Son ese tipo de pruebas donde los participantes deben analizar una serie de datos e informaciones que le lleven a dar una única respuesta. Normalmente lleva asociada la lectura de narrativas o la escucha de audios sobre un campo de conocimiento concreto (historia, lengua, geografía, etc.) en el que se deben asociar ideas o concatenar elementos que posibiliten la solución final.
Otro tipo de pruebas tienen un componente meramente centrado en la búsqueda de un objeto, una palabra, un elemento físico incrustado en un cartel, un número, un símbolo,... Sólo se centra en la capacidad de buscar, remover e indagar dentro de un espacio físico concreto y acotado que obliga a moverse y desplazarse a los participantes. En este tipo de pruebas el aspecto cognitivo pasa a un segundo plano poniéndose en valor otros, en este caso, el de la exploración, por tanto, el jugador/a explorador cobra protagonismo en el juego, es decir el/la "enreda".
Normalmente este tipo de enigmas o pruebas están centrados en un juego de palabras, rompecabezas lingüístico, refranes incompletos, código César, crucigramas, sopa de letras, uso del Sistema Braille, etc.
Son muy versátiles y permiten gran capacidad de análisis y razonamiento por parte de los participantes para dar con la solución definitiva.
Los participantes deben poner en juego sus conocimientos previos o sus habilidades cognitivas asociadas al campo matemático para dar con la solución al reto que se les plantea en la prueba.
Los enigmas a resolver están orientados a la resolución de una serie de operaciones matemáticas, muchas de ellas incorporan paréntesis, otras la prioridad o jerarquía de unos cálculos sobre otros según el signo matemático insertado en la prueba antes o después.
Este tipo de pruebas lleva consigo un componente de ubicación respecto a unos datos (monumentos, calles, plazas,...), visualización de unos elementos físicos, o en otros muchos casos, aspectos puramente referidos a los puntos cardinales.
Son ese tipo de pruebas que están asociadas al azar, es un juego dentro del mismo juego con un componente meramente anecdótico.
Tomando como referencia la segmentación de jugadores realizadas por Richard Bartle nos podemos encontrar con cuatro tipo de jugadores atendiendo a su personalidad y los comportamientos que presentan a la hora de jugar:
Teniendo presente esta clasificación, cuando se diseña y plantea un juego debemos intentar dar cabida a todos los jugadores con la intención que todos se sientan necesarios, de ahí la "obligatoriedad" de incluir diferentes tipologías de pruebas que contribuyan a que todos los jugadores se sientan protagonistas del mismo, de ahí, que en el diseño del "Juego de la Mansaborá" se haya apostado por esa idea.