Pasta con calabacín y berenjena.
INGREDIENTES:
tallarines o tagliatelle ( 180 gr. )
berenjena ( media )
calabacín ( medio )
cebolla morada ( 1 ud., pequeña )
tomate frito ( 2 cucharadas )
aceite de oliva vírgen extra
albahaca
sal
pimienta negra
PASOS:
- Paso 1: Pela la cebolla, pártela por la mitad para tener una superficie lisa sobre la que apoyarla y córtala en una juliana fina, esto es, en tiritas.
- Paso 2: Sin pelar el calabacín, pártelo por la mitad a lo largo y corta esos dos trozos por la mitad a su vez. Coge uno de esos cuartos y retírale con un cuchillo toda la zona de las semillas que puedas; no pasa nada si quedan algunas, pero es un área del calabacín que acumula mucha agua y esto a veces provoca exceso de líquido en guisos y salteados. Una vez que hayas terminado de preparar todas las piezas, córtalas en dados no demasiado pequeños, piel incluida.
- Paso 3: La piel de la berenjena es recia pero también interesante desde un punto de vista nutricional. Prueba a retirar sólo una parte con el pelador o con el cuchillo, alternando tiras con piel y tiras peladas, como si fuera el pelaje de una cebra. Córtala en dados del mismo tamaño que los de calabacín. Aunque no afecta a su sabor, si quieres evitar que se oxide sumérgela inmediatamente en una mezcla de leche, agua y sal. Cuando quieras usarla deberás enjuagarla y escurrirla muy bien.
- Paso 4: Pon a ebullición agua con sal en una olla y cuece la pasta. Sigue las instrucciones del envase para asegurarte de que queda al dente pero bien hecha. Cuando esté lista, pásala por agua fría para cortar la cocción, escúrrela y resérvala.
- Paso 5: Calienta un chorro de aceite en una sartén de paredes altas y saltea, por este orden, la cebolla, la berenjena y el calabacín. Asegúrate de que quedan lo suficientemente tiernas. Añade las cucharadas de salsa de tomate y cuece durante cinco minutos más. Añade la pasta, salpimenta, remuévelo durante un minuto y retíralo del fuego. Agrégale unas cuantas hojas de albahaca al gusto.