la mejora académica y profesional, respaldada en ayudas financieras que se están promoviendo desde la esfera central de la UdelaR. En este punto, interesa diferenciar las problemáticas del Doctorado y de las Maestrías.

Por un lado, el Doctorado se inscribió a una evaluación externa que le brindó un conjunto de insumos para identificar sus principales debilidades, e iniciar acciones para corregirlas. Actualmente, contando con recursos de la Comisión Académica de Posgrado (CAP)-UdelaR, se dispuso la revisión de su normativa, ya que se detectaron incompatibilidades y contradicciones entre los marcos de referencia de la FCS y de las distintas opciones de doctorado, obstaculizando así la definición de pautas mínimas de calidad académica y de funcionamiento de esta oferta de formación. Simultáneamente, con la ayuda de fondos provenientes de Decanato, se decidió resolver otra deficiencia indicada por la evaluación externa, relativa a la creación de un sistema de información de doctorado (los datos disponibles se encuentran dispersos y varían según la opción), que permita orientar la gestión académica y generar insumos para futuras evaluaciones.

Por otro lado, el universo de las Maestrías es más complejo, no sólo porque cuenta con múltiples propuestas de formación y se desconoce cabalmente su rendimiento, sino que, además, un limitado número de ellas dispone de procesos de evaluación externa y/o autoevaluación (como es el caso de los programas de Economía Internacional y Población), pese a la existencia de llamados centrales para considerar sus formas de funcionamiento, rendimiento y los resultados agregados. Las Maestrías de la FCS no se presentan a las evaluaciones externas que financia la CAP, desperdiciando oportunidades que facilitarían la introducción de ajustes dirigidos a mejorar la calidad académica de las diferentes ofertas de posgrado. Por otro lado, resulta necesario repensar el vínculo de la diferentes Maestrías con la oferta de diplomas que brinda la Facultad.

Finalmente, importa plantear que la renovación de cursos de posgrado, así como la incorporación de docentes visitantes o nuevos tópicos temáticos tiene que contar, al menos en alguna proporción, con recursos financieros de programas centrales destinado a esos fines, tornándose necesario el fomento institucional de la utilización de este tipo de fuentes de apoyo.

3. Extensión

La extensión es la función universitaria que ha generado históricamente, y más aún en los últimos años, cierto nivel de controversia en el colectivo universitario, y este servicio no ha estado por fuera de este contexto. El “proceso de descentralización” que enmarca actualmente la gestión de esta función, se tendría que transformar en una oportunidad para definir estrategias de extensión de la FCS, con la pretensión que se constituyan en un “paquete” de distintas líneas de acción, diseñado para operar durante tres o cuatro años, susceptible de evaluación de cada uno de sus componentes. Cabe la posibilidad de que el cambio de autoridades en la dirección de la UdelaR abra paso a nuevas modificaciones en el modelo de extensión vigente. No obstante, la definición de una agenda propia por parte de la FCS, en articulación con la unidad central de extensión, tendría que consolidarse como la pauta de conducción que se debe adoptar para recrear de manera sistemática una agenda extensionista.

En este marco, y como ya viene sucediendo, la extensión se puede combinar con las otras funciones universitarias, generando ofertas integrales de enseñanza, investigación aplicada, e intervención, desde un enfoque interdisciplinario. A modo de ejemplo, cabe mencionar los Espacios de Formación Integral (EFIs) que se vienen desarrollando, así como el programa universitario con inserción territorial PIM, entre otros.

Los diversos formatos de intervención-extensión deberían disponer de información sistematizada de los resultados alcanzados, de modo de ensayar modelos de extensión probados para las problemáticas sociales seleccionadas. De esta forma, se podría generar cierto nivel de acumulación de conocimiento práctico y operativo, con posibilidad de consolidar un repertorio de experiencias de situaciones o problemáticas sociales que tienden a mantenerse en el tiempo, bajo diversas expresiones públicas. Ese tipo de acumulación tendría que dar lugar a diferentes tipos de estrategias de difusión, entre las que deberían contemplarse una serie de publicaciones sobre temáticas específicas de intervención, más allá de las clásicas que aborda la unidad.

Cabría considerar en este rubro, otro tipo de actividades a desarrollar, relativas al ensayo, aplicación y enseñanza de metodologías participativas que faciliten y respalden el trabajo de extensión.

4. Carrera docente

En relación a la carrera docente, resulta evidente el éxito alcanzado en la consolidación de un cuerpo docente estable y con un promedio alto de carga horaria o en Régimen de Dedicación Total. También ha sido un logro importante el compromiso docente con el cumplimiento de la pauta horaria acordada en anteriores decanatos.

