I
lo que vencida por la edad: la espada.
lo que se queja: el báculo más corvo y menos. lo que
la sombra hurta. los ojos
que no hallan.
el recuerdo menos. la espada
menos.
II
por quien caduca ya: más corvo y.
lo que no halla
en qué. la espada menos fuerte. lo quejoso del báculo.
lo que la muerte desmorona: ojos.
III
recuerdo de la muerte: los arroyos
del yelo. lo que la sombra. los despojos. el
yelo en que los ojos. el monte. la espada. ya:
de yelo.
IV
lo que la sombra hurtó: la luz.
la espada de la luz. lo más del báculo.
los muros fuertes. la edad por quien:
la valentía.
V
el sol bebía: los arroyos. los ganados ya
desmoronados. el yelo de los ojos. del báculo. el yelo
del monte. de la sombra.
V
mas de esotra parte: gloriosamente
médulas ardiendo. gloriosamente venas.
gloriosamente cuerpo desatado. polvo y
ceniza: gloriosamente ardiendo.
VI
de esotra: un Dios-Toda-Llama
que ama nadando
enamorado. un Dios-Ama
que ardiendo: con médulas. con venas. con humor: el
respeto perdido a ley severa. la llama
que nada. un Dios-Ama nadando enamorado
en Agua Fría. Un Dios Todo que es Cuerpo
Enamorado.
VII
mas no de estotra parte: ley severa
que puede:
cerrar los ojos.
VIII
mas de esotra parte en la ribera:
Llama que nada y Nada
en Agua Fría: tendrá sentido.
memoria Nada ardiendo desatada: tendrá sentido.
Cuerpo en llama que sabe
nadar Nada en Agua Fría: tendrá sentido.
polvo-Nada: ceniza-Nada ardiendo: tendrá sentido.
Dios-Ama que nada
y llama Nada:
tendrá sentido.
Reescritura del soneto “Miré los muros de la patria mía”, del poeta barroco español Francisco de Quevedo. Publicada originalmente en El ruiseñor (1975), luego recogida en Episodios (1980), Las reescrituras (1996) y en El jugador, el juego (2007).