Gabriela Mistral

Arrorró elquino

A Isolina Barraza de Estay


En la falda yo me tengo

una cosa de pasmar:

niña de algodón en rama,

copo de desbaratar,

cabellitos de vilanos

y bracitos sin cuajar.


Vienen gentes de Paihuano

y el «mismísimo» Coguaz

por llevarse novedades

en su lengua lenguaraz.


Y no tiene todavía

la que llegan a buscar

ni bautismo que le valga

ni su nombre de vocear.


Tanta gente y caballada

en el patio y el corral

por un bulto con un llanto,

y una faja, y un puñal.


Elquinada novedosa,

resonando de metal;

que se sienten en redondo

como en era de trillar.


Que la miren embobados,

—ojos vienen y ojos van—

y le pongan en hileras

pasas, queso, uvate, sal.


Y después que la respiren

y la toquen como el pan,

que se vuelvan y nos dejen

en «compaña» y soledad.


Con las lunas de milagro,

con los cerros de metal,

con las luces, y las sombras,

y las nieblas de soñar.


Me la tengo todavía

siete años de encañar.

¡Madre mía, me la tengo

de tornearla y rematar!


¡Ah!, ¡ah!, ¡ah!,

¡viejo torno de girar!

¡Siete años todavía

gira, gira y girarás!


 Gabriela Mistral en Canciones de cuna de Ternura [1924-1945]