Sin embargo, en este plano se identifican una serie de problemas que deben resolverse, sin utilizar estrategias particularistas, e intentando corregir situaciones con base a la normativa existente en la UdelaR. Es importante hacer mención a la aprobación del nuevo Estatuto de Personal Docente (EPD), que si bien llevará tiempo en su implementación, impactará directamente en la estructura de cargos docentes de la FCS, por lo que es necesario que la institución comience a anticipar el desafío de su implementación. El nuevo EPD representa una oportunidad para ajustar y ordenar gradualmente la carrera docente.

En relación con esta problemática, y a grandes rasgos, se identifican diferentes tipos de situaciones que necesitan ser analizadas y abordadas en el corto plazo:

  • Composición horaria y actividades docentes constitutivas de los cargos de alta dedicación. Es necesario que todas las unidades académicas hagan cumplir la pauta horaria docente, debido a que su incumplimiento genera, no sólo una asignación ineficiente de recursos en la Facultad, sino también profundas inequidades con aquellos docentes que se ajustan a ella -o la sobrepasan-.
  • Composición horaria y actividades docentes constitutivas de los cargos de baja dedicación. En el ingreso a la carrera docente existen amplias diferencias en cuanto a la asignación horaria entre las unidades académicas que requieren un análisis detallado. A partir de ese estudio, será posible diferenciar roles docentes que, de acuerdo con la función estipulada, deben ser de baja dedicación -por ejemplo, cargos específicos de enseñanza- y aquellos en lo que es posible otorgar una mayor cantidad de horas, posibilitando así oportunidades para el ingreso al Régimen de Dedicación Total (RDT).
  • Apoyar la reinserción institucional de aquellos docentes jóvenes que deciden estudiar posgrados en el exterior, a través de los programas que actualmente tiene la UdelaR. Actualmente, estas situaciones se atienden de forma diferencial en cada departamento, pero es necesario que la Facultad genere programas, o que en su defecto agilice los nexos institucionales con las unidades centrales, contemplando también estadías transitorias en centros o universidades con las que la UdelaR tiene acuerdos de intercambio.
  • Establecer cierto nivel de equilibrio entre las actividades de los docentes con DT, de manera que aquellos que se encuentran con niveles adecuados de formación (Doctorados) tengan oportunidad de impartir enseñanza, no sólo de Grado, sino también en nivel de Posgrados, y en consecuencia contribuir a la formación de capital humano orientando o co-orientando monografías o tesis. Si bien la nueva Ordenanza de Posgrado habilita este tipo de actividades, la misma aún no se ha aprobado, por lo que se torna imprescindible encontrar en esta etapa de tránsito, modalidades con respaldo normativo que permita desarrollar estas tareas con la adjudicación de méritos correspondientes para quienes las desarrollan.
  • Formas de acceso a los cargos y a los ascensos de grado docente. Más allá de las situaciones de coyuntura, se deben conocer públicamente las estrategias que disponen las diversas unidades y programas para otorgar y extender horas, así como promover ascensos de los diferentes grados académico. El derecho al ascenso es una parte constitutiva de la carrera docente, y podrían pensarse en la realización de “LLOAs internos” que otorguen garantías a los docentes, y que permitan hacer efectivo este derecho.

Teniendo en cuenta que el Concurso es un Instituto Central de la vida universitaria, hay que preservarlo reforzando las garantías que sustentan su correcta operativa, de manera de bloquear o desestimular cualquier mecanismo de discrecionalidad en este plano que afecte la carrera docente. Por esta razón, se debe adecuar este instrumento para los diferentes perfiles docentes de acuerdo al grado, y asegurar que las comisiones asesoras se integren por académicos y especialistas asociados con las temáticas del llamado, incorporando profesores externos a la Unidad y en oportunidades a la FCS.

5. Servicios Centrales de la FCS y Sistema de gestión e información

Un breve diagnóstico sobre los servicios administrativos centrales de la FCS permite constatar que se han procesado en los últimos tiempos, cambios muy positivos que se agregan a otros que ya se habían instaurado (Bedelía de Grado; Personal, Biblioteca). La buena gestión que realizan los funcionarios en estos servicios es un aspecto clave del funcionamiento de la institución.

