Fundada como fábrica de navajas en 1893 en Courtételle, un pequeño lugar cerca de Delémont en la región suiza de Jura, Wenger tiene una historia de 120 años. Esta historia toma forma gracias a una pasión por la calidad, la precisión y la sobresaliente creación artesanal, así como también gracias a muchos productos icónicos, entre los que se incluyen la mundialmente conocida “Navaja Suiza”. Wenger expandió su gama de productos, que es popular en todo el mundo, para incluir relojes desde 1997.