Entre las nuevas mejoras de los servicios figuran: bedelía de posgrado, apoyo administrativo al Doctorado y Sección Concursos. No obstante, se debería discutir algún refuerzo administrativo y técnico en áreas sensibles para el funcionamiento de la Facultad, ya sean aquellas de naturaleza estrictamente de gestión administrativa, como las de gestión técnica y las de apoyo a la investigación. Entre las primeras, podemos señalar el fortalecimiento de la Intendencia en su función de orden y gestión del espacio del Servicio. En relación con las tareas de perfil más técnico, se requiereapoyo administrativo-y de especialistas para promover la articulación entre los sistemas de información del Servicio con los disponibles a nivel central (ejemplo: sistema de posgrado central-planeamiento educativo) y, en su defecto, complementar esos sistemas con bases de datos propias que apoyen la gestión académica. El uso de esta información debe orientar la toma de decisiones informadas en la gestión académica.

Además, de los servicios arriba mencionados, existen otros que apoyan a la enseñanza, la investigación y la difusión de eventos, como son los Bancos de Datos y la Unidad de Comunicación y Publicaciones, entre los que corresponde conocer con más detalle su forma de funcionamiento. Se puede anticipar que, en particular, los Bancos de Datos o Sistemas de Información de apoyo a la investigación y enseñanza, se encuentran en proceso de revisión en las universidades o institutos especializados regionales e internacionales. En particular, es importante destacar el rol que viene cumpliendo la Unidad de Asesoramiento y Evaluación (UAE) en las tareas de apoyo a la función de enseñanza, y resaltar el rol asesor de esta unidad en la toma de decisiones.

6. Descentralización y relación con el Interior

Otro punto que importa considerar es la presencia de la Facultad en el Interior del país, formando parte de diferentes maneras del amplio universo de iniciativas de la UdelaR que aún funcionan en ese plano (Cenures; programas, etc.). La relación con ese tipo de propuestas académicas y de formación es diferencial, y hasta inestable, dependiendo en muchos casos de la voluntad de los responsables institucionales y de los docentes de turno. Se requiere fortalecer y repensar los vínculos de la FCS con esas experiencias y los centros instalados en el Interior del país, así como las actividades conjuntas que se pueden llevar a cabo, definiendo claramente las responsabilidades y recursos de las partes involucradas, para evitar desacuerdos que afecten la oferta de enseñanza. Además, resulta necesario un mayor compromiso de la Facultad en conjunto con el resto de la Udelar para el fomento de la investigación, la enseñanza y la extensión en el interior del país, genernado un diseño de gobernanza que brinde certezas y que atienda los grados de autonomía de los respectivos centros en el interior, y las competencias y responsabilidades de la FCS como Servicio de Referencia Académica.

7. Derecho a la educación y nuevos problemas a resolver

El derecho a la educación debe ser un compromiso de los que formamos parte de esta comunidad educativa. El desafío es enorme en la medida en que la Universidad debe adaptarse a las necesidades de estudiantes y combatir la desvinculación para efectivizar el derecho a una educación superior de calidad, en un ambiente institucional que ofrezca garantías de acceso y permanencia en la institución.

Para ello es necesario encontrar mecanismos que permitan efectivizar este derecho. En este plano propongo desarrollar tres líneas de acción,sustantivamente diferentes, pero que apuntan a garantizar el ejercicio del derecho a la educación:

Una de las estrategias a desarrollar refiere a la creación de un espacio de cuidado, al menos en primera instancia dirigidos a los estudiantes y docentes en los horarios en los que se concentran los cursos. Este tipo de iniciativa se viene desarrollando en otros Servicios (por ejemplo en Psicología, dirigido a docentes y funcionarios) y la Facultad debe observar estas experiencias para comenzar a transitar este camino.

Otro eje de acción supone seguir avanzando en la inclusión de estudiantes privados de liberad, pudiendo agregarse este tipo de inciativas asimilables a las EFIs, así como también enmarcarlas en un programa mayor que ha esbozado el actual Rector de la UdelaR. Recientemente, la FCS ha trabajado en la creación de un protocolo de acompañamiento a los estudiantes de ese perfil, sin embargo es necesario desarrollar acciones que acompañen a los estudiantes durante todo el ciclo de cursada brindando previsibilidad y garantías a la labor docente. En este caso también existen experiencias a observar en otros servicios, como Psicología y Ciencias Económicas.

Finalmente, en los últimos años se han logrado visibilizar en la Universidad situaciones de complejo tratamiento, como las de acoso, frente a los cuales resulta necesario contar con procedimientos claros de resolución, no sólo para asegurar un adecuado tránsito y estadía institucional, sino para defender los derechos básicos de los integrantes de la comunidad universitaria. En este sentido, se torna imprescindible crear un protocolo de resolución y seguimiento frente a situaciones de acoso laboral y sexual en la que la FCS debe complementar las propuestas que se están desarrollando a nivel de la UdelaR sobre este tema.